La estupidez humana (2ª parte) / por Carlo M. Cipolla

 ..recordemos ocasiones en que, desgraciadamente, tuvimos que ver con un individuo que, tras realizar una acción, consiguió una ganancia, causándonos un perjuicio a nosotros: dimos con un MALVADO.

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En 1976 el escritor italiano Carlo M. Cipolla escribió, sin pretensión alguna, un ensayo sobre la estupidez humana. En principio lo distribuyó solamente entre sus allegados, pero fue tal la repercusión que tuvo el boca a boca que doce años después lo publicó una editorial italiana. Al español se tradujo por vez primera en 1991. Y treinta años después, debido al confinamiento por el Coronavirus lo he desempolvado y vuelto a leer. 

Bocanegra

Madrid, 8 Abril 2020

• Publicación anterior:  La estupidez humana (1ª parte)

3.- La Tercera Ley Fundamental (Ley de Oro) dice así: 

“Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.”

Aunque no lo explicite, esta Ley presupone que todos los seres humanos están incluidos en una de estas cuatro categorías fundamentales: 

A) Incautos; B) Inteligentes; C) Malvados y D) Estúpidos.

Todos recordamos ocasiones en que, un individuo realizó una acción, cuyo resultado supuso una pérdida para él y una ganancia para nosotros: en aquella circunstancia nos relacionamos con un INCAUTO.

También, quizá, recordemos ocasiones en que, desgraciadamente, tuvimos que ver con un individuo que, tras realizar una acción, consiguió una ganancia, causándonos un perjuicio a nosotros: dimos con un MALVADO.

Igualmente nos vendrá a la memoria alguna ocasión en que un individuo realizó una acción de la que ambas partes obtuvimos provecho: nos juntamos con una persona INTELIGENTE.

“Tales casos ocurren continuamente, pero si seguimos reflexionando, encontraremos alguna ocasión en nuestra vida en la que sufrimos pérdidas dinerarias, de tiempo, de energía, de tranquilidad y de buen humor por culpa de dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, nos causa daños, frustraciones y males, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones y decisiones. Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad, --dice Cipolla--, no existe explicación –o mejor dicho—sólo hay una explicación: la persona en cuestión es ESTÚPIDA. Pero aún hay más. Existen personas que, con sus inverosímiles acciones, no sólo causan daños a otras personas, sino también a sí mismas. Esas personas pertenecen al género de los SUPERESTÚPIDOS.”

4.- Cuarta Ley Fundamental.   Enunciado: “Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.”

“La generalidad de la gente tiende a creer que un estúpido sólo se hace daño a sí mismo, pero, lamentablemente, tiene una apreciación equivocada; están confundiendo la estupidez con la candidez.”

“A veces se puede caer en la tentación de asociarnos con un individuo estúpido con el objeto de utilizarlo en provecho propio. Tal maniobra no puede tener más que efectos desastrosos porque, por un lado, está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la estupidez y, de otro, proporciona al estúpido la oportunidad de desarrollar posteriormente sus capacidades.”

“Habrá quien se haga la ilusión de que está manipulando al estúpido, y hasta cierto punto puede que incluso lo consiga. Pero debido al comportamiento errático de este tipo de individuos, es imposible prever todas sus acciones y reacciones, y muy pronto uno se verá arruinado y destruido por sus imprevisibles acciones.”

“A lo largo de los siglos, en la vida pública y privada, innumerables personas no han tenido en cuenta esta Ley Fundamental y esto ha ocasionado pérdidas incalculables a la humanidad.”