Esta es la verdadera faz de los empleados de la máquina de fango. Socialeros de Martini y caviar, sin más ideología que la mamandurria.
Aunque les pese, el pueblo llano americano ha hablado. Y le ha pegado un buen revolcón a los demócratas, el partido del satánico NOM.
Están muy nerviosos viendo se les hunde el chiringuito LGTBI y el cuento chino del "cambio climático antropogénico" con su suicida Agenda 2030. El miedo es libre y ya se refleja en la adversa reacción del IBEX. No me extrañaría que con la ayuda de los influyentes fondos de inversión.
Está por ver si Trump se atreve a poner en peligro también el negocio de la poderosa industria de armamento americana abogando por lograr en breve acuerdos de paz en Ucrania y Oriente Medio.
Le hará falta una gran determinación y mucho valor para abordar esa tarea. Se enfrentará a grupos y lobbies con intereses muy fuertes.
Y, desde luego, si quiere poder gobernar, y si aprendió la lección tras su polémica derrota en las anteriores elecciones y la persecución de la que ha sido objeto estos últimos cuatro años, deberá emprender, desde el minuto uno de su desembarco en la Casa Blanca, una limpieza aséptica de todas las instituciones sensibles, hoy colonizadas por el Partido Demócrata, es decir, por el NOM.
Mi enhorabuena a Donald Trump y mi deseo de que acierte en el desempeño de la presidencia del país más importante y poderoso del mundo. Algo que nos trasciende a todos, y más, si cabe, a los habitantes de este desnortado Occidente.
Dios le ilumine
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