Córdoba, Salón Liceo del Real Circulo de la Amistad, Pregón Taurino 2017. Centenario de «Manolete», «Palmeño» en el centro de la imagen. De izquierda a derecha: Lolo Vázquez, Juan Lamarca (Pregonero) «Parrita», «El Puri», Fernando Tortosa, «El Pireo», Federico Roca, José María Montilla, Gabriel de la Haba «Zurito», «El Garbanzo», Rafael «Chiquilín» y Enrique Reyes Mendoza.
El ultimo paseillo de Manuel García «Palmeño»
Entre 1960 y principios de los 70, Córdoba contó en los ruedos con los matadores de toros José María Montilla, «Palmeño», Manuel Benítez «El Cordobés». «Zurito», «El Pireo», «El Puri», Antonio Sánchez Fuentes, Fernando Tortosa, «El Hencho», «El Barquillero», Manuel Rodríguez, Pedrín Benjumea, Antonio José Galán, «El Yiyo» (de Priego) y algunos otros más de alternativa testimonial . Señalo los anteriores nombres, muchos de ellos señeros en el toreo, para que se valore lo que suponía destacar como torero en nuestra tierra en el periodo señalado.
Pero si era grande la competencia en esos años 60 en el toreo cordobés, en el ámbito nacional existían más figuras que en ninguna otra época. Figuras de la talla de Antonio Bienvenida, Antonio Ordoñez, Julio Aparicio, «El Litri», Manolo Vázquez, Gregorio Sánchez, Jaime Ostos,»Pedrés», «Chamaco», Curro Romero, Rafael de Paula, «Miguelin», «Mondeño», Diego Puerta, Paco Camino, «El Viti», Andrés Vázquez, José Fuentes, Palomo Linares…
«Palmeño» inició su carrera de matador de toros encontrándose cada tarde con los diestros antes citados, logrando imponerse hasta coronar su primera temporada con 60 corridas de toros, situándose entre los cinco primeros del escalafón. Parecido nivel mantuvo en la temporada siguiente, para después declinar, en parte debido a las cornadas.
Tenía «Palmeño» un estilo más rondeño que cordobés, de pierna adelante, sobrio pero con gran clase, y pasándose los toros muy cerca, destacando como capotero hondo y como estoqueador contundente.
Pero a pesar de sus cualidades, en Córdoba apenas se ha recordado a «Palmeño» a lo largo de los años transcurridos desde su retirada a la actualidad. Ello se debió a que apenas registra su historia efemérides en plazas cordobesas, y también al hecho de establecerse y fundar su familia en Ecija, ciudad que le acogió con cariño hasta su muerte, de la que apenas salía, viéndosele escasamente en los ambientes taurinos cordobeses.
Hombre muy sencillo y bondadoso, rehuyó «Palmeño» de todo relumbrón, y sólo recuerdo verle por Córdoba en actos taurinos en dos ocasiones: en la reinauguración del Museo Taurino, siempre junto a su amigo y paisano Manuel Benítez y después, con motivo de su participación en el Pregón Taurino de la Feria de Córdoba de 2017, celebrado en honor de «Manolete».
Para localizar a «Palmeño» conté con Antonio Domínguez, aficionado de Palma del Río que nunca había perdido el trato con su paisano. Y así pude explicarle al maestro que el Pregón consistiría en una docena de brindis a «Manolete», pronunciados en el Salón Liceo del Real Círculo de la Amistad de Córdoba por otros tantos matadores de toros cordobeses. «Palmeño» que no se encontraba muy bien, pero que tenía mucho interés en honrar a «Manolete», dependiendo su presencia de la evolución de su salud. Y a partir de ahí, tuve ocasión de conocer sus extraordinarias cualidades humanas y su casta torera . Pero la víspera del Pregón me llamó Antonio Domínguez para decirme que el maestro «Palmeño» estaba en un hospital de Sevilla. Lo llamé para darle las gracias por su intención de participar en el acto y desearle una rápida recuperación . Me respondió el maestro con tono risueño : «Tengo los dos brazos doloridos, pero no te preocupes: mañana a las ocho estaré en el patio de cuadrillas».
Y en el Círculo de la Amistad estuvo a la hora en punto, trasladado por su hijo Manuel. Y pudo reunirse con matadores de toros cordobeses de su época, y luego, formados en ternas, cruzaron el Salón Liceo, lleno de público que los ovacionaba y a los sones del pasodoble «Manolete» interpretado por la banda de la Plaza de Toros. E iba el maestro «Palmeño» con la chaqueta echada sobre los hombros, porque no podía entrar los brazos en ella, pero «Palmeño» se sentía el más torero de todos.
Con un recuerdo para su esposa Loia y para sus hijo Manuel y sus hermanas.
José María Portillo Fabra
Presidente de la Tertulia «El Castoreño» del Real Círculo de la Amistad.
Córdoba, 16 de Marzo de 2020
Fotografías: José Luis Cuevas
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