Yo me declaro fiel seguidor de ambos maestros, don Paco Mora y el Fino, y suscribo cuanto pedía el primero en su artículo.
¡Háganle caso a don Paco!
Rafael Comino Delgado
Hace pocos días, el maestro de la información en general, y de la taurina en particular, don Paco Mora, publicó en este mismo medio un "billete", como suele decir él, bajo el título "Háganle justicia al Fino", en el que destacaba, en su justa medida, las cualidades como torero de Finito de Córdoba, y lamentaba que siendo uno de los toreros más importantes del momento, y yo diría que de siempre, por su inigualable calidad y por su técnica perfecta, toree tan poco como torea. Hacía un llamamiento a los empresarios para que le den más carteles y así los buenos aficionados, y los profesionales, puedan disfrutar de su toreo, torería y magisterio.
Yo me declaro fiel seguidor de ambos maestros, don Paco Mora y el Fino, y suscribo cuanto pedía el primero en su artículo.
Con respecto al segundo, el Fino es un torero de una dimensión enorme, que, además de su innata calidad, aporta una madurez y una maestría que todos los profesionales elogian. Es un torero que siempre dejará, al menos, algún lance, algún muletazo, algo que al espectador le quedará grabado, tatuado para siempre en su mente y en su alma. Además, ahora está en un momento cumbre, de forma física, de ilusión y de madurez.
Prácticamente todos los días torea en el campo, y no solo vacas, sino también toros, y es una verdadera delicia verle y poder disfrutar de su toreo, que es una joya del arte, como lo pueden ser la pintura de Velázquez, la música de Beethoven o Mozart y la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer.
Nosotros creemos que Finito da categoría y brillantez a cualquier cartel, por tanto no se explica que últimamente esté toreando tan poco. Por eso me dirijo a los empresarios, especialmente a los de élite, para sugerirles que le pongan en la Feria de Fallas de Valencia, en la de Abril de Sevilla y en la de San Isidro de Madrid. El de Valencia y Madrid es un hombre creativo, con imaginación, buen aficionado, es torero y sabe valorar la clase de toreo que hace el Fino. ¡No se entiende que no le dé carteles!
El de Sevilla es muy buen aficionado y me consta que saborea con especial regusto el toreo de Finito. Si le pusieran en esas tres ferias tendría, al menos, seis toros en tres plazas de primera. Con que solo uno de los seis le permitiese sentirse, como él sabe hacer, en 15 ó 20 muletazos, habría valido la pena. Seguro que en esas tres ferias, Finito demostraría lo que antes les decía, que está en un momento cumbre, pletórico, física y psíquicamente, con la afición de cuando empezaba.
Los buenos empresarios deben buscar complacer no solo al público que llena las plazas sino también a los muy buenos aficionados, que siempre están apoyando la Fiesta y saben paladear el toreo de artistas como Finito de Córdoba, es decir, el toreo clásico, el toreo de máxima calidad, el que alimenta, el de siempre, el que llena y eleva el espíritu.
Por eso digo: ¡Sres. empresarios en general, háganle caso a don Paco y denle carteles al Fino, la Fiesta se lo agradecerá!
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