¡¡Torero, torero torero..!! le vítoreo en coro el paisanaje quien llenó los tendidos, saliendo en volandas por la puerta grande.
Contundente triunfo de Jesús Enrique Colombo, en la plaza de Toros de Tacabamba, en el Perú. Al ser premiado con una oreja en cada toro que lidió que debieron ser tres.
Al fino torero español Oliva Soto, se le otorgaron, palmas en su primero, y una oreja de enjundia en su segundo.
Y el Torero peruano Kuntur Alfaro, quien se doctoró como Matador de Toros, le concedieron una oreja del Toro de su alternativa y palmas del segundo de su lote.
Ayer se cumplió la primera de tres tardes de toros en la Feria del Señor de la Misericordia en la ciudad de Tacabamba distante hora y media y parte de la provincia de Chota.
Distrito que alberga una plaza de toros para 8 mil personas que lució llena, papel agotado y en la que salió a hombros el torero venezolano Jesús Enrique Colombo tras cortar oreja a cada uno de su lote. Otra cortó el toricantano Kuntur Alfaro y también el sevillano Oliva Soto. El encierro de San Simón estuvo bien presentado y tuvo tres con opciones de triunfo con matices en el 1º, 3º y 4º.
Colombo una vez más encandiló los tendidos. Torero de tres tercios que tuvo en el primero un toro que medía y no se entregaba y hubo de aguantar para dejárselo llegar y de ahí templarlo y ligar. Por el izquierdo se vencía. Antes firmó un variado saludo con el capote que intercaló lances a pies juntos y verónicas que cerró con media y revolera. Que decir del tercio de banderillas, lucido y muy aplaudido los tres pares destacando el tercero girando hacia atrás para clavar arriba. Todo abrochado con un certero estoconazo, tremendo puñetazo que más tarde vimos el acero quebrado en los gavilanes. Oreja con unánime petición de dos desatendida por el palco que se enmendó en el quinto con una faena de mucho menor calado porque el toro no tenía recorrido y buscaba por lo que decidió abreviar pero otro estoconazo rubricó la faena. Oreja y salida a hombros.
El sevillano Oliva Soto no tuvo un buen segundo que marcó su terreno en tablas. Sin acople en el capote se iba de largo y parecía reparado de la vista. En muleta iba incierto, y le costaba al torero hacerlo romper, lo intentó pero no remontó su labor aunque dejó muletazos importantes por derecha. No hubo historia con la zurda por donde se vencía siempre. Pinchazo hondo y otro. Silencio.
En el cuarto, que se desplazaba pero había que esperarlo a que metiera cabeza en muleta Oliva lo recibió con bonito saludo de capote, flexionando la pierna de salida primero y luego verónicas de aquellas, meciendo los brazos y una media de cartel. Llegó a la muleta sin cambiar condición y no le bajó la mano pero con temple y muleta retrasada faenó, por derechazos con algunas intermitencias por abajo que el toro agradecía. Estocada algo contraría que demoró en doblar el astado. Oreja.
Tarde que revistió importancia porque el Alcalde Agip en su condición de presidente de fiestas ofreció y cumplió dar la alternativa al peruano Kuntur Alfaro. No es fácil para un peruano en el PERÚ forjarse de novillero, aquí apenas dan novilladas en Cutervo, y a Kuntur le tomó diez años hacerse y rodar en el escalafón menor a razón de 10 a 15 festejos mixtos por temporada. Y lo vimos con oficio y un toreo de calidad. Su primero fue el mejor de la tarde, con cuajo y nobleza que desplegó en los medios siempre. Lo recibió con buen manejo del capote y tras el largo parlamento de la ceremonia fue en los medios que hizo su faena el terreno que el toro quiso. Trasteó por derecha al que imprimió temple y cabeza y remató de certera estocada y oreja.
Importante estuvo en el sexto que sin ser perita en dulce se desplazó en corto y al que imprimió un trasteo con suavidad y lentitud, deteniendo el tiempo del toro en algunos muletazos en los que se gustó con desmayo de mano. Buena tarde echó el novel matador doctorado, que cerró con otro espadazo pero del que demoró en caer el burel y como cayó la noche enfrió la petición de otro trofeo que le hubiera abierto la puerta grande.
Kuntur para su alternativa vistió de la aguja un nazareno y oro, el color que más le gusta, fiel devoto del Cristo de Pachacamilla. Toreó el San Simón número 550 al que cortó una oreja, reseña para los que gustan de guardar datos.
Bien el piso de la plaza que si acaso debería hoy mojarse algo más para menguar el polvo y no demorar el inicio para no terminar de noche.
Nueva gente en la comisión de fiestas que empieza con buen pie su gestión. Enhorabuena. Porque la tarde tuvo importancia y porque la gente salió contenta de su plaza.
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