Presume de ello, Pamplona. Y así la anuncia. El toro… el toro grande, inmenso; no se relaciona nada con la definición zootécnica pero impone. Si bien, dentro de un animal de grandes proporciones se equilibran (casi) hierros de los llamados duros con otros de los denominados comerciales para asegurarse una pequeña participación de las figuras que le den “lustrecillo”.
Es la recta final (3 tardes de 8) a partir del lunes 12 en que repetirá El Juli, lunes y miércoles, y en cuyas fechas comparecerán figuras de la talla de Castella y Perera. Poco más. También lo harán El Cid, Talavante y El Fandi.
No estarán toreros como Morante, Manzanares y,por supuesto, Cayetano; como el joven, que dicen, más prometedor y ambicioso: Daniel Luque. Tampoco Enrique Ponce con sus deberes “pamplonicas” hechos durante veinte años y que en la edición pasada ya anunció que sería la última. Tampoco José Tomás, no por la cogida que le ha “roto” la temporada, si no que desde el año 98 en que se cayó del cartel, curiosamente anunciado con Ponce (un mes más tarde lo haría de Bilbao, igualmente acartelado con el valenciano, dicho todo esto sin acritud pero con exactitud para ser rigurosos ante tanto sectarismo) no ha vuelto por Navarra ni a por espárragos, que tanto le gustan.
Así las cosas, quizá por que no tiene problema para llenar la plaza, o por idiosincrasia La Casa de Misericordia, titular del inmueble, confecciona una feria en la que dan cabida a muchos toreros modestos y toros emergentes que hubieran triunfado en la edición anterior o que se destacaran en las ferias de Sevilla y Madrid. Nadie sabe, sus designios –los de la “Meca” (Casa de Misericordia) son inescrutables, si haciendo de la necesidad virtud, una feria de gran repercusión es un ciclo barato para hacer caja invocando la beneficencia, o su misericordia lo eleva a lo taurino para vestir de luces; casi todos “becarios”.
Ver de seguido, hasta el domingo 11, los nombres de Urdiales, Bolívar, Cortés, Aguilar, Marco, Morenito, Ferrera, Soto, Pinar, Fandiño, Mora, Joselillo, Rafaelillo, Valverde…puede chirriar y se presta a múltiples interpretaciones y debates. Ustedes mismos.
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