la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 30 de mayo de 2015

22ª de San Isidro en Madrid. Exhibición de Juan Pedro Domecq con un corridón para el recuerdo en el que hubo buen toreo de la terna... / por J. A. del Moral



 ¡Qué pedazo de corrida trajiste, Juan Pedro¡, la mejor de la feria en conjunto hasta ahora.


Exhibición de Juan Pedro Domecq con un corridón para el recuerdo en el que hubo buen toreo de la terna y los fallos a espadas dejaron la jornada con una solo oreja


Madrid. Plaza de Las Ventas. Viernes 29 de mayo de 2015. Vigésimo segunda de feria. Tarde nublada con lleno.

Cinco toros de Juan Pedro Domecq y un sobrero de Parladé por la devolución del sexto tras romperse una mano, muy bien presentados. Noble aunque algo soso el primero a menos en brío. Bravo, noble y encastado el segundo. Bravo y noble aunque desigual por el lado izquierdo el tercero. Noble aunque muy mirón y algo incierto el cuarto. Bravo y noble aunque algo informal el quinto. Extraordinario el sexto. Todos fueron aplaudidos en el arrastre. En conjunto, un corridón de toros para el recuerdo.

Finito de Córdoba (amaranto y oro): Estocada y dos descabellos, ovación y saludos despreciando los gritos del 7. Dos pinchazos y estocada, silencio
Alejandro Talavante (encarnado y oro): Dos pinchazos, marronazo y estocada, silencio tras ovación al toro en su arrastre. Dos pinchazos y estocada, gran ovación y vuelta clamorosa.
Daniel Luque (marino y oro): Gran estocada que hizo un puntín la guardia y dos descabellos, petición de oreja que fue tardíamente concedida. Fue absolutamente reglamentaria por pedirla la mayoría Ovación al toro en el arrastre. Pinchazo y estoconazo, gran ovación.

Tres muy buenos toreros en un mismo cartel y los tres debidamente contratados desde los respectivos momentos, fue como asistir a un “milagro” en esta larguísima feria de nunca acabar.

Oigan, es que Finito, si está en vena y le sale un buen toro, es de los que acaban con el cuadro aunque, luego de torear, se líe a pinchar. Últimamente, estamos viendo cosas extraordinarias del Fino. Lo digo, porque los que solo ven toros en Madrid y en a lo sumo tres o cuatro ferias más, no saben lo que se han perdido. Recuerdo el ya lejano día en el que Ponce me confesó que el único torero que le “preocupaba” era Finito…Por cierto que ya que sale Ponce a la palestra durante esta feria en la que, sin actuar en Las Ventas, está más presente que nunca y no le hace falta torear en Madrid para seguir siendo la gran figura de la época torera más larga de la historia. Ponce ya hizo todo lo que tenía que hacer y tiene todo el derecho a hacer lo que le dé la gana. Estaría bueno…

Durante esta época de Ponce que dura ya 26 años seguidos sin interrupciones, coexisten algunos diestros que presumen de ser de época. Épocas dentro de la más grande y, por tanto, menos humos, caballeros…

Ahora está de moda decir que Ponce tiene que irse. La empezó uno que, luego de tres años seguidos de no parar de decirlo, tuvo que agachar la cabeza y plegar velas. Ya las lleva plegadas cuatro años… Y ahora mismo también lo está diciendo otro aunque con falsete porque lo dice solo para fastidiarme a mí. Ni él mismo se cree tamaña estupidez. Y, para mayor escarnio, lo dice mientras se entrega al prematura e irremediablemente decaído Fandiño… Es como para mearse de risa…

Aunque para mondarse aún más, otro que tal baila quiso enterrar a Ponce hace muchos pero que muchos años cuando me dijo: “Con tu torero van a acabar dos: José Tomás y El Juli” Y yo le respondí antes de mandarle al carajo lo siguiente: “Mira, nene, se podría dar el caso de que cuando se retiren los dos que me dices, Ponce siga siendo quien siempre fue y sin esforzarse” Está en ello y sin inmutarse. Por eso suenan tan ridículos los dichos que piden a Ponce que debería irse. Quienes se tienen que ir son los que lo dicen. Bueno, irse, ya se han ido, al menos para un servidor, porque para mí se han muerto en vida. Así lo considero con los que se salen de las lujosas vías en que les pongo desinteresadamente y descarrilan. Lo malo es que hago colección de ingratos y el bote está casi lleno. Ya recé por ellos un muy sentido Padre Nuestro. Adiós, tíos, adiós… Y, de nada, eh, de nada…

Pero dejémonos de estas monsergas que no interesan a nadie y sigamos con la terna de ayer. Decía que, además de Finito de Córdoba, actuarán Alejandro Talavante y Daniel Luque. De Talavante escribí sobre la primera vez que le vi en su debut con picadores en Madrid que iba a ser figura. Lo es y bien que lo lleva demostrando en esta feria, incluso cuando cortó una faena apenas iniciada tras sufrir una cuasi certera puñalada del toro que tuvo enfrente. Y eso, hacer eso, también es propio de los que saben qué se hacen…

Y de Daniel Luque, aunque algo tarde – también él – en arrancarse del todo, llevo ya dos años gozando con su toreo de capa y de muleta en muchas plazas. O sea, que sé perfectamente cómo es y, sobre todo, cómo va a ser…Tengo buen diente y suelo acertar.

Solo faltó saber cómo saldrían los toros de Juan Pedro Domecq. Ojalá que al menos le embistiera uno a cada uno de los tres. A la postre, la corrida ganaderamente hablando fue sensacional. Los tan denostados toros de Juan Pedro Domecq pegaron un clamoroso repaso a los que les vienen negando el pan y a sal. Despejemos las incógnitas y los resultados que si no fueron triunfales en cuanto a orejas cortadas, solo consiguió una Luque del tercer toro, se debió al fallo a espadas de la terna.


Negro chorreao y agresivo de pitones el primero. Fue sin clase al capote de Finito en su recibo. Se estiró más a gusto por el lado derecho. Se defendió mucho en el primer puyazo y, tras salir, se fue solo al segundo y volvió a salir suelto, Renqueó de patas y eso le obligó a llevar la cara alta derrotando. Talavante no pudo templarse en las gaoneras de su quite. Bien en palos Álvaro Oliver y Jaime Padilla. Torerísimo arranque de faena del Fino. Por bajo, redondos, cambio y de pecho con garbo y sentimiento. Más afuera, redondos con sabor a nardos. De pecho a pies juntos. Trinchera y más a derechas y cambio traducido a un natural sedoso. Los del y gritan contra Finito y esta vez reacciona la plaza. Precisos y preciosos naturales ligados al de pecho. Más cerca del animal, se la juega en tres diestros con el toro ya remiso y borda tres más y dos de pecho ligados. Terminó con cinco ayudados por bajo de cartel. El 7 siempre a la contra. Margaritas a los cerdos. Y estocada trasera entera y dos descabellos. Faena muy cara, joya torera, maravillosa y sentimental… Si la plaza apenas se enteró, yo sí y por eso digo lo que digo. Tuvo que saludar y hasta eso lo hizo en gran torero, sin mirar a los que le gritaron. Bien, Fino, bien.


Otro toro serio el cuarto. Rehusó capotes al salir. Y salió suelto del capote de Finito que luego no anduvo a gusto. Y, de pronto, dos medias superiores. Manseó el toro en el caballo. Una vez banderilleado, Finito alternó momentos soberbios con su sabrosa muleta con otros en los que dudó. De todas maneras, Finito dejó su sello de gran artista sobre la arena de Las Ventas y aunque unos gozamos y otros no, no pocos salimos contentos con el de Córdoba.


Bien hecho el segundo, parecido al anterior en pelaje y pitones. Escarbó al llegar a tablas. Pero acudió raudo al capote de Talavante que fue desarmado al dar el primer lance. Revolera por detrás de Talavante para colocar al toro ante el caballo. Cumplió en el primer puyazo. Tijerilla para el segundo que tomó en bravo. Ovación al picador Manuel Cid. Excelentes pares de Juan José Trujillo. Gran ovación al malagueño. Brindis de Talavante al público. Trinchera, cinco naturales, molinete y de pecho. Más al natural con todos los aditamentos que le son propios al extremeño aunque sin llegar a su mejor versión. Buen toro con más trasmisión que el anterior. Altos con la derecha y de nuevo a su mano preferida. Ayudados por bajo y susto en el pectoral. El toro no era tonto. Más ayudados por bajo y, vaya por Dios, pinchazo. Se fue la oreja. Otro pinchazo y marronazo. Volvió a pinchar Talavante. Y por fin estocada. Una pena.


El quinto fue quizá el toro de más irregular juego y su desigual embestir dio lugar a una actuación que podríamos denominar de genial en varios pasajes, desde luego muy valiente y salpicada de originalidad y de muchas improvisaciones. Las mexicanadas que se trajo del país hermano hicieron las delicias de los espactadores. Unas para librarse de algunas cogidas y otras divinamente llevadas a cabo por el extremeño. Tanto con el capote como con la muleta, Alejandro dio la nota más alta de sus especialidades.


Muy serio el tercero. Lances muy suaves de Daniel Luque saliendo suelto el toro de todos. Se quedó en la también muy suave media. Como para un anuncio de crema para después del afeitado. Bravo el toro en el caballo. La suavidad continuó en el quite por chicuelinas y en los recortes previos al segundo puyazo que no fue bien ejecutado. Muy bien Antonio Chacón y Jesús Neiro en palos. Otra ovación a los peones. Llevamos una tarde de dulce aunque, por el momento, sin orejas. Brindis de Luque al público. Estatuario a pies juntos y, al dar el segundo, el toro le arrolló de nuevo revolcándolo de manera espeluznante. Sin mirarse, volvió a la cara del toro para andar sembrado por redondos ligados a los de pecho. Distancia. Tres redondos muy hondos, cambio, molinete y el de pecho. Colada al natural. Pero no le importó. Dos altos y dos bajos. El toro fue desigual en humillar. Por eso alternó los muy buenos con otros menos lucidos. Pero lo arregló todo de nuevo con la derecha. Gran faena. Con valor y con arte del caro. Tira la espada para dar sus luquesinas con perfección y ajuste. Lio grande en los tendidos. Enorme estoconazo que, lamentablemente, hizo ligera guardia. Dos descabellos y oreja de toda ley. Hubieran sido dos de acertar a la primera y bien.


Impresionante el jabonero sexto. Echó las manos por delante en el capote de Luque y pareció haberse roto una mano, como así fue. Lo devolvieron a los corrales. En su lugar, soltaron un sobrero de Parladé. Daniel Luque bregó con eficacia y belleza en el último lance tras no prestarse el toro en su intento de saludarlo con lucimiento. El animal echó las manos por delante y, aunque pareció carecer de fuerza, cumplió más que bien en el primer puyazo. De nuevo muy suaves verónicas y media de fantasía en el quite de Luque. Bravo también en el segundo puyazo. Ovación a “Carioca” a caballo. ¡Qué pedazo de corrida trajiste, Juan Pedro¡, la mejor de la feria en conjunto hasta ahora. Gran par de Algabeño y otro cumbre de Antonio Chacón. Fuerte la ovación a ambos. Luque brindó su faena a Talavante. Desde los medios y a distancia se le vino el toro para ser llevado por el lado derecho. Daniel lo hizo con aguante, temple, hondura y ligazón. Y si buena fue la primera ronda, mejor la segunda. El toro, realmente extraordinario. Lástima que molestara repentinamente el viento. Pero enseguida calmada la racha, Luque ligó seis y el de pecho como si fueran uno solo en un alarde de conjunción. El relajo, la quietud y la habilidad para libarse de dos acosones del toro fue el argumento de la tanda siguiente. Al natural le desconcertó un gritón inoportuno y bajó el diapasón de la faena. Razón quizá del cambio a peor del animal cuando volvió a derechas. No obstante, la faena terminó con rango. Todo dependía de la espada en este final. Quiso matarlo en los mismos medios. Pero pinchó antes de pegar un estoconazo. El comportamiento de parte del público durante esta faena fue absolutamente intolerable. De no haber fallado con la espada, seguro que el público habría pedido al menos un trofeo.

Salimos de la plaza con muy buen sabor de boca. Esta es la verdad. Como nunca hasta ahora en esta feria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario