Mural de Enrique “Kike” Torres, artesano taurino popular merideño (GC).
Una agonía no deseada, por nada del mundo, pero infinidad de factores han influido en su desarrollo, que hace pensársela bien al Empresario, por mucha voluntad que tenga para montarse en un ciclo taurino ferial patronal..
Agonía taurina venezolana
Giovanni Cegarra
Mérida-Venezuela
El coronavirus viene haciendo estragos no solo en los seres humanos, se carga también actividades de corte socio deportivo cultural folklórico turístico recreacional y por ende,...
...con nuestra pasión y afición, la Fiesta Brava, que en nuestro país, Venezuela, entró en una, no deseada agonía, ante la crisis política económica que se viene arrastrando desde hace años, que le ha hecho serio daño, por mucho esfuerzo y voluntad, que pongan de por medio, Empresarios e impulsadores de lo taurino.
La pandemia por lo del coronavirus, viene a contribuir en la agonía taurina venezolana. Una verdad, aunque no seamos dueños de ella, clara, precisa, concisa, tajante. La coyuntura socio económica política que se confronta en Venezuela, ha afectado considerablemente la Fiesta Brava en el país; este año, el Calendario Taurino se vino abajo, apenas se han dado, dos Ferias Taurinas, la de San Sebastián en San Cristóbal, Estado Táchira y el Carnaval Taurino de América/Feria del Sol en Mérida, Estado Mérida, Región Los Andes.
Una agonía no deseada, por nada del mundo, pero infinidad de factores han influido en su desarrollo, que hace pensársela bien al Empresario, por mucha voluntad que tenga para montarse en un ciclo taurino ferial patronal, como lo son, entre otros, los costos de organización corridas, novilladas, festivales, pago de honorarios profesionales a toreros, escasez de toros producto de las penurias de los ganaderos del campo bravo, por los elevados precios de alimentos, vacunas etc., y conste, que no se quiere hacer el papel de sepultureros, lamentablemente, es la cruda realidad.
El Calendario 2020, apenas registra y apurado, siete corridas de toros, dos novilladas con picadores, un festival, dos festivales cómicos taurinos, 26 orejas cortadas y un rabo, tres indultos, con la secuela de la no realización de tradicionales de Ferias Taurinas Patronales, estadística que, en comparación a años anteriores, da mucho que pensar, por lo que, más rápido que inmediatamente, es imperante la urgente unidad nacional taurina, sin distingos de clase y posición, sin que prevalezcan intereses personales empresariales grupales, para evitar, a toda costa, que la Fiesta Brava en la agonía que padece, desaparezca del escenario socio económico turística cultural tradicional venezolano, en todos está, por mucho que cueste, su permanencia, preservarla, mantenerla, a más ver, con Dios y olé.
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