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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 3 de agosto de 2022

El esperpento / por Pla Ventura

"...Es cierto que, la raíz del toreo empieza en los pueblos pero, esos mismos lugares no pueden ser mancillados por toreros caprichosos que quieren ejercer en dicha plaza el esperpento al más alto nivel. Un respeto para Santa Cruz de Mudela como para todos los pueblos de España y, en el caso que nos ocupa mucho más porque la plaza aludida es la más antigua de España..."

El esperpento

Pla Ventura
Toros de Lidia / 2 agosto, 2022
Antonio Ferrera es capaz de lo mejor y lo peor, no tiene término medio. Igual se enfrenta a seis Miuras en Pamplona y dona sus honorarios a la Casa de la Misericordia que, como fuera el caso días pasados en Santa Cruz de Mudela, protagonizara uno de los esperpentos de la temporada. Como siempre dije, este hombre, como todo hombre libre puede hacer lo que le venga en gana, otra cosa es que nos guste a los demás que, eso ya es otro cantar. Es más, todo hombre público tiene que saber que sus partidarios o detractores, por aquello de haber pagado una entrada tienen derecho a pronunciarse y, sin ofender, exponer sus puntos de vista como es nuestro caso. Y en el caso de la crítica otro tanto de lo mismo.

Ferrera, como ya hiciera en otras plazas de menor nivel en la presente temporada, acudió al Santuario de Las Virtudes no a santificarse, pero sí a ridiculizarse. La prueba de lo que digo no es ese capote color alcachofa podrida que suele usar que, si a él le gusta, alabado sea Dios. Lo triste de la cuestión es encerrarse con cuatro animalitos para protagonizar el esperpento antes mencionado porque, amigos, era una plaza de tercera pero que, de tercera es Azpeitia y existe un rigor admirable mientras que, en la plaza manchega todo era puro cachondeo para regocijo de ese hombre que, sus razones tendrá, quiere hacer el ridículo todas las veces que se le presente y, lo que es más triste, hasta se le notaba el disfrutaba en ello.

En Santa Cruz de Mudela le dieron orejas para hacer estofado durante mes y medio pero, aquello olía a todo lo peor; desde la falta de fuerzas de los toros, hasta los mismos pitones y la absoluta falta de rigor en la presidencia, convirtieron aquel espectáculo que, a priori nos parecía hermoso, insólito y nunca antes visto, en un circo de mala muerte porque, insisto por millonésima vez, si el toro no tiene la mínima dignidad como animal, todo lo que se haga alrededor será pura parodia. Si de originalizad se trataba, Ferrera lo logró por completo puesto que, hasta se trajo un grupo de cantaores flamencos para amenizar el espectáculo que, como digo, rayaba todo en lo original puesto que, no es normal que en un festejo taurino sea amenizado por grupos como el citado; pero eso está muy bien, nada que objetar, era su deseo y se le respeta. Lo que nadie podrá respetar era aquellos toros moribundos que, para colmo, a los lugareños, Ferrera les estaba haciendo creer que eran los Miura de Pamplona.

Como dato anecdótico de que lo que estoy contando, Raquel Martin, novillera apoderada por Cristina Sánchez que mataba dos novillos junto al extremeño, la actual apoderada de Ferrera, cuando a la chica le dieron las orejas y el rabo exclamó: ¡No me lo puedo creer! Estaba claro porque la señorita que no debe ser tonta, se esperaba una oreja para su trabajada labor pero, al ver el rabo hasta ella misma se extrañó. Otro tanto sucedió con Ferrera en el que le dieron orejas a troche y moche y él, tan feliz, dando las vueltas al ruedo.

Seguramente Antonio Ferrera se mueve por las estadísticas que, en realidad, en todas las áreas suele ser siempre la gran mentira que a todos les gusta escuchar. Es decir, al final de la temporada, la de Ferrera dirá ha cortado “tres mil orejas” y, repito, si de numerología estadística hablamos, el dato queda de maravilla pero, si se analiza en profundidad el hecho, es de puro lamento como sucediera en la plaza antes aludida.

Es cierto que, la raíz del toreo empieza en los pueblos pero, esos mismos lugares no pueden ser mancillados por toreros caprichosos que quieren ejercer en dicha plaza el esperpento al más alto nivel. Un respeto para Santa Cruz de Mudela como para todos los pueblos de España y, en el caso que nos ocupa mucho más porque la plaza aludida es la más antigua de España. Ferrera, como era preceptivo, en dicho ruedo –mejor rectángulo- escenificó su propia caricatura, es decir, la parodia al más alto nivel y, las buenas gentes de dicho pueblo se lo aplaudieron. Claro que, hasta el presidente fue partícipe de todo aquel barullo; yo no quiero que se niegue la voluntad popular de unos aficionados que han pedido la oreja; pero tampoco quiero ese dispendio sin sentido en el que el presidente sacaba los pañuelos a puñados.

Como digo, una tarde para olvidar, un ridículo sin precedentes que, como dije, servirá para la estadística de Antonio Ferrera que, en su momento nos cupo el honor de cantarle su gran gesta pamplonica dentro y fuera del ruedo, como ahora la recriminamos esa tarde tan atípica como absurda. Eso sí, como tantas veces dije, pese a todo, en aquella encerrona de Ferrera nos llevamos la dicha de gozar con las banderillas de Fernando Sánchez que, pese a todos, sigue siendo el mejor.

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