"...La Gente pa tó de Márquez son los lúseres de la ciudad de los toros..."
Ignacio Ruiz Quintano
Que “tié que haber gente pa tó” es lo que Rafael el Gallo contestó a José Ortega y Gasset cuando éste le dejó caer que era filósofo.
Pa tó… y pa ná.
La gente de este Gente pa tó de José Ramón Márquez es más gente pa ná, pero con más carga literaria que casi toda la gente pa tó.
¡Toros!
Lo dice Foxá:
–Y todavía no ha surgido, ni creo que nacerá nunca, la “Carmen” de Bizet del fútbol; ni habrá tapices de Goya sobre un penalti; ni romances de Federico o décimas de Gerardo a un córner.
La Gente pa tó de Márquez son los lúseres de la ciudad de los toros.
En algún pasaje de Stevenson encuentra Borges que dice que no sabemos para qué fin ha sido destinado el hombre, pero ciertamente no lo es para el éxito.
Y Borges propone a Almafuerte como poeta de la derrota (la idea del fracaso como fin): cuanto más humillado sea un hombre, es más admirable; cuanto más ruin, más idéntico a este mundo, que no es moral; cuanto más abatido, más alto.
La Gente pa tó de Márquez comienza con un chulo de toriles retratado por Zuloaga y termina con Paquiro el de Palencia, que se las vio a las malas con Pancho Villa, pasando por el perro Paco…
Pero ésa es otra historia.
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