
Un momento de la faena de Borja a 'Milhijas'
'..Antes se necesitaban tres puyazos de bravo y una casta desbordante. Otra época sin duda. Pero el toro, de nota superior, se fue con los honores de su rango..'
Las Ventas/In Memoriam 2025:
‘Milhijas’ oculta un lote decepcionante de Victorino Martín
Por Jean-Charles Olvera - España
La ‘victorinada’ se terminaba sin ton ni son cuando apareció ‘Milhijas’, el cierraplaza de 594 kilos.
El más pesado del lote, con cara seria y embestida franca, hocico en la arena en los lances iniciales al capote de Borja Jiménez. Dos puyazos cumpliendo, empujando sin ser tan bravo como algunos lo vieron, y un gran recorrido en la muleta de Borja Jiménez, como buen toro obediente encastado, fueron suficientes para que los aficionados pidiesen la vuelta póstuma del cárdeno, que el palco finalmente concedió. Antes se necesitaban tres puyazos de bravo y una casta desbordante. Otra época sin duda. Pero el toro, de nota superior, se fue con los honores de su rango.
Gustó la faena del sevillano con unos inicios en los tercios del 6, por rotundos naturales que hicieron por fin rugir la plaza. Siguieron varias series por la misma mano, con intensidad y entrega. La faena era de premio grande, aunque tuviese pasajes con altibajos. Lamentablemente, fue rematada con espada caída. Sabemos que el sevillano mata mal, esta vez fue menos mal, pero tampoco era una estocada para premiarse con dos orejas en Madrid, lo que finalmente concedió la presidencia, oyendo fuerte petición. Tras la vuelta póstuma, el triunfalismo siguió, esta vez con la salida a hombros conjunta del rubio hispalense acompañado del criador Victorino Martín, que bien hubiera podido modestamente saludar.
Esa salida solo respondía a la calidad de ‘Milhijas’, pero no al resultado en su conjunto de una corrida que solo pudo despegar finalizando el festejo. Hasta ahí se temía algo similar al fracaso de la última ‘victorinada’ de la recién corrida en solitario de Borja Jiménez en Nimes el pasado lunes de pentecostés, 9 de junio.
A punto estuvo el ganadero de regresar al campo con más preguntas que respuestas. Porque el resto del lote apenas cumplió, aunque fuese interesante el abreplaza con un buen pitón izquierdo, pero a menos, siendo insuficiente para el planteamiento de Paco Ureña. Entregado estuvo el segundo en el capote de Emilio de Justo, pero teniendo más genio después durante la faena, pegando algún molesto gañafón. Complicados y con poca transmisión fueron el tercero y cuarto, impidiendo el lucimiento de los diestros. Emilio de Justo cortó una oreja benévola al quinto tras faena gritona de muchos pases, pero sin pesar, embistiendo el cárdeno como si fuese la muleta de Miguel Ángel Perera. La estocada entera, ligeramente contraria, fue tan sincera frente a esos tremendos pitones, que fue suficiente para que el público que llenaba la plaza pidiese una oreja, pero con división.
El padre del criador que salió a hombros con Borja Jiménez fue homenajeado con un minuto de silencio tras el paseíllo, decorándose además la plaza con fotos del ganadero y del hierro azul y encarnado de la A coronada. Un homenaje discreto y sensible, coronado por esa salida a hombros, triunfalista. Nos quedaremos con la esperanza de volver a ver a los hermanos de este ‘Milhijas’, sea en este coso o en otros. Un ‘Milhijas’ que tuvo, en tarde tan señalada, el poder de ocultar al resto de un lote decepcionante de Victorino Martín, que seguía de cerca al de Nimes del pasado lunes. Sin este 'Milhijas', hubiera sido una desafortunada tarde de decepción en día de memoria.
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