
El tema de la comunicación y los que lo ocupan, u okupan, está como todo en España. Nada claro. Ahora peor que nunca, pero nunca estuvo bien.
Encabo y se acabó
Ricardo Díaz-Manresa
AvanceTaurino/28 Junio 2025
Están los titulados que salen de las diversas Facultades de Ciencias de la Comunicación (desde hace años más que nunca, incluso se puede calificar de carrera de moda con más especialidades que la puramente informativa), los que siempre han ejercido sin titulación alguna y era común cuando convivía la situación con las dos únicas Escuelas existentes: la Oficial de Periodismo y la de la Iglesia. Daban los carnets sin estudio alguno a los que ya estaban trabajando en el mundo de la información. Todo muy serio y académico.
Y, en cuanto apareció la multitele, se multiplicaron las tertulias (y surgió una pléyade de “especialistas”) y también los del corazón, a los que se accedía sin más por famoso de biografía, por relación sentimental y/o sexual o por amistades con directivos del medio.
Y hubo otra explosión, la del directo en televisión, donde -además de los presentadores- había algún especialista invitado, pocos profesionales del periodismo y muchísimos tenidos por técnicos para los de deportes y toros : exentrenadores, ex futbolistas, extoreros, exganaderos, exapoderados. Lo que tenía su lógica para explicar a los teleespectadores los secretos de la técnica. Y las empresas siempre con total libertad de contratación.
Mientras, ante el barullo, las Asociaciones de la Prensa, con sus miembros profesionales, no podían hacer nada o pasaban de lo lógico e ilógico. Y así siguen. Impotentes.
Si no han podido ni luchar contra las ruedas de prensa, sin preguntas, o sea contra las ruedas de prensa, o sea, contra el periodismo, menos contra esto. En la Asociación de la Prensa de Madrid lo han intentado y se lo han pedido a las empresas de comunicación, de toda la región, pero la abrumadora mayoría ni ha contestado a su petición porque, claro, están muy a gusto como empresas subvencionadas…
Y los populares ex de sus profesiones admiradas no sólo van ya como técnicos en la materia sino que los colocan como presentadores sin más, quitando el puesto a, profesionales, o no, conocidos en este trabajo. Vale con ser simpático. No es necesario haber estudiado en Harvard. Muchos no han acabado ni el Bachillerato elemental, que se decía antes.
No hay nada que hacer y la cosa irá a peor. Fíjense en quiénes son ahora los líderes de opinión en Expaña, antes España : Belén Esteban, el hijo de Pilar Miró y similares. Y para inri, los periódicos de papel y digital “serios” reproducen las opiniones de estos “líderes” emitidas en sus programas de la tele. Pues enhorabuena porque les ha tocado la lotería.
Pero analicemos un caso extraordinario. Telemadrid contrató a un extorero, Luis Miguel Encabo, para el trío de comentaristas taurinos de los festejos en directo. Hay otros muchos en otras modalidades, pero aquí hay algo que huele a podrido. El señor Encabo tiene intereses en el mundo taurino que chocan con su puesto de comentarista: es representante responsable de una ganadería de reses bravas y también apoderado de un torero emergente y con posibilidades. En cuanto están en el cartel del festejo unos u otros intereses, lo sustituyen por alguien que incluso lo puede hacer mejor y hasta también que los fijos de la triada.
Algunos compañeros periodistas me llamaron extrañados al verlo en el callejón y no tras el micrófono cuando actuaba su torero. No conocían su actividad.
Y menos mal que lo sustituyen porque, puestos a tragar, ¿ por qué no tener su micro de todos los días y comentar desde el callejón lo bueno que es su torero o sus toros? (porque no va a criticar ni a uno ni a otros). Tampoco pasaría nada porque ahora vale todo ¿A que lo veremos?.
Ya sé que hay muchos Encabos entre los invitados de toros, fútbol, baloncesto etc y todos tan contentos en esta comunicación global que ha sustituído a lo que antes se conocía por periodismo. Además a esta legión la llaman incluso para intentar hacerlo.
Pero si no saben ¡¡ni diferenciar lo que es radio y televisión y ofrecen acontecimientos en directo hablando sin parar de las imágenes que estamos VIENDO!!. Cierre los ojos y se creerá que está oyendo la radio…
Tampoco quiero señalar individualmente a Encabo. Incluso muchos lo valorarán bien y también estarán convencidos de que funciona. Y otros muchos de los que ocupan, ¿u okupan?, libremente designados, tendrán también muchos intereses en sus mundos.
En fin, que quede claro que esto es una vergüenza y que nos parece horrible que se funcione así en el mundo de la comunicación. Por cierto, los compañeros de estos comentaristas, que puede que sean profesionales, ¿qué dicen?.
¿Encabo y se acabó? Más quisiera, colega. Aumentará supongo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario