Frente al pesimismo de la razón (Vila y Padrós), el optimismo de la voluntad: Jotaté, como lo conocen sus sectarios, ha hablado al recibir el alta médica en menos de lo que tarda en persignarse un cura loco, que por algo a este tío le llaman Rock God.
Y eso que la enfermería era "tercermundista", al decir de las locas españolas; si llega a ser del primer mundo, a Jotaté le da tiempo de salir a despachar él mismo a Navegante.
Pero le ha merecido la pena tanto esfuerzo (el esfuerzo de hablar, digo): después de enterarnos de que Almodóvar se valía del silencio para luchar contra el franquismo, la policía andaba amoscada, y no queríamos imaginar que Jotaté estuviera llevando a solas una lucha... ¡quién sabe!... ¿por la República? Que no hay República, ni siquiera la de Ikea, que valga la alegría de saber que sabe hablar.
Ignacio Ruiz Quintano
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