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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 15 de marzo de 2016

La temporada de los nuevos valores / por John Gordon, Club Taurino de Londres.



Cuando los toreros jóvenes son la noticia

En el nuevo contexto de la Tauromaquia, "los toreros tienen que triunfar y los empresarios saber vender el espectáculo para que la gente acuda a la plaza. Las novedades tienen fecha de caducidad; por muchas oportunidades que se le quieran dar, a priori, los toreros deben triunfar en la plaza y la taquilla debe responder. Si falla uno de estos elementos, es difícil que la novedad tenga continuidad", escribe John Gordon, un excelente aficionado del Club Taurino de Londres. Sus esperanzas de un tiempo mejor arranca de tres nombres: López Simón, José Garrido y Roca Rey, pero no se olvida de Ginés Marín o de Varea, como también recuerda, junto a las figuras, a Talavante y Perera, son los mimbres de lo que espera una temporada 2016 que sea distinta y que aporte más vida a la Fiesta.



John Gordon, Club Taurino de Londres
Taurología, 12/03/2016
Cada temporada taurina tiene su novedad, un aliciente nuevo para el aficionado o el público.Analizando las noticias en los portales y los reportajes en las revistas, podemos ver el cartel, el torero o el concepto que se va a tratar de vender durante el verano. Esta temporada, el aliciente es el relevo generacional. Para unos diez años, hemos visto un grupo de siete u ocho figuras copar los puestos más sabrosos de los carteles de campanillas. Ante esta situación, la afición ha reclamado que los carteles se abrieran, que se le dieran oportunidades a jóvenes valores. Sin embargo, el mundillo ha resistido este cambio, hasta hoy.

Todo el invierno, la prensa ha resaltado que esta va a ser la temporada del cambio, o mejor dicho, de la oportunidad. Las figuras y los empresarios le darían la oportunidad a un puñado de toreros jóvenes, los más aventajados, de compartir mesa y mantel en las corridas de tronío. El trio de nuevos valores es, por orden de antigüedad, López Simón, José Garrido y Roca Rey. Les sigue un trio de novilleros que están llamados a figurar en los carteles del verano: Ginés Marín, Álvaro Lorenzo y Varea 

Esta última semana ha sido la primera prueba para los jóvenes. Las ferias de Castellón y Olivenza han sido las dos primeras ferias del gran circuito, y las dos primeras ferias que han combinado carteles de las figuras clásicas y los nuevos valores. En la ciudad de la plana se vieron las caras López Simón y Roca Rey en un mano a mano que tuvo buena respuesta del público y un nivel notable de los dos toreros. Fallo la corrida de Juan Pedro, pero López Simón triunfo y Roca Rey mostró su gran dimensión.

Este es el doble reto de los toreros y los empresarios; los toreros tienen que triunfar y los empresarios saber vender el espectáculo para que la gente acuda a la plaza. Las novedades tienen fecha de caducidad; por muchas oportunidades que se le quieran dar, a priori, los toreros deben triunfar en la plaza y la taquilla debe responder. Si falla uno de estos elementos, es difícil que la novedad tenga continuidad, la formula no habrá funcionado, y quizá volvamos al sota caballo y rey que todo el mundo conoce.

Afortunadamente los indicios, por ahora, son buenos. El mano a mano de Castellón funcionó, así mismo, la corrida novel matinal de Olivenza fue la mejor del ciclo --y además lleno la plaza--, mientras que López Simón corto dos orejas en la corrida vespertina del domingo. Sin embargo, la mejor noticia pueda que haber sido la encerrona de Varea. Llenó la plaza, que por sí sola es una noticia que una novillada atraiga a tanto público, y triunfó; se apuntó, con su capote, muleta y espada, al relevo generacional.

Los nuevos valores

Con las Fallas en marcha, vamos a enfocarnos en los noveles y repasar el estado de cada uno.

El maillot amarillo del relevo generacional lo tiene Alberto López Simón. La mayoría de los jóvenes se ven anunciados por las cualidades que se pueden entrever. Alberto ya ha cuajado un temporadón, y se le anuncia por sus triunfos en la plaza. Por lo pronto, hay toreros que con una temporada como el 2015 de López Simón se han montado una carrerea entera, ahora toca ver cómo va a desarrollar su tauromaquia. Sus cartas principales son el valor y firmeza. Sin querer minusvalorar su capacidad para el toreo fundamental, López Simón sale la plaza convencido de que va a triunfar y a base de su valor y decisión le busca las teclas al toro para alzarse con ese triunfo. En Castellón y Olivenza no le tocó ningún toro de bandera – pero López Simón tenía claro que iba a triunfar a golpe cantado.

José Garrido también mostró en Olivenza esa habilidad de triunfar a golpe cantado; su quite a su primer cuvillo era un quite de alguien convencido de que en esa corrida iba a triunfar. Sus dos toros, sin ser redondos, tuvieron algunas virtudes y Garrido se las encontró cuajando dos faenas importantes combinado un toreo en redondo con profundidad y esos arrimones tan típicos en la tauromaquia del 2016. Garrido fue el novillero puntero del 2014, el año pasado tuvo el bachecito que sufren la mayoría de toreros post-alternativa. Ya le estamos viendo colocado en las principales ferias del principio de temporada. En Olivenza ha empezado, deberá continuar en la corrida de Fuente Ymbro del primer sábado de Fallas. 

A mi juicio, el alumno más aventajado de la nueva generación es Roca Rey; se le intuye el techo más altos de sus compañeros de generación. La incógnita va a estar en como desarrollará. Hasta Olivenza, pensaba que la baza del toreo de Roca Rey era la capacidad para entender las embestidas de los toros y una quietud brutal. Dos cualidades con las cuales se puede ser una figura de sobra. Sin embargo, el salto cualitativo que dio Roca Rey con la embestida enclasada con su primer cuvilllo fue importantísimo. Cuidado con alguien que puede torear tan bien, se queda tan quieto y además conoce las embestidas de los toros como pocos.

Roca Rey y López Simón se van a medir de tú a tú con las figuras en dos manos a manos. Dos muestras de la rivalidad que se puede mascar entre las figuras y los noveles. Garrido está un poquito apartado de esta guerra fallera, toreando la corrida de Fuente Ymbro antes que lleguen las figuras. Necesita un golpe en la mesa para mostrar que se merece el trato de López Simón y Roca Rey. Este trío de ases serviría, por sí solo, para aportar un revulsivo importante al escalafón, pero es que además hay tres novilleros a la puerta de la alternativa que se pueden incluir en la baraja “revolucionaria”.

Ginés Marín está preparado de sobra para el cuatreño; la dimensión que ha dado en sus últimas novilladas ha sido importantísima. Si llega a cuajar a los toros como a los novillos no va a necesitar una temporada de rodaje, habrá que incorporarle en los carteles cuanto antes. Su toreo roza en la perfección en redondo, por dominio, quietud y rotundidad. Pero además se arrima como un perro, se pasa el novillo cerquísima y tiene una faceta ojedista. Tiene tres novilladas de primera en Fallas, Sevilla y Madrid antes de tomar la alternativa y montar su asalto al escalafón superior. 

Álvaro Lorenzo y Varea están en un segundo plano en comparación con Marín. Pero ambos hacen un toreo de calidad que gusta al aficionado. Lorenzo tiene un toreo sobrio, castellano con menos tremendismo que sus compañeros. Varea es una incógnita. Tiene la moneda de toreo caro en su haber, la cuestión es su falta de regularidad. El nivel lo marcó en su encerrona de Castellón, puede ser un torero de faenas grandes y siempre hay sitio en el toreo para las faenas grandes.

Una lectura de las novedades

Así pues, vemos que hay una baraja de toreros nuevos importante. Siempre hay un par de noveles que interesan al aficionado. Pero los jóvenes que tenemos entre mano este 2016 es un grupo amplio que debería también atraer al gran público. Además, se pueden sacar varias lecturas de cara a Fallas, las primeras ferias y, si la idea cuaja como debe, la temporada entera.

La primera es que los enfrentamientos entre los jóvenes y las figuras será directa, en la plaza, en el mismo cartel. Siempre escuchamos esa anécdota de Joselito El Gallo, cuando veía que un novillero o joven torero tenía cierto ambiente procuraba acartelarse con el cuanto antes, pegarle un repaso para que la afición no tuviera ninguna duda de quién era el líder. Creo que los noveles tienen la capacidad para competir con las figuras consagradas, pero, sería bonito que cada tarde se respirara aire de rivalidad. Un aire de tensión. De ésto puede vivir la fiesta.

La segunda lectura es que el aliciente y la novedad se deben vender bien de cara al público. En momentos pesimistas se puede pensar que los toros interesan menos y que el público de aluvión ha dejado de ir a la plaza. No creo que esto sea cierto. El público todavía va, pero solo cuando masca que puede haber un espectáculo importante. Lo mismo pasa en todas las ofertas de ocio. La gente no va al espectáculo de base, al teatro de barrio, al grupo musical que empieza o a un partido de Segunda; va a los grandes eventos. Lo mismo pasa con los toros. Lo importante es que se comunique que el enfrentamiento de las figuras y los jóvenes es un evento de elite. Como siempre, la asignatura pendiente del toreo es la comunicación.

En tercer lugar, la irrupción de los nuevos valores puede ser una mala noticia para ciertos toreros de la segunda fila. Esos toreros, ya veteranos, que han encontrado cobijo en los carteles al amparo del sota, caballo y rey. Todos los tenemos en mente, y no hace falta poner nombres. Pero son toreros que, por muy duro que pueda sonar, han recorrido su camino en el toreo y tienen que hacerle hueco a sabia nueva. Los jóvenes, como hemos podido comprobar, tienen cualidades para tomar el relevo de estos toreros. Y parece que las empresas le están dando la razón.

Por último, por mucho que hable de toreros nuevos, no debemos olvidarnos del toro. Es y será el eje de la fiesta. Así pues, de poco vale programar un cartel con interés, venderlo bien y después olvidarnos del toro. Todos sabemos las ganaderías, sean del encaste que sean, que funcionan. Entonces, está en los toreros y las empresas en apostar por ese toro. Además, ya que hemos escrito de como los carteles de toreros se han abierto, no sería mal que los toreros apostarán por abrirse en el tema de ganaderías. Hay más que Domecq en el campo, y encastes como Nuñez, Atanasio y Buendía, por citar a tres, que la darían frescura a los carteles. Además, cada uno de estos encastes dan toros que sirven y aportan emoción al toreo moderno. Apostar por nombres nuevos es importantísimo, vamos también a apostar por nuevas ganaderías en las corridas estrellas.

Pero no sólo los muy nuevos

Por todo lo dicho, la temporada se antoja interesantísima. Hay una base de toros y toreros importantes para la fiesta. Ahora queda en el mundillo en organizar espectáculos que se aprovechen de esta base. Que atraigan al público generalista a un espectáculo que sigue vigente en el siglo veintiuno y, además, puede, y debe, aportar emociones y recuerdos fortísimos. Ahora solo queda, que salga el toro.

Esta columna ha sido de mirar hacia adelante, pero déjame terminar mirando hacia atrás. Talavante nos dio algunas de las faenas más creativas de 2015. Mientras Perera nos sigue impresionando con su valor y toreo rotundo . Talavante y Perera sin duda merecen más de un total combinado de tres corridas en Valencia y Sevilla en la primavera. Talavante y Perera son dos figuras relativamente jóvenes que yo quiero ver medida contra los chicos jóvenes también.

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