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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 24 de enero de 2016

COLOMBIA. PUENTE PIEDRA / 2ª DE TEMPORADA: Triunfa Bolívar / por Jorge Arturo Díaz Reyes


Bolívar. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes

"...Puente Piedra ha honrado con su toro en dos corridas la accidental responsabilidad de ser el sucedáneo de la censurada primera plaza de el país, y el refugio de la también primera afición, que hoy otra vez la colmó no solo en cantidad sino en calidad. Había mucha, mucha gente distinguida en los tendidos. Caché..."

Triunfa Bolívar

Puente Piedra, Colombia, 23.01.2016
El caleño con dos faenas de distinta clave y dos estocadas fulminantes corta tres orejas y se adueña de la tarde. Ritter recibe una, e Ivan Fandiño se va triplemente silenciado. Guachicono echó el encierro de más trapío en lo que va de la temporada colombiana.

Siete guachiconos (en Torrestrella), cuatro negros gironeados, uno salpicado, dos burracos, todos bellos de lámina, lustrosos, musculados, enmorillados, hondos, parejos de romana, generosamente armados, astifinos, dos veletos. Acudieron con vigor al monopuyazo, galoparon hasta la barrera tras los banderilleros, y atacaron los engaños con diverso temperamento y dispares finales. Una señora corrida de toros trajo Luis Fernando Castro a Puente Piedra, plaza que pide reputación torista. “Esto es lo único que puede salvar la fiesta; la emoción” colofonó el ganadero. Claro no fueron fáciles, ni dóciles, ni tontos. A eso se refería. Dos manifestaron casta bronca y apremiaron, otros acabaron con menos fuelle, pero para eso están los toreros, para eso existe el toreo. Sus peleas le llegaron a la gente que aclamó cinco de los arrastres y dieron significado a cuanto les hicieron por la cara.

Luis Bolívar se abrió de capa con dos largas cambiadas de rodillas. Pareció que venía en actitud bullidora, pero las cuatro verónicas y media, las otras tantas chicuelinas, la revolera y su muleteo de predominió derechista fluyeron rimadamente por los caminos de la serenidad y el temple, a los cuales contribuyó la gran calidad del toro. Menos puros los naturales, la verdad sea dicha. Cuatro ayudados por alto y un trincherazo prepararon la estocada que aunque levemente descentrada mató sin puntilla, recibiendo las dos orejas y un vuelta muy festiva.

“Viajero”, el cuarto, fue con mucho el más ofensivo de la ofensiva corrida. Un par de agujas apuntando al cielo intimidaban, mas no a Luis. Como tratando de agravar la cosa se las puso a la altura del cuello hincándose para las cinco verónicas y media, y Luego de que el gran Cayetano Romero fuese sacado hasta los medios con caballo y todo, brindó al venerable Don Fermín Sanz de Santamaría, puso las dos rodillas en el platillo, aguantó el galope desde tablas y trazó cinco redondos y dos de pecho, pasándose las púas por las barbas y armando una escandalera de chirimía, gritos y oles. A diferencia de su primera lidia en esta el acento estuvo en los gestos, pero igual que en aquella la zurda tuvo menos claridad. Sin embargo la espada cimera liquidó para un tercer trofeo que tuvo algunos opositores. Quizá resentidos por los miedos que les hizo pasar.

Ivan Fandiño, extravió la ruta con sus dos toros de sorteo, los más complejos, en justicia. Ambos lo desarmaron, el quinto, que se le sublevó, además le correteó por el ruedo provocando gritos de ¡Toro!. Al segundo le pegaron duro en la vara, se vino pronto a menos y terminó echándose antes de la igualada. Reincorporado con ayuda samaritana, terminó sus días bajo un espadazo incompleto. Regaló el sobrero, el más liviano, y por momentos alcanzamos a vislumbrar ese torero que Madrid hizo suyo. Más la brega se fue a tablas y el ánimo decayó. Media docena de manoletinas intentaron en vano resucitarlo pues dos pinchazos y un descabello sin estocada frustraron la cosa. 

El paisa Sebastián Ritter, se hizo querer con su saludo capotero, y sus chicuelinas paseadas. Pero brindó al controvertido procurador y desató un pandemónium de pasiones encontradas. Le costó volver a centrar la atención del público en la brega. Con la muleta planchada y la figura reposada lo logró, y cuando las embestidas tardaron, se arrimó siendo también desarmado y perseguido. El estoque le cayó bajó y la oreja pareció de más. Alternó cal y arena con el sexto, carialto y áspero e incierto. Apeló de nuevo al arrimón volviendo a dividir el electorado sin que el pinchazo y la estocada honda lo reunificaran.

Puente Piedra ha honrado con su toro en dos corridas la accidental responsabilidad de ser el sucedáneo de la censurada primera plaza de el país, y el refugio de la también primera afición, que hoy otra vez la colmó no solo en cantidad sino en calidad. Había mucha, mucha gente distinguida en los tendidos. Caché. 

FICHA DEL FESTEJO
Sábado 23 de enero 2016. Plaza “Marruecos” Puente Piedra. 2ª de temporada. Sol bajo techo.Casi lleno. Siete toros de Guachicono (en Domecq), con lámina y trapío, armados, astifinos, y encastados; ovacionado 1º, aplaudidos 3º, 4º y 7º, división al 6º y pitados 2º y 5º. 
Luis Bolívar, dos orejas y oreja. 
Iván Fandiño, silencio, silencio y silencio en el de regalo..
Sebastián Ritter, oreja y silencio.

Incidencias: 
Saludaron John Jairo Suasa “Chiricuto” tras parear al 2º, José Calvo tras perear al 5º y Carlos Garrido tras parear al 6º. Al final de la corrida Luis Bolívar salió a hombros.

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