Una de porteros
Juan Manuel Rodríguez
El día que el Real Madrid acaba de presentar a Thibaut Courtois, que es indiscutiblemente uno de los tres mejores porteros del mundo, creo sin embargo que es de agradecer, y demuestra además un gran sentido común por su parte, que cuando Cristiano y Kovacic acaban de irse (el primero porque Florentino no asumió su fraude a Hacienda y el segundo porque pensaba que con Lopetegui iba a tener los mismos minutos de la basura que con Zidane) y en Italia se dice que Modric tendría un ofertón del Inter sobre la mesa y que a Marcelo le están llamando a diario desde la Juve, Keylor Navas, que no conviene olvidar que ha sido el portero titular de las tres Copas de Europa consecutivas, haya dicho que él tiene tantas ganas de irse del Real Madrid como de morirse ahora mismo. Pura vida.
No sé cuánto tiempo hacía que el club blanco no tenía a un portero como primer entrenador, me parece que Mariano García Remón fue el último. Quiero decir que si de algo sabe Lopetegui es precisamente de porteros y, pese al espíritu keylorniano y si la lógica se impone, que así será, lo más normal es que Navas, el portero de las tres Copas de Europa consecutivas, sea un magnífico suplente de Courtois, que viene para ser titular y que ha dicho que él es madridista... por Casillas. Pero a Iker le pasó todo lo contrario de lo que le va a suceder a Thibaut: para protegerlo le buscaron equivocadamente suplentes de poca monta, guardametas sin ganas de quitarle el puesto, paquetes con el don de la invisibilidad, y Casillas se marchitó y acabó diciendo aquello tan épico de que a él no le hacía falta entrenar.
A Casillas, por cierto, le situó delante del espejo Lopetegui, que, cuando era seleccionador nacional, prefirió ponerse una vez colorado antes que cien amarillo, que fue lo que no hizo Del Bosque, y le dijo a Iker lo que todo el mundo sabía menos él, o sea que ya no estaba entre los tres mejores porteros de España. Por cierto: el sueño de colgar las botas en el Athletic le ha durado cien días a Kepa, más que un sueño ha sido una siesta. De haber venido al Madrid es muy probable que en el club blanco no se hubieran planteado el fichaje de Courtois pero como a veces Dios escribe con los renglones torcidos, el bloqueo de Zidane, cuyo objetivo no era otro que blindar a Keylor, posibilita ahora que el francés ya no está y ocho meses después de su empecinamiento, la llegada de uno de los mejores del mundo.
Sinceramente creo que el Real Madrid sale ganando y el Chelsea pierde, y hasta me alegro de que el fax de De Gea no llegara a tiempo.
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