la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 6 de julio de 2011

EL ARMA TORICIDA Y MONGOLIA / Aquilino Sánchez Nodal




EL ARMA TORICIDA Y MONGOLIA

 
 Aquilino Sánchez Nodal
     Parece que no nos preocupa que se haya instalado como habitual el mal manejo del estoque. Los toreros que fueron grandes maestros, columnas de la tauromaquia, rendían culto a la suerte suprema. Toda la lidia circulaba entorno a una efectiva y rápida manera de matar al toro. Los matadores modernos son instruidos por los sabios maestros de las escuelas taurinas totalmente al contrario. Mucha capa, demasiados adornos, suertes recobradas, naturales de arrastre y lentos pases de pecho. Y … ¿matar? – ¡Eso, lo aprenderán cuando sean figuras!. Las novilladas de promoción en las Escuelas Taurinas, ver Canal Sur, nos demuestran los malos principios de estos futuros matadores, lo corroboran los novilleros con picadores y lo confirman muchos matadores de alternativa. ¡Los actuales matadores de toros y sus jóvenes imitadores son auténticos petardos!.
     La temporada taurina ha llegado a su ecuador, es hora de frenética actividad por las fiestas de patronos y vírgenes rurales. Los toros podrán prohibirse en cualquier capital de España con barniz europeísta, pero no en los pueblos, ni en Pamplona. Los atrevidos empresarios modestos resurgen del anonimato para colaborar en la organización de los festejos con ayuda de subvención municipal, si aún queda. Estos hombres son los últimos románticos del toro. Empresas eventuales, sin estructuras, sin personal ni dinero que se juegan su credibilidad, prestigio y cuartos para no obtener reconocimiento alguno, con mucho, críticas indefinidas, generalmente negativas y algún insulto de los impresentables vecinos de siempre. Para que lo sepan: el 90% de los festejos taurinos se celebran en plazas de tercera y cuarta categoría por empresarios de rastrojera y portátil que son, la mayoría, honrados enfermos del toro. No dejar de ser lo que uno es, aunque se muera social y económicamente en el intento, es la forma mejor para defender la Fiesta Nacional.
     Ahora que el mundo del toro no atraviesa su mejor momento, es cuando se definen los buenos aficionados, los de verdad. Tracemos una raya imaginaria y los situamos a la derecha. Los otros, los negativos, los ignorantes, los indecisos y los traidores deben quedar al otro lado. Se podría comprobar que estos últimos son minoría. No debemos intentar convencerlos, ni aceptarlos, solamente merecen nuestro desprecio. A propósito, entre los cientos de corridas que tengo grabadas tropiezo con la confirmación de Alejandro Talavante celebrada el Domingo de Resurrección de 2.007.
¡Horror, es por Telemadrid!
Mongolia.- No soy muy respetuoso con los presuntos comunicadores televisionarios, no han hecho nada para merecerlo pero estos majaderos son el colmo del mal retransmitir. El jefe de los “ranos” carece de estrella taurina. Se puede pasar trece vidas en el puesto y nunca verá al toro, a los toreros, ni lo que significa una corrida. Si la dama Aguirre atendiera las suplicas de los aficionados mandaría a ese locutor de “bocadillo de sardinas” a “madrileños por el mundo perdido”. Por su incapacidad se hace acompañar de mayordomos serviles tan inútiles como botarates que carecen de dignidad. Los comentarios, las carcajadas “escape libre”, las gracias y opiniones, resultan de lo más absurdo. Este tío no da una y confunde al “pelotillero” Bernardó que asiente o le echa.
Ahí van dos ejemplos sacados, entre mil improperios, de aquella corrida de toros:
Mon.- José Luis Ramón, entrevista a Antonio Corbacho. ¿Cómo ve la faena de Alejandro?
Ratón de biblioteca taurina.- ¿Antonio, como has visto, a Talavante?
Corbacho.- ¡Por favor! ¡Espere usted! Se está tirando a matar. – Continuamente zascandileando por el callejón, siguiendo las ordenes del tontuelo doctorado en tauronada. Seguidamente, a su otro mayordomo:
Mon.- ¡Crespo! ¡Crespo! Talavante sale por la Puerta Grande, corre a entrevistarle.
Crespo.- (Jadeante) No he podido acercarme, hay mucha gente. –  Se explica el incidente con aquel representante de la autoridad que le mandó quedarse quietecito durante las faenas de muleta. Pues eso, que tenía que pasar y se repetirá hasta que expulsen al preguntador pelmazo telemadrileño de callejón. Total, para lo que hace … pregunta y el mismo se contesta. Por cierto, Talavante cortó las dos orejas al sexto y salió en hombros.
     Necesitaba una purga taurina para olvidar las tonterías del locuaz.  El día 17 de Julio de 1.993, en la Plaza de Toros de Benidorm, se celebró una novillada con caballos, de la oportunidad ¡Que suerte! retransmitida por Antena 3. ¡Que bálsamo! Matías Prats Cañete, el padre, al micrófono. En el jurado calificador de las actuaciones de los novilleros, don Andrés Fagalde, don Vicente Zabala Portolés, don Ángel Luis Mejías “Bienvenida” y don Juan Mejías “Bienvenida”. ¡Casi ná al aparato!
     La noche es espléndida, el recuerdo alentador y las ganas de ver otra corrida de toros, inquietante. Dios y el toro aprietan para animarte en la imperiosa necesidad de defender la Fiesta Nacional y a España.

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