FERIA DE OTOÑO / CORRIDA PLAGADA DE SOSPECHAS Y ARBITRARIEDADES / por Por Juan Miguel Núñez Batlles

'..Antes de entrar en valoraciones del juego que han dado los toros -que directamente hay que decir que ha sido nulo, por mansos, muy mansos-, toca denunciar la presunta corruptela, tan generalizada en otras plazas, ¿y que también ha llegado a Madrid?..'

FERIA DE OTOÑO / TERCER FESTEJO

OTRA CORRIDA PLAGADA DE SOSPECHAS Y ARBITRARIEDADES

Por Juan Miguel Núñez Batlles

Madrid, 5 de Octubre de 2025

Quién iba a pensar que después del contratiempo del día anterior con la baratísima Puerta Grande de Emilio de Justo por un "triunfo" que no había por dónde cogerlo, sin argumentos válidos de ningún tipo, íbamos a seguir instalados en la sinrazón y el despropósito. Madrid, sin criterio. Tal sería el titular del "suceso" por el que habría que lamentarse. Y precisando que fue cosa de un público desnortado y un presidente que no quiere tener responsabilidades y encima es un mal aficionado. Así está Madrid, o más propiamente dicho, así van las cosas por Las Ventas, su otrora prestigiada plaza de toros, que por estas y otras arbitrariedades está en peligro de perder el honor de "primera plaza del mundo".

Porque se sigue en las mismas, sumando atropellos e injusticias sin que nadie ponga freno. Hoy, otra ignominia más con la corrida que se ha lidiado a nombre de Domingo Hernández.

Antes de entrar en valoraciones del juego que han dado los toros -que directamente hay que decir que ha sido nulo, por mansos, muy mansos-, toca denunciar la presunta corruptela, tan generalizada en otras plazas, ¿y que también ha llegado a Madrid?

Después de lo de hoy ya no cuesta tanto pensar que, tan malo o peor que la falta de casta, lo imperdonable en el toro es su sospechosa presencia.

Toros que han tenido quilos, es verdad. Y con leña. Defensas muy desarrolladas. Podría decirse que cornalones. ¿Pero y las puntas? Los seis aparentaban lucir lo que los profesionales del sector llaman "las bolitas", o lo que es lo mismo, el extremo del pitón redondeado después de haberle quitado la parte dura, donde se aloja la almendrilla o diamante, que es ahí donde está "el veneno". Rematada toda la labor con una habilidosa escofina.

Es "el afeitado", que lamentablemente viene estando en vigor desde muy atrás, en todas las épocas del toreo, aunque siempre se consideró que habría salvedades, Madrid sin ir más lejos, y plazas como Pamplona, Bilbao y pocas más. Pero se va perdiendo el rigor y la seriedad. Por eso esta alerta. Que lo sepa el público que paga en taquilla, que es al fin y al cabo quien mantiene el tinglado, también el aficionado para que no pierda la esperanza, como una parte tan profesionalmente implicada caso del colectivo veterinario. Hay que acabar con el gato por liebre. Y empresarios, toreros, ganaderos y demás, que se pongan de una vez las pilas. De la prensa especializada, ni hablar; nunca estuvo tan bajo mínimos por aquello de que quien calla otorga. Y, por fin, la autoridad. ¿A quién defiende la autoridad? parafraseando un grito tristemente desaparecido en Las Ventas.

Pues todo esto con motivo del desastre de corrida de Domingo Hernández en Madrid.

Toros, queda dicho, sospechosamente capitidisminuidos, y esta vez de acusada mansedumbre, absolutamente deslucidos en superlativo. Y toreros vencidos por la desazón.

De modo que otro día sin crónica en su formato habitual. A ver cuando volvemos a lo real y auténtico.

De esta ocasión, para hacerse una idea. Los toros de Domingo Hernández, desigualmente presentados, a pesar de la uniformidad en los pesos, de hechuras completamente diferentes. Los seis con mucha arboladura; no obstante, sus lamentables sospechas de presunta manipulación en las puntas, a lo que ha de sumarse su generalizada y muy acusada mansedumbre.

Alejandro Talavante, Pablo Aguado y Jarocho, que confirmaba la alternativa, seis silencios como seis losas.

Triste e indignante.