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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 28 de septiembre de 2020

Me han robotizado / por Paco Mora

No prohíben la celebración de espectáculos taurinos, pero reducen a doscientas entradas la posibilidad de asistir a una corrida de toros, como ha ocurrido en Cabra (Córdoba). Nos toman el pelo, se ríen de nosotros y seguro que piensan: ¡Ya os cansaréis!

Me han robotizado

Paco Mora
AplausoS / 27 Stbre. 2020
Estoy aburrido, irritado y asqueado. Me miro al espejo y no me reconozco. Han conseguido anular mi personalidad. Me han convertido en un ente abstracto sin ilusiones ni esperanza de ninguna clase. Y si lo han conseguido conmigo, que siempre fui un individuo que contemplaba el mundo desde mi yo interior; ¿qué no habrán hecho con esos millones de seres humanos sencillos, nobles y buenos que aceptan todo lo que les cae encima porque creen que el buen Dios lo quiere así?

No prohíben la celebración de espectáculos taurinos, pero reducen a doscientas entradas la posibilidad de asistir a una corrida de toros, como ha ocurrido en Cabra (Córdoba). Nos toman el pelo, se ríen de nosotros y seguro que piensan: ¡Ya os cansaréis!

Antes de la pandemia yo era de esos que “de lo que ven la mitad creen”, pero ahora ya no me creo nada. Me han dejado la conciencia de corcho. Ni pienso ni siento. Me han robotizado. Estamos en manos de unos elementos que por mantenerse un día más en el poder serían capaces de dar a su padre, a su madre y a sus hijos. Y lo peor es que me inunda la impresión de que a nuestros gobernantes les importa un pimiento que España quede reducida a una tribu asustada, triste y acoquinada, sin perspectivas de futuro, mientras ellos puedan continuar manejando los resortes del poder.

No prohíben la celebración de espectáculos taurinos, pero reducen a doscientas entradas la posibilidad de asistir a una corrida de toros, como ha ocurrido en Cabra (Córdoba), con un cartel en el que el emperador actual de toreo Enrique Ponce actuaba mano a mano con un artista de la calidad de Curro Díaz. Nos toman el pelo, se ríen de nosotros y seguro que piensan: ¡Ya os cansaréis! Quieren hacernos sentir en los ijares del alma la fuerza de las espuelas de su poder omnímodo. Aquí manda el tío de la coleta morada mientras el “gran gurú” Pedro se contonea y le deja hacer, no vaya a ser que se enfade, le retire su apoyo y tenga que retirarse a rumiar su fracaso como hombre de gobierno a sus cuarteles de invierno.

Ha llegado la hora de Walpurgis para España. Dentro de poco, y gracias a la asustada modorra a que nos tiene sometidos la pandemia, seremos una masa mansa y moldeable, y ellos, los que mandan, serán los dueños y señores de nuestras vidas y hasta de nuestros gustos, aficiones y pensamientos

Con doscientas entradas no hay dinero ni para pagar las cuadrillas. Pero, claro, los picadores, banderilleros, mozos de espadas, chóferes y demás personal que sobrevive de su trabajo en los aledaños del toreo no son para ellos trabajadores. Y les han hecho un ERTE camuflado de mil demonios. Y es que los toros huelen a España y si se va acabando con todo lo racialmente español, en vez de un pueblo de acusada personalidad, quedará una masa gelatinosa sobre la que podrán montar su República Popular con la que ellos podrán mandar sine die, que no gobernar que de eso no saben ni papa, y no tendremos más remedio que agachar la cerviz y obedecer. Ha llegado la hora de Walpurgis para España. Dentro de poco, y gracias a la asustada modorra a que nos tiene sometidos la pandemia, seremos una masa mansa y moldeable, y ellos, los que mandan, serán los dueños y señores de nuestras vidas y hasta de nuestros gustos, aficiones y pensamientos.

¡Lástima que Napoleón tuviera que salir de España como gato que le cortan el rabo! ¡Qué pena no haber nacido franceses! Simón, cruza los Pirineos y muéstrales a nuestros taurinos cómo se hacen las cosas para evitar que el amigo de Maduro se haga con la situación e implante su dictadura en España, utilizando el toreo como piedra angular de su dictatorial proyecto…

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