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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 7 de octubre de 2021

La verdad, ante todo /por Antolín Castro

Recientes acontecimientos vienen a avalar cuanto digo. Emilio de Justo en Madrid y Diego Urdiales en Sevilla, en un mismo día, han puesto sobre la mesa esa verdad, esa autenticidad tanto tiempo reclamada. Quizá a este 2 de octubre haya que otorgarle el título del ‘Día del Toreo’. Que Madrid y Sevilla, las dos plazas más importantes, lo hayan certificado le da, si cabe, mayor veracidad.

La verdad, ante todo

Madrid, 06 Octubre 2021
Posiblemente la verdad sea algo intangible, necesaria, imprescindible para avanzar.

Esta aseveración puede ser útil en todo. La vida es un camino a recorrer y precisa de apoyarse en bases auténticas para que el recorrido pueda, y deba, aproximarse a lo que se espera y se necesita de él.

En el toreo esa necesidad es mucho más perentoria. Demasiado tiempo viviendo del arte de birlibirloque, nada por aquí y nada por allá. Una nada que se ha instalado entre los aficionados o, para mejor decir, entre los que se consideran aficionados, pero que en la práctica no distinguen bien qué es verdad y qué es mentira entre lo que les ofrecen.

Afortunadamente, y sin lugar a dudas, se han abierto puertas recientes que están poniendo negro sobre blanco, en ese blanco de la nada que decíamos. A ello se aferran los aficionados de verdad, aquellos a los que les cuesta trabajo admitir como oro lo que es simplemente dorado.

Recientes acontecimientos vienen a avalar cuanto digo. Emilio de Justo en Madrid y Diego Urdiales en Sevilla, en un mismo día, han puesto sobre la mesa esa verdad, esa autenticidad tanto tiempo reclamada. Quizá a este 2 de octubre haya que otorgarle el título del ‘Día del Toreo’. Que Madrid y Sevilla, las dos plazas más importantes, lo hayan certificado le da, si cabe, mayor veracidad.

Cómo es posible vivir de espaldas a tan necesaria exigencia. Cómo ha sido posible que se pueda alimentar la afición al arte de torear padeciendo a pegapases insufribles durante tantos años. Por suerte, tenemos algunos toreros más, que han elegido y nos muestran el camino de la verdad, Juan Ortega, Paco Ureña, Pablo Aguado, están ayudando, junto a los citados De Justo y Urdiales, a que una claraboya nos deje ver el sol, que existe el toreo y que éste no es como nos lo estaban vendiendo.

Un repóquer que nos hace concebir esperanzas de cara al presente, pero mucho más de cara al futuro. Durante mucho tiempo toreros de las cualidades y autenticidad de los mencionados han estado postergados, arrinconados… sin que su luz iluminara el camino de los aficionados.

Curiosamente también los citados han estado olvidados muchos años, a ninguno les ha resultado fácil aparecer en el escaparate donde se aprecian y valoran las distintas condiciones toreras. De ahí que solo pudiéramos ver la mediocridad que nos han venido ofreciendo.

Ahora tenemos, y hemos de defender, la pureza y la verdad ante todo. Es hora de coger ‘el toro por los cuernos’ de la naturalidad, de la autenticidad, del valor sin estridencias, de la pureza, de la entrega sin ventajas. Es la hora de la verdad. Es el momento de desplegar la ilusión que teníamos perdida.

Ojalá contribuya a que muchos de los que se fueron vuelvan a las plazas, Curro Romero lo ha hecho en Sevilla, para que de nuevo el Toreo resplandezca en su totalidad. Ver a Urdiales u Ortega no es lo mismo que lo que se acostumbra a ver. Las diferencias son tan abismales, que nos ofenden quienes no son capaces de proclamarlo de esta precisa manera.


De ahí que la verdad ha de abrirse paso ante todo y que sean estos toreros los que sean el espejo para las generaciones que salgan. Demasiado tiempo de espejos sucios y trucados nos han amenazado con burdas imitaciones del toreo y han echado a muchísimos aficionados de las plazas.

La verdad, ante todo.

Fotos: Plaza1 y Lamaestranza

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