María Ángeles Grajal pregona la feria taurina de Córdoba con mucha pasión / por Ladislao Rodríguez

Ángeles Grajal y Jaime Ostos flaqueados por toreros cordobeses, Pedro López y José María Portillo. - LADIS

Fue presentada ante el público por su marido, el matador Jaime Ostos,

ACTO EN EL REAL CÍRCULO DE LA AMISTAD

Ángeles Grajal pregona la feria taurina de Córdoba con mucha pasión

LADISLAO RODRÍGUEZ

Diario de Córdoba, 24/05/2019

Anoche, en el Salón Liceo del Real Círculo de la Amistad de Córdoba se reunió la Córdoba taurina para escuchar a María Ángeles Grajal López en el pregón de la Feria Taurina 2019, que este año alcanza la 30ª edición. La pregonera fue presentada por su marido, el matador de toros Jaime Ostos Carmona.

Había levantado gran expectación la presencia de esta pareja mediática y la verdad que no decepcionaron. En la presentación, Jaime Ostos fue muy ameno y contó los lazos que le unen a Cordoba comenzando por su primer encuentro con Manolete en un hotel de Écija. Soltó frases de cariño y complicidad hacia su esposa, a la que colmó de adjetivos y de la que dijo que lleva 36 años con ella pero que la volvería a buscar de volver a nacer.

Cuando la doctora se puso ante el micrófono fue desgranando pasajes de nuestra historia taurina, muy bien hilvanados con el momento actual por el que pasa la fiesta de los toros. Lo primero que apuntó fue el título de su pregón, Sin testículos no hay tauromaquia, y a partir de ahí habló del valor como eje fundamental del toreo. «Todo se aprende menos el valor», dijo. En su recorrido por nuestra historia taurina dedicó un capítulo especial a los cinco Califas del toreo, que ensalzaron la fiesta cada uno en su época. Contó anécdotas de los toreros cordobeses, algunos de los cuales estaban entre el público, como Montilla, El Puri, Finito, Chiquilín y Manuel Sánchez Saco, a los que elogió.

Fue un pregón muy ameno que culminó con la narración de una efemérides: «Tal día como hoy del año 1930 -dijo- en Nueva York daba una conferencia el matador de toros Ignacio Sánchez Mejía y fue presentado por Federico García Lorca, que era muy aficionado a los toros».

La velada la abrió brevemente el presidente del Castoreño, entidad organizadora, José María Portillo Fabra, que le pasó la palabra al presidente del Real Círculo, Pedro López, que recordó la vinculación de esta casa con los toreros cordobeses y dijo sentirse muy satisfecho y agradecido porque tanto la pregonera como su marido aceptaran la invitación para estar aquí esta noche. Ella es una pregonera de lujo y él ha sido una de las grandes figuras del siglo pasado.

La Banda del Cristo del Amor, dirigida por José Antonio Vázquez, que contó con la participación de la violinista Mª Ángeles Bellido, amenizó el acto con diversas composiciones taurinas iniciadas con el pasodoble Manolete al entrar la comitiva.