Una imagen que este 2020 no podremos ver
El próximo fin de semana estaremos pendientes de lo que en Jaén suceda, pero esta semana echaremos muchísimo de menos el no poder estar o ver lo que siempre sucedía en el Coso de Pignatelli.
Feria de El Pilar
Precisamente en estos días, en esta semana, se estaría celebrando la Feria del Pilar en Zaragoza.
En este malhadado 2020 la puñetera pandemia se ha cargado todas las ferias, la de la capital maña no iba a ser menos. Para unos más y para otros menos, lo crean o no, durante esa feria íbamos haciendo las ‘maletas’ todos, toreros, ganaderos, empresarios y aficionados. Echábamos el cerrojo.
Ahora las maletas están ya hechas… y en muchos casos están hechas trizas, oxidadas de no usarlas. Ninguno ha podido hacer el periplo completo que acababa en Zaragoza casi siempre, incluidas las retransmisiones televisivas. Ahora éstas van a continuar, pero a base de simulacros, nada comparable con la solemnidad de las corridas en las plazas de primera.
Yo, que he recorrido esas plazas de primera, empezando por Valencia y terminando por Zaragoza y, por supuesto, haciendo la ‘penitencia’ mensual de San Isidro y la posterior Feria de Otoño, me siento vacío. Nada de todo eso he podido hacer este año.
Sevilla, Pamplona, Bilbao, junto a las citadas de Valencia, Madrid y Zaragoza, son a las que se les puede llamar de primera división si lo comparamos con el fútbol. Y no lo digo por los toreros que en ellas actúan, que también suelen ser los más encopetados, lo digo más bien por la seriedad del toro que puede salir por sus chiqueros.
En el fútbol también existe la segunda y la tercera división, incluso existen las regionales, pero aunque en todas usan el mismo balón cosa que no sucede en el mundo del toro, la categoría y solemnidad no alcanza, ni de lejos, los quilates de la división primera. En los toros, es notorio, quien le da categoría a esa primera división es el toro, ya que los participantes, los toreros, suelen ser los mismos en todas las divisiones.
Ese actuar en unas divisiones y otras, resta carácter, y oportunidades, a las actuaciones. De ahí que uno eche de menos las plazas de primera en ‘la reconstrucción’ inventada. Claro que entonces el toro que están lidiando todavía se le vería más chico en plazas más grandes.
Decía que Zaragoza suponía el final de las de primera y de casi todo, minimizándose como se iba haciendo con Jaén, pero hete aquí que la ciudad andaluza este año resurge de sus cenizas, gracias a un empresario ‘echado p’alante’ y ofrece una feria mejor que las precedentes por San Lucas. Lo que antes era un cierre descafeinado de la temporada, este año es un cierre con nivel e interés por los carteles que se ofrecen.
El próximo fin de semana estaremos pendientes de lo que en Jaén suceda, pero esta semana echaremos muchísimo de menos el no poder estar o ver lo que siempre sucedía en el Coso de Pignatelli.
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