En la sentencia, la Audiencia recuerda que la protección de las personas a no sufrir sensaciones de dolor o sufrimientos físicos y psíquicos, humillantes o envilecedores, debe llevarse a cabo “con el máximo rigor” cuando la persona afectada es un niño de ocho años, frágil y vulnerable por estar en formación todavía su capacidad emocional. Esta protección, detalla la sentencia, tiene que reforzarse cuando “el niño está afecto de una enfermedad mortal que mina sus escasas defensas psíquicas. Además, el ataque verbal se produce tras la celebración del homenaje y conociendo los acusados la inocente afición del niño, destruyendo de ese modo sus efectos benéficos y el recuerdo de unos momentos breves de felicidad”, afirma el mismo texto.
Un procedimiento iniciado en 2016
El caso del ‘niño torero’ –una de las ilusiones del pequeño Adrián era emular a sus héroes del traje de luces- saltó a la palestra en 2016, año en que se celebró un festival benéfico en la Plaza de Toros de Valencia para recaudar fondos para la Fundación de Oncohematología Infantil del Hospital Niños Jesús. Tras ese festival, en el que Adrián salió de la plaza a hombros de los propios toreros participantes, se viralizaron varios mensajes en redes sociales que deseaban su muerte por su afición a los toros. “Que se muera, que se muera ya; que se muera un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaa! Adrián, vas a morir”. Ese era el tono los de ataques -ese llegó a ser divulgado en Twitter y Facebook, en cuentas borradas poco después- que acabarían generando una ola de solidaridad con el pequeño que tuvo su epicentro en el mundo del toro, especialmente sensibilizado con su situación. Pero al chico, gravemente enfermo, sólo le quedaban unos meses de vida. El sarcoma de Ewing -un tumor maligno que afecta a los huesos y a los tejidos blandos del cuerpo- no le dio ninguna oportunidad.
En ese momento, la Fundación del Toro de Lidia (FTL) inició un procedimiento judicial que dio como resultado la absolución, en el Juzgado de lo Penal, de los tres jóvenes que pusieron los mensajes previamente mencionados. Tres años después de dicha resolución y tras los recursos interpuestos por la Fiscalía y por la FTL, la Audiencia Provincial de Valencia ordenó repetir el juicio y finalmente han sido condenados por un delito contra la integridad moral. “Esta nueva victoria judicial de la Fundación Toro de Lidia se suma a un cuerpo jurisprudencial multidisciplinar que pretende proteger la tauromaquia frente a los ataques del movimiento antitaurino”, finaliza el mismo comunicado.
Bien por la justicia, la justicia contra los tontos desalmados que denigraron a este pobre niño. ¡Merecida respuesta!
ResponderEliminarAhora, no obstante, habrá que ver la reacción ---directa o indirecta-- de los antis para reponerse, quizá con renovada saña y sed de venganza. Aunque sigan siendo tontos.
// Atte., Torotino