Como aficionado, lo confieso, tengo miedo de lo que pueda ser el futuro de este diestro admirable. Y lo digo con conocimiento de causa porque el cupo está lleno, no cabe más gente en escalafón para las ferias que se celebran y, Isaac Fonseca no debe de quedar en un torero de relleno para cartelitos sin importancia. Por esa razón me entran los temblores de la muerte al pensar –y quiero equivocarme- que puedan dejar a Fonseca de la mano de Dios. Insisto que, si hubiera que destacar a un novillero auténtico, cabal, arrebatador y de una entrega absoluta en los ruedos, ese hombre se llama Isaac Fonseca que, sin importarnos nacionalidad, raza o la condición que fuere, el diestro azteca merece el mejor reconocimiento que un diestro pueda soñar.
Como digo, hemos venido observando en los dos últimos años a toda la plantilla novilleril que, por supuesto, hemos hallado a novilleros interesantísimos sin nada que desdeñar; es decir, con el absoluto derecho a doctorarse porque llegan con una carrera novilleril llena de triunfos, por tanto, de experiencia y valor. Ciertamente, los datos que tenemos respecto a los novilleros nos ponen a temblar, lo digo porque si no recuerdo mal el pasado año se doctoraron casi veinte chavales y, solo Tomás Rufo está funcionando como Dios manda. En esta temporada han recibido la borla de doctores taurómacos varios novilleros y, por lo que estamos viendo al respecto de la confección e carteles, no vemos a ninguno inscrito en feria alguna. O sea que, el temor que podamos sentir ante el futuro de Isaac Fonseca tiene un fundamento tremendo; son los datos lo que manejamos que, como digo, para casi la gran mayoría de los chicos, todos están abocados al ostracismo.
Como fuere, Fonseca no puede ser uno más; y lo digo porque en su etapa de novillero ha sido el mejor, que nadie lo dude y, ahí están las pruebas que certifican su grandeza como novillero con picadores. No tengo el gusto de conocer al diestro mexicano, pero si me cabe la satisfacción de haberle visto en varias de sus actuaciones para admirarle y, como en este momento, para contar su verdad, sus valores tan auténticos, su disposición desgarrada frente a los toros; todo ello, amén de otros muchos valores que adornan la vida y obra de este chico admirable.
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