“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”.
R. Pérez de Ayala
la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema
domingo, 16 de noviembre de 2025
Portugal.- Memorable Homenaje a Diamantino Vizeu en su Centenario.
El señorial salón del Casino de Estoril ha acogido un grandioso acto en recuerdo del histórico torero portugués Diamantino Vizeu con motivo de cumplirse su centenario, y organizado por su nieto, el matador de toros Mario Coelho, que ha convocado a un nutrido y selecto grupo de invitados del mundo taurino, social y cultural de Portugal, España y México, desarrollándose en el transcurso de una espléndida cena amenizada por mariachis de México en honor a su también ascendencia mexicana por vía de su abuela.
La proyección de un excelente e inédito documental sobre Diamantino Vizeu cautivó a los presentes con un relato biográfico demostrativo de la verdadera dimensión del diestro de Lisboa. Auténtica figura del toreo siendo el primer torero portugués en tomar la alternativa, en Barcelona 1947, La obligación de no estoquear las reses en plazas portuguesas a la res le empujó a su aventura y triunfo en los españoles y sudamericanos desde los años 40, pero siguió siendo un icono mediático y cultural en su país.
Y así se resalta su personalidad polifacética repartida entre la escritura, la escultura, la pintura, el teatro y el cine. que le llevó a su incursión cinematográfica, ya que en 1958 se estrenó Sangue Toureiro, la primera película en color del cine portugués junto a la célebre Amália Rodrigues.
Bien reflejado queda en el comentado documental el hecho de competencia, declarada revalidad, de Diamantino Vizeu con el diestro Manolo dos Santos, siendo tal que los aficionados portugueses hicieron dos bandos, según las preferencias hacia uno u otro, convulsionando el panorama taurino del país contribuyendo a la máxima expectación por la tauromaquia en Portugal.
Su espíritu solidario y benefactor se pone igualmente de manifiesto. Desde su retirada, en 1962, Diamantino Vizeu se volcó en el Fondo de Asistencia de Toreros Portugueses, institución con la que consiguió una importantísima tarea social, educando a los hijos de toreros sin recursos económicos o ayudando a las familias de los toreros impedidos.
La brillante alocución de Mario Coelho, al que acompañaba su distinguida esposa española, resultó tan emotiva como conmovedora en el recuerdo a su abuelo, Diamantino Vizeú, transmitiendo su emoción a los absortos amigos que le acompañaron en esta inolvidable celebración.
Las intervenciones deÚrsula Dozal en representación de la embajada de México, y de Magdalena Guarda, coautora de la obra proyectada, mostraron con exuberante sentimiento de admiración y cariño la figura deDiamantino Vizeu y la persona de su nieto Mario Coelho.
Magdalena Guarda
Juan Lamarca, que compareció en nombre del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, glosó la figura de Diamantino Vizeu destacando, además de sus valiosas y brillantes facetas ya expuestas, la buena relación que mantuvo con la familia Bienvenida a la que se vinculó en la mutua admiración y respeto acrecentándose por el hecho de haberse doctorado en España y la plaza de toros de Barcelona con Gitanillo de Triana como padrino y ante Antonio Bienvenida como testigo, para que después recibir su confirmación de Alternativa en Las Ventas, de Madrid, de manos de Pepe Bienvenida.
Juan Lamarca y Javier Hurtado
Precisamente, señaló Lamarca, fue de reconocimiento general en el ámbito taurino la similitud de personalidad de Diamantino Vizeu con los Bienvenida tanto en el ejercicio de dotes artísticas en los ruedos como en la posesión de excelsas cualidades humanas y de altos valores.
El mundo del toro tuvo su significación con la presencia de los ganaderos Joaquín Murteira, y Ortigao Costa, junto con los matadores López Chaves, Domingo Valderrama, o El Califa de Aragua, y el picador Rafael Arenas entre otros.
Especialmente brillante resultó el discurso del periodista taurino de TVE-Tendido cero, Javier Hurtado, reproducimos íntegramente a continuación.
DIAMANTINO FRANCISCO MARTINS VIZEU
(Precursor de los matadores de toros portugueses)
Por Javier Hurtado
La identidad humana no es una figura fija, sino un reflejo cambiante en función del entorno en que esté situada la persona y la personalidad se muestra distinta en el ámbito familiar, cuando estamos con amigos o conocidos y cuando nos enfrentamos al mundo. En realidad, las tres posibilidades son la misma, pero cada una muestra una parte distinta de la naturaleza humana.
Es de suponer que Diamantino Vizeu en familia se mostraría de una manera completamente natural, porque es con los propios, con los más cercanos, donde se manifiestan las raíces y las costumbres heredadas. En casa no se actúa: se vive. El hogar es donde revelamos el temperamento genuino. (De ello dará fe su nieto Mario Vizeu Coelho.)
El ambiente social o de amistad ofrece otro prisma. Entre iguales, en el caso de Diamantino entre toreros, quizá elegiría qué mostrar, cómo construir su imagen. En el escenario comunitario es donde se ponen a prueba los valores inducidos o aprendidos y la capacidad de convivir con otros fuera de la estructura familiar que da cobijo. (Diamantino Vizeu fue el impulsor y creador del Fondo de Asistencia del Sindicato Nacional de Toreros.)
Y, en un entorno aún más amplio, aquel en el que Diamantino se relacionó con gentes de otras regiones y países, como torero se convirtió en representante de sí mismo e incluso sin pretenderlo, de su lugar de origen. Representante de Portugal en el gremio de los matadores de toros. Alejado por así decirlo de su medio natural, tendría que medir su flexibilidad, su capacidad de adaptación y su curiosidad ante lo ajeno. Lo que antes era costumbre local se convirtió en rasgo cultural; lo que fue normalidad, en signo de identidad.
Así pues, no basta una sola mirada para conocer a alguien. Conocer a fondo a quien tiene la impronta de personaje implica observarlo en estos tres escenarios porque nadie se define por un solo gesto, ni por una sola circunstancia. La comprensión del ser humano exige amplitud de mirada, ya que las personas, como la luz, cambiamos según el ángulo desde el que se nos mire.
Supe de Diamantino Vizeu, de una manera imprecisa y distante en los años 60, a través de la Revista “El Ruedo”, fundada un par de años antes de que Diamantino Vizeu apareciera en la temporada española, allá por el año 1946. Después vi una entrevista suya en el ilustrativo programa “Tauromaquia” dirigido por el maestro y amigo Jesús Joaquín Gordillo.
Y fue “Tauromaquia” un programa de Televisión Española (cuya primera parte se grabó en blanco y negro y la segunda ya en color) que hacía un recorrido por los distintos países de raigambre taurina y Portugal, obviamente, tenía que formar parte del guion. De modo que atento al televisor me enteré de que Diamantino Vizeu era el pionero de los matadores de toros portugueses. Un espada luso que hizo sus primeras y más importantes armas en España porque allí se doctoró y confirmó la alternativa.
Como a otros toreros a Diamantino Vizeu las circunstancias le empujaron a tomar un camino que le adentrara en el país vecino, entre gentes y paisajes ajenos, debido a que aquí, en su tierra, un matador de toros no iba a ser profeta. Y fue en Sevilla, Barcelona y Madrid, principalmente, ante públicos desconocidos donde en muy poco tiempo cobró nombradía y despertó el interés y el respeto que los suyos comprendieron después.
Los dramaturgos del siglo XIX decían que la fama es aquello que reside en otros y es cierto. En el campo del toreo, son los otros, profesionales, aficionados y público en general, quienes reconocen y encumbran a los toreros; por el contrario, a veces también los relegan y olvidan.
Fue en España, en casa del vecino, cuna del toreo a pie, donde un diamante portugués en bruto se pulió y abrillantó. Su nombre, entonces, adquirió dimensión internacional y el tiempo, que todo lo cura y todo lo aclara, acabó haciendo justicia: cuando los ecos del prestigio adquirido por Diamantino fuera de Portugal y no sólo en España, también en América, llegaron aquí, ya se le reconoció como propio y se ensalzó al hijo que un día partió en silencio.
Toreando por ciudades portuguesas, aunque sin oficiar de matador de toros, pisó fuerte tanto en los ruedos como en la calle y tan fuertes fueron sus pisadas que todavía resuenan. Gracias a su talento, a su polivalente personalidad, (además de matador de toros fue, entre otras cosas, escultor, pintor, artista de teatro y de cine y agricultor en Angola) y a su generoso carácter Diamantino se convirtió en símbolo. A través de su significación social ya no fue sólo un hombre que toreaba, sino una referencia, un emblema cultural, espejo en el que se miraron las generaciones siguientes. (Paco Mendes, Armando soares, José Julio, José Falcao – Mario Coelho, Luis Rouxinol, Víctor Mendes – Pedrito de Portugal y muchos más, hasta llegar al novillero actual Tomás Bastos, seguro que se habrán interesado por conocer la biografía del pionero Diamantino Vizeu.)
Su trayectoria taurina y social, le convirtió en una lección viva y el tiempo que nunca se detiene fue elevándolo aún más. De admirado pasó a ser venerado; de ser un nombre en los carteles, se transformó en un mito y como sucede con los toreros de renombre, su recuerdo no se apagó con los años, al contrario, se agigantó y cuando la vida se cierra y el silencio sustituye al clamoreo del triunfo, al brillo del éxito, la memoria popular convierte a personajes como Diamantino Vizeu, en leyendas.
Su figura, por tanto, ya no pertenece a una época, ni siquiera a una afición, sino a la historia misma de la Tauromaquia y de Portugal. Porque la historia de una nación es la de sus grandes hombres. Y cuando en el planeta de los toros se mienta a Diamantino Vizeu, su nombre se pronuncia con respeto y emoción, como se pronuncian los nombres que el tiempo no puede borrar.
El filósofo español Miguel de Unamuno vino a decir que no hay más muertos que los que viven en la memoria de los vivos. De ahí este homenaje a Diamantino Vizeu, al que su nieto Mario Vizeu Coelho nos ha convocado para honrarle en el centenario de su nacimiento. ¡Viva la Tauromaquia!, ¡Viva Portugal! Y ¡Viva España!
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Javier Hurtado, Califa de Aragua, y Javier Vázquez
Mario Coelho
Domingo López Cháves y esposa
Mario Coelho, Juan Lamarca, Domingo Valderrama, y Javier Hurtado.
Mario Coelho y esposa, y Califa de Aragua
Domingo López Cháves y esposa
Domingo Valderrama, Javier Hurtado, Mario Coelho, Juan Lamarca, y López Cháves
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