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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 1 de noviembre de 2013

EXIGIR EL TORO NO ES DELITO / Por Antolín Castro


Un TORO, Serranito de Pablo Romero permitió a Paco Camnino un gran triunfo en Las Ventas en San Isidro de 1971

"...Exigir el toro no es un delito, es una obligación para todos, medios y aficionados hemos de exigirlo para poder dar valor a todo lo demás. No es posible que por hacerlo, aficionados y unos pocos críticos, sean perseguidos, insultados o ninguneados...·

EXIGIR EL TORO NO ES DELITO 

Antolín Castro
Terminó la temporada europea y comenzó la americana. Pocas cosas cambian aunque cambiemos de continente. Los que torean mucho en Europa lo hacen también en América y los que no torean siguen sin hacerlo. Ya hemos dicho en más de una ocasión que eso no significa que estén bien repartidos los contratos, pero ese tema no es el que ha de ocupar este espacio.

Por lo que se refiere a México no todos los puestos los ocupan los europeos, españoles básicamente, ya que los toreros mexicanos gozan de un convenio que protege su presencia, no así en el resto de países, donde se pueden dar carteles cuya terna sea del otro lado del charco en su totalidad.

Lo que ya no se entiende de un lado u otro es el toro. Ese no se pide que sea americano o europeo, se exige que sea toro íntegro en todos los órdenes: desde la edad, pasando por las puntas de los pitones y hasta el rabo. Es una cuestión de vergüenza, de dignidad, de equilibrar el enfrentamiento con el hombre. Al segundo se le concede la inteligencia, su capacidad técnica y su arte, al toro ha de concederse su fiereza, su bravura, su casta y, ante todo, su trapío.

Hacen como que no oyen este clamor, esta exigencia, pasándosela por el arco del triunfo en la mayoría de los casos y aquí no hay nadie que ponga orden, que ponga e imponga cordura.

Por culpa de ello, de la sordera denunciada, se dan situaciones al límite, que ponen boca abajo la credibilidad del conjunto y la dignidad de los participantes. Rayan el timo, cuando no es un fraude directamente, y quienes defendemos la integridad del toro tenemos que pasar por situaciones de las que no podemos ocultarnos si es que nos dedicamos a la labor informativa.

Por supuesto que como aficionados no podemos permitirlo, pero si, además, somos quienes trasladamos información a los lectores y aficionados, nuestra obligación es poner encima de la mesa todo aquello que vemos, sabiendo también que cerrar los ojos es el mejor camino para que esto se convierta en una pachanga.

Exigir el toro no es un delito, es una obligación para todos, medios y aficionados hemos de exigirlo para poder dar valor a todo lo demás. No es posible que por hacerlo, aficionados y unos pocos críticos, sean perseguidos, insultados o ninguneados. 

Exigir el toro íntegro no es un delito, es simplemente ponerse del lado del que no puede hacer nada para defender su dignidad. Sus atributos han de respetarse, sí respetarse, para que su encuentro en la plaza goce del mínimo equilibrio que garantice que ninguna manipulación previa, en el orden que sea, le de al torero más ventajas que las que su inteligencia y profesionalidad le proporcionan. Única manera de ser digno rival, no un ventajista.

Exigir el toro no es un delito… y en Europa o en Ámerica es lo que seguirá haciendo Opinionytoros, única manera para que podamos cantar, como nos gusta, las gestas y los éxitos de los toreros. No pensamos cambiar de bando, desde OyT lo seguiremos exigiendo.
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