REMATE DE SAN ISIDRO: ¡EH!...LAS MULILLAS
Por Bocanegra
Madrid 30 de Mayo de 2010
Y para el arrastre han dejado a la feria.
¡Eh!...las mulillas, era el grito de Nicanor Villalta cuando, cuadrado el toro y montada la espada, se disponía a entrar a matar con la bizarría y seguridad que le caracterizó. Al igual que el torero mañico –el que más orejas ha cortado en la Villa y Corte- los lastimosamente conocidos como matadores de pasillos y despachos, han dejado a esta plaza de Las Ventas y a su feria mundial San Isidro a disposición de las mulillas, pero sin bizarría, sin gallardía como lo hacía el bueno de Nicanor aquellos toros.
Ha sido la cobardía nadando en ese caldo de cultivo de la corrupción, que lo impregna todo en esta pobre España –pendiente de que la levante el puntillero como última solución- la que ha movido a este fatal desenlace.
Desde la adjudicación de la plaza en esta última época se ha venido avisando del desafuero perpetrado por la Comunidad Autónoma de Madrid y las consecuencias que ello acarrearía. Año tras año, temporada tras temporada, los resultados han ido dando la razón. Antes del comienzo de esta feria, a la otrora primera plaza del mundo ya la habían colocado en el disparadero y en caída libre. La última esperanza era San Isidro, pero la carteleria anunciada presagiaba la catástrofe, y de ello se encargó la Esperanza por antonomasia, cabeza de cartel de esa nefasta terna formada por el Consejero de turno palmero de la empresa, el sanedrín del Consejo Taurino, esa cueva llamada Centro de Asuntos Taurinos con su celoso cancerbero en el portón, la Dirección General de Seguridad e Interior, que lo único seguro que garantiza es la incompetencia, todos ellos responsables de la gestión de una gestión empresarial a la deriva.
El cierre de feria ha sido como tenía que ser. La suerte es muy necesaria en todo lo taurino, pero a la suerte hay que ayudarla. Se empezó el abono con un salvador y se cerró con un marqués, popa y proa de esta nave de toros artistas con los que han estafado a los espectadores.
La corrida anunciada de Adolfo Martín, rechazada en reconocimiento facultativo, fue sustituida por otra del Marqués de Domecq. ¿Es que no había otra con marchamo de torista? Había que rematar la fechoría y esta era la ideal para unos toreros legionarios que tragaron una corrida indigna.
¿Qué ha sido de aquel Fundi con aureola de torero del romanticismo émulo de los tragabuches y compañía?
¿Tan pronto se la ha olvidado a Rafaelillo cual es su puesto en este circo después de triunfar con los de de Dolores Aguirre?
De Javier Valverde habría que preguntárselo al que lo impone en todas las ferias donde se televisa.
El escándalo se sirvió a toque de clarín, no estalló la plaza porque en España ya no estalla nada. Si con la que está cayendo por la dictadura democrática de un degenerado, no se estremece ninguna conciencia, ¿por qué habría que ocurrir en un espectáculo perseguido y desprestigiado?
¿Y ahora qué?
El cancerbero atento...
El consejero, el negro del consejero, el asesor de la presidenta...,
el muñidor del Centro, el copista,
chico para todo, ¡un fenómeno!
¿La autoridad...... ?
El consejero, el negro del consejero, el asesor de la presidenta...,
el muñidor del Centro, el copista,
chico para todo, ¡un fenómeno!
¿La autoridad...... ?
¡Apaga y vámonos!
SAN ISIDRO, 29 DE MAYO
23ª de la Feria de San Isidro. Lleno.
Cinco toros de Marqués de Domecq, mal presentados, chicos y sin remate. Inválidos, descastados, deslucidos y de nefasto juego. El 6º, al límite, se dejó algo más. Un sobrero (1º bis) de Cortijoliva, feo de hechuras y de pésimo juego, descastado.
El Fundi, silencio en ambos.
Rafaelillo, silencio en ambos.
Javier Valverde, silencio y saludos.
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