El brindis de la despedida entre L. Simón y Curro Vázquez
..sería una lástima que Alberto se diluyera consumido en su propia salsa, engrosando las filas de los que pudieron ser y no fueron. Yo sigo confiando en que logrará salir del bache incompresible en que se encuentra, porque, insisto, es valiente, pisa los terrenos de los triunfadores y tiene sello. Pero...
¿Qué ocurre con López Simón?
Paco Mora
Alberto López Simón ha roto con Curro Vázquez dentro de la más absoluta cordialidad, si hemos de creer -y no hay razones para dudarlo- lo que han declarado ambos. Curro, además de haber sido un gran torero, muy del gusto de los que nos sentimos buenos aficionados, es un tipo serio y formal que le venía de perlas al de Barajas para recuperar la serenidad que por fas o por nefas había perdido. Sin embargo, algo ocurre con este torero que no acaba de encontrar el equilibro necesario para erigirse en una importante figura del toreo.
Y el caso es que tiene mimbres sobrados para ello, puesto que muy pocos han abierto como él cuatro veces la puerta grande de Las Ventas, ratificando aquellos éxitos en temporadas posteriores. Tiene personalidad, pisa terrenos muy comprometidos y se los pasa muy cerca. Le he visto faenas angustiosas y últimamente ha ganado en aplomo y profesionalidad. ¿Qué le falta para ser una figura consagrada, sin zozobras que le pongan palos a las ruedas de su carrera? Es un torero interesante del que se espera siempre el estallido, y sin embargo...
Cuando Curro Vázquez se hizo cargo de dirigir a López Simón uno creyó firmemente que el barajeño había acertado de pleno, pero... Parece que tampoco ha sabido sacar partido de tan conveniente dirección, y sería una lástima que Alberto se diluyera consumido en su propia salsa, engrosando las filas de los que pudieron ser y no fueron. Yo sigo confiando en que logrará salir del bache incompresible en que se encuentra, porque, insisto, es valiente, pisa los terrenos de los triunfadores y tiene sello. Pero...
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