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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 9 de noviembre de 2025

La larga y sorprendente carrera de Paula / por Ricardo Díaz-Manresa


Larga sí. Sorprendente mucho más. Esperando tanto desde la alternativa  para ver la luz. Sin desmayo. Años y años toreando su única corrida de la temporada en su Jerez. Y parece que no lo veían o porque estaban ciegos o no se enteraban. Ni ellos, ni los apoderados, ni la empresas ni el taurinismo.

La larga y sorprendente carrera de Paula

Ricardo Díaz-Manresa
Y 14 años para confirmar aquélla alternativa con Julio Aparicio y Antonio Ordóñez. Y en todo este tiempo se forjó, aunque pocos lo cantaron en éxtasis. Ahora sí. Como siempre. Como ha ocurrido hace un cuarto de hora con Morante y Antoñete, sin ir más lejos. Por tanto, una carrera larga y sorprendente, pero también rara. No recuerdo ninguna parecida en un artista de su nivel, que lo llevaba dentro desde que nació en su Jerez mágico, protegido por el Prendi, el Cristo del Prendimiento.

Y después toreando poco. Y sin el paso a las grandes ferias. Al menos hasta bastante avanzada su carrera. Pero la luz tiene que brillar al que la lleva encima. Y así fue porque así tenía que ser.

Verle hacer el paseíllo como un monumento humano embutido en un traje de luces era único. Verle erguido y elegante por cualquier sitio del ruedo también. Y cuando cuajaba el capote, ¿para qué hablar?.

Me pareció siempre mejor capoteador que muletero. Y nada destacado con la espada. Con el valor necesario para hacer lo que él sabía que podía hacer. En tardes contadas, sí, más para el recuerdo. Creo que no he visto a nadie manejando mejor el capote.

Incluso valor, y mucho, para salir a torear durante años con las piernas y muslos seriamente lesionados, que lo dejaba a merced del toro en los momentos peligrosos o difíciles. Pero tuvo mucha suerte también en ese período de tiempo.

La afición con paladar le seguía y le quería, pero desgraciadamente no es la mayoritaria. En cambio, tuvo la suerte, o la justicia, que grandes escritores lo alabaran. Y lo escrito escrito está. Y ahí queda. Fue una fuente de inspiración para maravillosas plumas que supieron ver su toreo o incluso más, pero ahí ha quedado.

Con exageraciones acabamos de leer que Morante ha sido el mejor torero de la Historia. Toma ya. Y Paula el mejor del siglo XX. Toma más. Me parece que ni lo uno ni lo otro. Ahora vivimos en una sociedad convulsa y extrañísima que no mide sus palabras ni para bien ni para mal. Dejémoslos en sus privilegiados y envidiables lugares.

Yo recordaré a Paula siempre con un cariño especial, que me hizo vivir grandes momentos y destacarlo con su personalidad única, aceptando sin rechistar que fue un torero de arte, superior a algún otro cantado mucho más. En eso no tuvo mucha suerte.

Y fuera de la plaza mantuvo su personalidad, con sus opiniones y con sus muchas sentencias, alguna polémicas. Siempre dentro de sus convicciones.

Incluso fue muy original en el apoderamiento de Morante, fuera de toda clasificación, como contó el torero de la Puebla del Río.

O sea, en todo lo que hacía dejaba su sello Rafael de Paula en su carrera larga, brillante, pero también rara. Muy pocas como la suya.

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