¿Bale, Isco y Kroos por doscientos millones? ¿Cómo se dice tururú en árabe?
Dice Le Parisien que Al-Khelaifi busca una revolución en el PSG y que se habría fijado en Kroos, Bale e Isco por los que estaría dispuesto a ofrecer... ¡doscientos diez millones de euros!... Ojo, no doscientos diez millones por uno de ellos, no, doscientos diez millones de euros por los tres. O sea, setenta millones por cabeza. O sea, las rebajas de verano. Porque como Al-Khelaifi tiene todo el dinero del mundo y todas las facilidades y cuando tiene problemas con el fair play financiero o la UEFA no está, o la UEFA está mirando hacia otro lado o a Ceferin le ha pillado la crisis en la toilette, que además de ser un cuadro muy famoso de Henri de Toulouse-Lautrec es lo que aquí solemos conocer como el cuarto de baño, hay que tener mucho cuidado con el PSG.
Porque el PSG puede fichar, el PSG puede quitarle al Barça a Neymar o al Mónaco a Mbappé, pero en cuanto osas dirigirte a Al-Khelaifi, en cuanto te atreves siquiera a darle los buenos días, el jeque amenaza con destruirte sepultándote en billetes de quinientos euros. Y tampoco se puede ofender al jeque yendo al futbolista por detrás. Ni, llegado el caso, se le puede ofrecer por su jugador al jeque una cantidad de dinero insultantemente baja, según su criterio. El criterio del presidente del PSG, claro, no es el criterio de cualquier persona normal sino el de un millonario, presidente de la federación de tenis de Qatar o de Bein Sports. Si ofendes a Al-Khelaifi simplemente te destruye, te envía a tu casa la mancha negra, que era lo que el ciego Pew le entregaba al capitán Billy Bones en La isla del tesoro, y acabas deportivamente muerto. Ahora, eso sí, el PSG sí puede faltarte al respeto a ti... ofreciendo doscientos diez millones de euros por tres jugadores cuyas cláusulas de rescisión de contrato suman mil quinientos.
El simple hecho de que alguien de dentro del PSG haya transmitido a alguien de dentro de Le Parisien que el club francés estaría interesado en fichar a tres jugadores titulares del vigente campeón europeo y mundial por menos dinero del que les costó Neymar resulta ofensivo. Claro que también puede ser una invención de Le Parisien, pero, de ser cierto que el PSG quiere hacer su revolución llevándose a futbolistas del Real Madrid a precio de saldo, lo que tiene que decirle a Al-Khelaifi el Real Madrid (en árabe, eso sí) es tururú. O, si va en serio, que todo es negociable. Y en ese caso, si todo es negociable, al que debería pretender el Real Madrid es a Kylian Mbappé. Si lo que dice Le Parisien es cierto y el PSG querría llevarse el pack compuesto por Bale, Isco y Kroos por doscientos diez millones de euros, aquí se ha producido una lamentable confusión. Y yo creo que la confusión arrancaría en el instante mismo en el cual el Real Madrid se desprendió por cien millones de euros de un futbolista que, según venía estipulado en su contrato, valía mil. Ese descuentillo de novecientos millones de euros de nada, con el que se podría comprar a Mbappé y a Neymar por mucho dinero que tenga el PSG, es probablemente lo que haya distraído al club francés.
¿Qué es lo que yo creo?... Pues lo que yo creo es que Neymar está lanzando al aire balizas de socorro enfrentándose un día con un aficionado, discutiendo otro con Draxler... y que el PSG, que no quiere ser directo en la negociación, le pone un cebito al Madrid. Porque en las negociaciones de trapasos puede haber dinero... y puede haber futbolistas; o, llegado el caso, ambas cosas. Si todo esto es cierto, todo dependerá a su vez de si Florentino Pérez se conforma con cantar línea o, ya puesto manos a la obra, prefiere el bingo completo. Hay un proverbio árabe que dice "el tesoro que no se gasta se aprovecha poco". Puede que Al-Khelaifi piense que del tesoro de Neymar ya no puede rascar nada más el PSG. Aunque también es posible que Le Parisien mienta. Pero, ¿doscientos diez millones por Bale, Isco y Kroos? Tururú. En árabe, claro.
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