Cuando José Antonio Morante de la Puebla le cortó el rabo a un toro en la feria de abril de 2023, algunos amigos sevillanos, del mundo del toro (aficionados, algún ganadero, algún apoderado, pero ningún profesional de los que se ponen delante)me comentaban, literalmente, “dicen que Morante es el mejor torero de todos los tiempos”...
¿El mejor de todos los tiempos?
Rafael Comino Delgado
Cuando José Antonio Morante de la Puebla le cortó el rabo a un toro en la feria de abril de 2023, algunos amigos sevillanos, del mundo del toro (aficionados, algún ganadero, algún apoderado, pero ningún profesional de los que se ponen delante)me comentaban, literalmente, “dicen que Morante es el mejor torero de todos los tiempos”, si bien un matador retirado, sin nombrarlo, no estuvo de acuerdo con tal afirmación, y yo les preguntaba, ¿Quién lo dice?, Porque no es lo mismo que lo diga un aficionado pero poco, un muy buen aficionado, un profesional del toreo, de los que se ponen delante, los que de verdad entienden el toreo. La contestación era siempre la misma, ¡Lo dice la gente! Pero sin concretar. Posteriormente se ha publicado que le consideran Papa del Toreo, y uno se formula la misma pregunta, e incluso que roza lo divino (¡cuidado, qué le nombran DIOS!) También se ha publicado que hay dos cardenales papables, Juan Ortega y Pablo Aguado.
Quiero expresar con toda claridad que, yo soy un simple aficionado desde siempre, que he visto muchísimos toros desde el año 1950, pero solo aficionado, y respeto mucho las opiniones antes expuestas, y más viniendo de personas, muy cualificadas, muy ilustres, dentro del mundo del toro. Dicho esto, manifiesto que siguiendo los consejos del filósofo chino Confucio: “Difícilmente yerra un hombre por exceso de moderación”, y del filósofo griego, Tales de Mileto: “Sea tu oráculo la mesura”, intento ser moderado en todo, y pienso que PAPA es un título muy alto, pues se trata del representante de Dios en la tierra.
Particularmente creo que Morante es un gran torero, que torea muy bien con el capote, aunque con mucha frecuencia hace lo que yo llamo falsa verónica, o verónica medio delantal, que consiste en llevar la mano de entrada, es decir, y si se torea por el pitón derecho la mano izquierda y si se torea por el izquierdo la mano derecha, a la cadera y dejarla fija allí, no a la bragueta como siempre ha sido, y como hacia Curro Puya, quizás el que mejor haya toreado a la verónica. En cierta ocasión, el maestro José Luis Galloso me decía, que actualmente se torea muy poco a la verónica de verdad, y lo que se hace dar lances. Estoy de acuerdo. Morante es también muy bueno con la muleta por ambos lados, torea a compás, pero quizás mejor por el derecho, aunque no tiene la enorme profundidad que Finito de Córdoba cuando se ha acoplado bien con un toro, y eso ha sido muchas veces cuando toreaba más. Cuando Finito ha cuajado un toro de principio a fin, para mi es imposible igualarlo en calidad, aunque respeto otras opiniones. El Juli, en la mayor parte de su larga carrera, también ha toreado con muchísima profundidad, y Miguel Ángel Perera, y otros.
Morante con la espada es normal, tirando a bueno, pero no muy bueno. Y para que un torero sea el mejor de todos los tiempos debe ser totalmente completo, tener mucho valor y arte, muy bueno con capote, muleta y espada, sobre todo funcionarle muy bien la cabeza, poder con todo lo que le salga de los toriles, y ser capaz de hacerle faena brillante a un altísimo porcentaje de toros si se lo propone. Y en ese lugar, para mí el primero ha sido Paco Camino. Creo que Morante es un torero artista y tiene mucho valor; entre los toreros considerados artistas, que yo he visto, y han actuado después de 1990, Curro Romero, Rafael de Paula, Finito de Córdoba, David Galván, Juan Ortega, es uno de los que más valor tiene. Le gusta resucitar suertes antiguas de cunado se toreaba sobre las piernas, lo cual está bien, pero con mesura, pues imagínense que pedimos a un cirujano opere una apendicitis como se hacía en 1900. Tiene su interés, pero no es para volverse locos, con lo que la Medicina y el toreo han avanzado. Que sea el mejor de todos los tiempos es algo opinable y discutible, por lo menos para mí, aunque a aquel que así lo crea, solo le puedo decir, ¡Disfrute!
Volviendo al artículo en el que se nombra a Juan Ortega y a Pablo Aguado Cardenales, tengo dudas de que con el poco tiempo que llevan en el toreo, con lo que por el momento han aportado al toreo, alcance para el título de Cardenales; a lo mejor con el de Obispos, van más que suficientemente servidos, y esperemos el futuro. Cuando Morante llevaba el tiempo que ellos llevan ni se hablaba de sacerdote, y miren a lo que ha llegado. Pero para quien piense que son cardenales, bien nombrados están, y no se hable más del tema.
Quiero concluir diciendo que yo tengo la siguiente máxima que procuro cumplir: “Para hablar bien de alguien, sobre todo si es verdad, se pueda llegar todo lo lejos que se pueda y quiera, pero para hablar mal, salvo que se sea político y diga verdad, no se debe salir de la puerta de la casa”
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