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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 15 de noviembre de 2025

Loa Obispos son rehenes de sus pecados / por Carlos Balén


'..La Iglesia española, humillada por sus pecados y avergonzada de su propia fe, se dispone a pagar con su silencio la factura de su debilidad. Y al final, cuando la gran cruz quede reducida a una postal vacía, nadie recordará que la traición empezó dentro: en las sacristías, en los despachos episcopales y en los estudios de la COPE, donde se aprendió a confundir la prudencia con la claudicación..'

Rehenes de sus pecados

por Carlos Balén
El País lleva tres días abriendo su portada con historias de abusos sexuales y encubrimientos eclesiásticos. No es celo periodístico, es estrategia política. El mismo Gobierno que esta semana aprueba el proyecto para mutilar la cruz del Valle de los Caídos sabe perfectamente que la Iglesia española está domesticada: basta recordarle sus vergüenzas. Cada reportaje de El País es un recordatorio mafioso: “Sabemos lo que hicisteis”.


Los obispos son rehenes de sus pecados. Por miedo a que alguien pronuncie su nombre junto a la palabra “encubrimiento”, aceptan todo: el cierre de seminarios, la liquidación de órdenes, la imposición de leyes inmorales, y ahora la profanación simbólica del mayor monumento cristiano de España. Lo que fue un altar expiatorio se convertirá en un museo de la democracia. Y todo con la bendición del silencio episcopal.

El Gobierno profana y la Iglesia asiente

El proyecto ganador para la llamada “resignificación” del Valle de los Caídos —titulado con un candor tecnocrático La base y la cruz— costará 30 millones de euros y se presenta como “valiente” por atreverse a “dialogar con la monumentalidad del conjunto”. El Ejecutivo promete respetar el culto y las capillas, pero la operación es transparente: convertir la basílica pontificia en un espacio de “memoria y reflexión” sin contenido religioso. Es decir, una iglesia sin Dios. El Valle se transformará en un decorado para turistas que aprenderán que España se redimió, no por la Cruz, sino por el BOE.

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La COPE se apunta a la resignificación

Lo más grotesco no es el Gobierno: es la docilidad de quienes deberían resistir. La noticia de la COPE, la radio de los obispos, celebra con un tono casi satisfecho que el proyecto “respetará los acuerdos alcanzados entre la Iglesia y el Gobierno” y “mantendrá los lugares de culto”. Como si mantener una capilla en un cementerio profanado fuera una victoria.

Mientras el Estado borra los símbolos cristianos de la historia de España, la emisora episcopal destaca que “las actuaciones en el interior serán mínimas”. El eufemismo clerical alcanza su cumbre: la amputación de un monumento a la fe presentada como cirugía estética consensuada.

El precio de la vergüenza

El silencio de los obispos no es prudencia, es pánico. Y su pánico tiene precio. Los medios del régimen, que cada semana desentierran un nuevo caso de abusos, saben que basta un titular más para reducirlos al mutismo. Por eso callan mientras se mutila el Valle, por eso sonríen cuando se habla de “resignificación” y “diálogo”.

La Iglesia española, humillada por sus pecados y avergonzada de su propia fe, se dispone a pagar con su silencio la factura de su debilidad. Y al final, cuando la gran cruz quede reducida a una postal vacía, nadie recordará que la traición empezó dentro: en las sacristías, en los despachos episcopales y en los estudios de la COPE, donde se aprendió a confundir la prudencia con la claudicación.

"por sus hechos los conoceréis"

La frase del evangelio "por sus hechos los conoceréis" proviene del Sermón de la Montaña en el evangelio de San Mateo 7:15-20. Jesús la utiliza para advertir a sus discípulos sobre los falsos profetas, quienes, a pesar de parecer inofensivos (como lobos disfrazados de ovejas), se revelan a través de sus acciones ("frutos"). La enseñanza es que la verdadera naturaleza de una persona se demuestra por sus obras, no solo por sus palabras
'Nota de la Redacción'

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