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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 2 de agosto de 2023

El ejemplo de Azpeitia, un modelo a seguir / por Pla Ventura


"..Y todo eso que parece un milagro, sin dudas, es un oasis en la podredumbre de las organizaciones taurinas, todo ello lo llevan a cabo un grupo de aficionados de Azpeitia que, capitaneados por Joxin Iriarte elevan su espectáculo a la auténtica categoría que debe de tener una corrida de toros, en este caso, en una feria admirable de la que todo el mundo debería tomar lección..."

El ejemplo de Azpeitia, un modelo a seguir

Pla Ventura
Toros de Lidia/2 agosto, 2023
Todos los males que azotan a la fiesta de los toros podrían redimirse si se pudiera aplicar la fórmula de Azpeitia, cosa imposible dada la mercadotecnia actual del toreo pero, como quiera que soñar es gratis, ese es el ejemplo de lo que podría suponer la verdad y la justicia en el toreo.

Cualquiera tiene derecho a emocionarse al pensar, como digo, la grandeza de lo que supone esta feria norteña en la que, para mayor dicha, sus beneficios son donados a organizaciones benéficas. Y digo grandeza porque allí se contrata primero el toro a lidiar y, acto seguido, a los toreros que, de forma habitual es una feria de oportunidades, ¿cabe grandeza mayor? Insisto, si lo que allí se cuece pudiera llevarse a cabo en todas las ferias de España se acababan los problemas en un rato.

He visto la feria y, una vez más he quedado emocionado; ante todo por el toro que se ha lidiado que, en su conjunto ha sido todo un éxito puesto que, el cincuenta por ciento de los toros han embestido con nobleza, casta al margen que, la han tenido todas las corridas. Se le denomina como una feria torista que, en realidad lo es, siempre, comparada con las ferias de provincias en las que, por regla general, por aquello de contentar a las figuras, se les trae el burro adormilado.

Los toros de Azpeitia no se comen a nadie pero, eso sí es cierto, tienen la casta necesaria para emocionar y, en algunos casos para retirar a cualquier otro torero y, a su vez para que triunfen por lo grande aquellos que son capaces de soportar el envite pero, siempre, bajo los parámetros del toro encastado y exigente, nunca con los animales ilidiables que no aportan nada a la fiesta, todo lo contrario puesto que, frente a ellos se juegan la vida unos hombres apasionados a sabiendas de que el éxito es muy difícil que llegue.

Diego Urdiales

Me fascina el toro de Azpeitia, lo diré tres millones de veces porque, pese a su casta, las ganaderías que allí se han lidiado, todas han permitido que los toreros triunfaran, cosa que se ha repetido todas las tardes, incluso ese gran artista llamado Diego Urdiales, como me ya conté, hizo una de las faenas de la temporada. No me olvido de los otros triunfadores, por supuesto, pero me quedo con la grandeza del toro lidiado que, en su conjunto, insisto, ha sido algo modélico puesto que, como pudimos ver, el cincuenta por ciento de los toros han embestido para que sus lidiadores lograran el éxito, si ellos no han sido capaces es su problema.

Eso sí, como decía, la organización es perfecta, hasta el punto de que, como expliqué, si ello pudiera ser posible y se aplicara la fórmula azpeitiana el éxito lo teníamos asegurado y, lo que es mejor, lo que anhelamos y entendemos como justicia empresarial. Si un torero ha triunfado, hay que repetirle y, lo que no lo han hecho por no haber debutado, se les dan las oportunidades respectivas para que logran éxito y reconocimiento. 

Juan Ortega

Ayer, hasta debutó en Azpeitia Juan Ortega que, con buen aire dio unas verónicas bellísimas. Lo que quedó claro es que la sombra de Morante es alargada porque, anunciado como estaba agotó el papel y, por culpa de esa lesión que arrastra no se pudo presentar. Como contrapunto diremos que la corrida de La Palmosilla, Javier Núñez la eligió para Morante como era natural y lógico.

Y todo eso que parece un milagro, sin dudas, es un oasis en la podredumbre de las organizaciones taurinas, todo ello lo llevan a cabo un grupo de aficionados de Azpeitia que, capitaneados por Joxin Iriarte elevan su espectáculo a la auténtica categoría que debe de tener una corrida de toros, en este caso, en una feria admirable de la que todo el mundo debería tomar lección. Ahora bien, tanta grandeza, justicia, equidad y demás valores que allí se ostentan, todo ello el taurinismo no lo quiere ver ni en pintura; ellos juegan a sota caballo y rey, y si te he visto no me acuerdo. La gran verdad es la explicada, un hombre aficionado llamado Joxin Iriarte, que no es profesional de la materia, que vive muy alejado del mundo de los toros, de repente, confecciona una feria y nos deja a todos boquiabiertos. E, insisto, y todo sin ánimo de lucro. Vamos que, voy narrando y se me caen las lágrimas de la emoción que puedo sentir.

Daniel Luque

Jesús Enrique COLOMBO

4 comentarios:

  1. Es muy bonito como usted lo cuenta. Incluso llegaría a suscribirlo, pero ha llegado la televisión y nos ha hecho ver que la realidad no es así. La feria de Azpeitia en su mitificación le debe casi todo a Ignacio Alvarez Vara, Barquerito.
    Baste decir, para no entrar en otras profundidades que acabo de leer que este señor Uriarte ha dejado el apoderamiento de Diego carretero. Luego tan ajeno al mundo del toro, no.
    Y así todo en Azpeitia. Otro mito taurino que se cae.

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  2. Me refería en mi comentario anterior a Joxin Iriarte.

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  3. Pues yo acabo de volver de Azpeitia dónde he podido asistir a la feria completa de este año 2023. La feria, la plaza, el ambiente, etc excepcionales. Ahora bien, la presentación de los toros y, en especial, las astas de los mismos, muy muy decepcionantes, la verdad. Creo que no se justifica el que la plaza sea de tercera con esa presentación.
    Un saludo y gracias por sus crónicas y comentarios.

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    1. Lleva usted razón. La categoría de la plaza no está reñida con la integridad de las astas. Ocurre siempre que en las plazas que presumen de TORISTAS cuando lidian las figuras son como otras cualquiera, fraude a la vista ante la complacencia general...

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