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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 3 de marzo de 2016

La cantera se pone y se quita sola / por Juan Manuel Rodríguez



La cantera se pone y se quita sola

Los canteranos se ponen solos. Y también se quitan solos. La misión de un buen entrenador es molestar poco. Raúl, por ejemplo, se puso y no volvió a quitarse nunca más. Con la Quinta del Buitre ocurrió algo parecido. O con Casillas. El mérito nunca es del entrenador, que no va a tirar piedras contra su propio tejado y que, para proteger su propio culo, pondrá a lo mejores. Luego hay canteranos que entran y salen, que no son fijos indiscutibles pero que siempre están ahí; hoy pertenecen a esta categoría Carvajal, Lucas o Nacho. ¿Y Jesé?... Jesé, mal que nos pese, sigue entre interrogaciones. Ojalá fuera tan sencillo como cerrar los ojos y desear con mucha fuerza que de la cantera surgieran de repente cuatro o cinco Butragueños, cuatro o cinco chavales con una calidad tan evidente que nadie osara discutir su titularidad, pero habitualmente no es así.

Ahora se habla de Mayoral, de Llorente, de tantos chavales de los equipos filiales... Nadie desea tanto como yo que surjan dos o tres chicos de la cantera que echen abajo a hachazos la puerta del despacho de Zinedine Zidane... pero aún es pronto para saberlo. De Borja me cuentan mil maravillas, me dicen que tiene detalles de verdadero crack; hay incluso, como es el caso de mi compañero Sergio Valentín, quien ve en él a otro Lewandowski. Ojalá sea así porque al Real Madrid le vendría muy bien pero el examen para saber si "sí" o si "no", si Borja Mayoral se nos queda o no se nos queda, no va a ser desde luego un partido en Orriols ante el colista de la Liga; gracias a Dios, él también es consciente de ello porque, además de su calidad, me cuentan que será difícil malear a Mayoral, que tiene la cabeza sobre los hombros y no sobre los pies, y que un titular y tres columnas de opinión no van a emborracharle.

No nos engañemos, el partido contra el Levante ha sido el primero de los doce tristísimos partidos que aún le quedan por jugar al Real Madrid en el vigente campeonato. Pensando únicamente en la próxima temporada y en evitar a quien esté por aquel entonces el engorro deportivo y la deshonra de tener que clasificarse para la Champions a través de una fase previa, el encuentro del Ciudad de Valencia había que sacarlo adelante por lo civil y por lo penal, con ambos códigos en la mano, y se sacó. Se sacó con tres canteranos en el once titular, uno que entró casi al final y otros dos en primer tiempo de saludo en el banquillo. De ahí a asegurar que un club con un presupuesto que ronda los 600 millones de euros tiene que jugarse la Liga y lo que quede de Copa de Europa con el equipo de Ramis dista un abismo. Cuando vuelva Benzema, jugará Benzema. Y cuando regrese Bale, Bale será titular. Hasta que Mayoral o quien sea demuestre sin el menor atisbo de duda que tiene más calidad. Lleva siendo así desde tiempos inmemoriales.

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