Fernando del Arco, Carlos Checa, y Florencio García
Quinta conferencia del ciclo que organiza la Casa de Madrid en Barcelona, junto con el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, fundado por por Fernando del Arco de Izco.
Carlos Checa anima la Barcelona taurina
Foto Elena Boix
El pasado viernes se celebró la quinta conferencia del ciclo taurino que está organizando la Casa de Madrid en Barcelona, gracias a la iniciativa del veterano aficionado Fernando del Arco, junto al presidente de la entidad Florencio García Cuenca. En esta ocasión, el protagonista fue un compositor que se ha ganado un merecido prestigio en el mundo de la música Carlos Checa, hijo de la compositora Elvira Checa (recordemos su pasodoble “Puerta Grande”, que suena constantemente en todas las plazas. También compuso otros como “Emilio Muñoz” o “La Monumental”. Hijo también del fallecido Luis María Gibert, que fue el alma máter de estas conferencias otoñales, desde hace unta treintena de años.
Carlos Checa hizo un detallado repaso por su carrera profesional, cuando se unió el “gusanillo taurino” que le inculcaron sus padres a su vocación musical, que le hizo ingresar en el Conservatorio. Trazó un recorrido por el sonadillo del siglo XVIII que desembocó en el pasodoble tradicional, cuya característica es el compás binario. Y recordó que fue precisamente en Barcelonan en la plaza del Torín, cuando en 1.879 sonó por vez primera un pasodoble. Había mucha algarabía y polémica ese día en los tendidos y para apaciguar las cosas, el director de la banda maestro Sampere, decidió que una faena fuera amenizada por un pasodoble mientras lidiaba al toro Lagartijo ( que hasta entonces sólo se utilizaba en el paseíllo, y entre toro y toro). El pasodoble en el toreo supone un premio, lo que no ocurre en otras artes (cuando un hombre pinta un cuadro, o una orquesta está tocando…).
Diferencias.
El compositor también hizo hincapié en que la juventud de hoy en día, sabe distinguir perfectamente entre la música que sonaba en los años setenta y la de los ochenta. Sin embargo, fruto del desconocimiento cultural, no distingue entre las tres escuelas fundamentales de la música a largo de la historia. El barroco con Juan Sebastian Bach; música clásica con el maestro Mozart; y finalmente el romanticismo con Schubert y Beethoven. Señaló como componente esencial de la música la emoción, hasta el punto de afirmar que “la música clásica debería denominarse “música emocionante”. En el coloquio posterior un aficionado le preguntó qué le parecía el fenómeno que ha ocurrido con Enrique Ponce, torero al que en varias plazas (la primera vez en Málaga) los músicos le han tocado durante sus faenas la sintonía de la película “La misión” obra de Ennio Morricone, y que dirigió Roland Joffé. Respondió que no le parecía mal porque supone una innovación, pero que él personalmente prefería el pasodoble tradicional, ya que su sentido métrico se ajusta mejor al devenir de las faenas.
Carlos Checa no escatimó elogios hacia su madre, también compositora y presente en la conferencia y cómo no, recordó con emoción a su padre ausente desde hace cinco años. Reconoció que desde que se prohibieron los toros en Barcelona se ha desvinculado mucho de la Fiesta, entre otras razones por su incesante actividad profesional. Hay que recordar en este sentido, su actividad al frente de La Orquesta de RTVE, y actualmente está al frente de la “Joven Orquesta de Barcelona”.Y su colaboración como músico, siguiendo las giras de Isabel Pantoja hace tres años, y lo mismo con su acompañamiento al genial cantante Miguel Ríos el último año.
Por último hizo hincapié en cómo se había relacionado la ópera y el mundo taurino, a raíz de la famosa “Carmen” de Bizet.
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