Aquí no cabe la reseña más o menos explícita del festival en que, como hemos sabido, todos los toreros han estado a gran altura como toreros y, fantásticos como seres humanos pero, no era el caso ni el momento. Ellos no podían hacer más de lo que hicieron en todos los órdenes, algo que les aplaudimos por completo. Pensar en esa generosidad que han puesto para acudir al evento, ello ya es motivo de plácemes para todos pero, como digo, no ha sido suficiente porque faltaban nombres rimbombantes que, en esta ocasión eran imprescindibles. En Valencia estaban los aficionados pero, el gentío, el que acude a la llamada de las figuras se ha quedado en casa, mala cosa cuando se trataba de ayudar a los que tanto lo necesitan; o sea que, gentío y figuras todos han actuado a la par. Seguramente, como el festival coincidía con el maratón que se corría en Valencia, quizás muchos prefirieron salir a correr antes que ir a los toros.
Lo que trasciende detrás de todo ello no es otra cosa que el boicot que las figuras del toreo le han hecho a Gregorio de Jesús, lo digo porque esa cobardía que han tenido para con ese empresario dice muy poco de los toreros de relumbrón que, todos, sin distinción, se arrodillan en todos los órdenes ante un empresario famoso mientras que, con el humilde le han escupido en la cara. Todos sabíamos que era un festival benéfico, es decir, sin percibir emolumentos crematísticos pero, eso mismo ocurre casi a diario en las corridas de toros y, lo único que se les ocurre a los toreros es huir de forma despavorida al final de la temporada de aquellos mentores que prometían todo y no les dieron nada. Lo dicho demuestra que, las figuras son “solidarios” para con sus amos, pero nunca para los que de verdad lo necesitan como era el caso para el que se había programado el festival.
Entre todos le han asestado una puñalada trapera a Gregorio de Jesús, algo que no merecía este hombre por la buena voluntad que ha mostrado porque él sabía mejor que nadie que, su esfuerzo sería nulo para su bolsillo en cuestiones económicas pero, no es que no haya percibido nada Gregorio de Jesús, es que los que esperaban esa ayuda se han quedado con la ilusión y la buena voluntad de los organizadores y participantes. Su gozo en un pozo. Me entran vómitos nada más de pensar que, si ese festival lo organiza Simón Casas, se pegan de hostias todos los figurones y sus adláteres por acudir al coso de la calle de Játiva pero, como la idea partió de un “pobre”, a éste que se joda junto a todos los que quiere ayudar; esa es la lectura que entresacamos de todo lo que hemos visto.
Está claro que, los “pobres” en el toreo, en la rama que fuere no tienen cabida alguna; sea como empresarios, toreros, apoderados o mozos de espadas; como tengas el carnet de pobre apañado vas que, no te escucha ni Dios. Ahí están las pruebas. Sin ir más lejos, el último festival glorioso que se celebró en Valencia lo organizó la Fundación del Toro de Lidia y, acudieron las figuras y, por supuesto, el coso se llenó. Todo el mundo sabía que este evento citado sería un fracaso económico del que, los toreros de relumbrón, como no lo organizó ninguno de sus amos con los que tratan a diario, todos se han quedado en casita junto a la chimenea por aquello del frío que hace.
Por ejemplo, ¿qué tienen Manzanares y Roca Rey en contra Gregorio de Jesús que, a las doce de la mañana ya les había pagado su actuación en Requena? Por cierto, una plaza que no llenaron y que le costó al empresario algún dinero del bolsillo.
Claro, como se trataba de un empresario humilde que les contrató una tarde, luego, a la hora de la verdad, ni puto caso que le hicieron. Y actuando este modo, respecto a las figuras, ¿todavía les queda vergüenza para hablar de solidaridad y compañerismo? Al final, insisto, un caos en toda regla, un fracaso sin precedentes provocado por ese boicot criminal que las figuras le hicieron al empresario referido.
Vítores de aclamación para el empresario, para los toreros que han actuado, para los ganaderos y para todo el mundo que ha intervenido en este festejo que, de otra manera hubiera sido un éxito sin precedentes pero, a las figuras les ha podido más su propia vanidad que su generosidad. ¡Qué pena!
En la imagen, los toreros en el festival aludido que organizó la FTL en Valencia, aquel 9 de octubre de 2018.
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