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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 15 de octubre de 2020

Mercedes Milá contra el Dr. Cavadas / por Rafael Comino Delgado


Por tanto, venir ahora a decir, ¿y quién es ese?, para defender a un médico conocido, antes de la pandemia, en su casa y poco más (y mejor no profundizar en las razones por las que ocupa el cargo que ocupa) es algo que está fuera de lugar, y solo denota soberbia, ignorancia y mala intención. Todo ello para defender a un señor, que vuelvo a decir, indigno porque si tuviera dignidad hubiera dimitido del cargo en la gestión de la pandemia.

Fernando Simón 

Mercedes Milá contra el Dr. Cavadas

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Según he podido leer y me han contado, porque no lo vi, el Dr. don Pedro Cavadas, eminente cirujano especialista en Cirugia de Trasplantes y Reconstructora, habló alto y claro en TV sobre el licenciado en Medicina y Cirugia don Fernando Simón (no es doctor, ni tampoco obtuvo plaza para hacer la especialidad mediante el sistema MIR). Creo que don Pedro solo dijo la pura verdad, lo que todos sabemos, y ello es que el licenciado Simón no está preparado para ocupar el cargo que ocupa en la gestión de la pandemia del coronavirus 19, pero le mantienen ahí porque se adapta a decir lo que el gobierno desea que diga. Prueba de ello es que somos el país del mundo civilizado, que peor ha gestionado este problema. No sabemos exactamente los contagiados que hay ni los fallecimientos por la COVID-19, pero si sabemos que las cifras reales son más del doble de las que dice el gobierno.

 Al principio, pocos días antes de la manifestación feminazi del 8 de marzo, el Sr. Simón dijo que en España no habría más de dos o tres casos, y que no tendría incidencia alguna. Después dijo que la mascarilla no era necesaria, y así podíamos seguir citando mentiras que ha dicho, no sé exactamente si por desconocimiento o porque le ordenaron decirlas, y él no tuvo la suficiente dignidad y hombría para negarse a mentir públicamente, en TV. Pero, en cualquier caso, si lo dijo por desconocimiento, son errores del tal calibre-han costado miles de muertos- que si tuviera un mínimo de decencia debería a haber dimitido, y si lo dijo por orden del gobierno simplemente es un ser despreciable, miserable, sin la más mínima dignidad.

Tras las declaraciones del Dr. Cavadas, Dª Mercedes Milá (también lo he leído y me lo han contado), visiblemente enfadada, se ha atrevido a preguntar, ¿Y quién es ese? de forma despectiva.  Estoy seguro de que sabe quién es, porque todos los españoles, y ella es española, nacida en Cataluña y Cataluña es España, le conocemos por sus méritos científicos en Medicina. Más datos para Dª. Mercedes: Trabaja en el Hospital La Fe de Valencia, además dirige la Unidad de Microcirugía y Cirugía Reconstructiva  en el Hospital Nisa 9 Octubre de Valencia y también  ha creado La Fundación Pedro Cavadas,  organización sin ánimo de lucro, que ha realizado y realiza operaciones de Cirugía Reconstructiva, en África Oriental , gratuitamente. Por todo ello el Dr. don Pedro Cavadas es conocido, a nivel médico, en todo el mundo.

Por tanto, venir ahora a decir, ¿y quién es ese?, para defender a un médico conocido, antes de la pandemia, en su casa y poco más (y mejor no profundizar en las razones por las que ocupa el cargo que ocupa) es algo que está fuera de lugar, y solo denota soberbia, ignorancia y mala intención. Todo ello para defender a un señor, que vuelvo a decir, indigno porque si tuviera dignidad hubiera dimitido del cargo en la gestión de la pandemia.

No contenta con hablar en ese tono despectivo del Dr. Cavadas, incluso se atrevió a criticar su aspecto físico; lo típico del mediocre, soberbio, enfurecido, incapaz de razonar, que se queda sin argumentos, y su bajeza moral le lleva recurrir a lo personal. Esto ya es el colmo de la soberbia, de la indecencia y de la necedad, pues nos lo pone muy fácil. ¡Sra. Milá! ¿Se ha mirado Ud. al espejo? Estoy seguro de que no lo ha hecho, de lo contrario no diría semejante sandez, o tal vez puede ser que necesite ir a oftalmólogo.

Ella, Dª Mercedes, se preguntaba, referente al Dr. Cavadas, ¡y quien es ese? Bien pues yo, después de leer la defensa que ella hace del licenciado Simón, me pregunto, ¿Está capacitada la Sra. Milá para emitir un juicio fundamentado sobre el licenciado don Fernando Simón, como médico y su labor en la gestión de la pandemia? Pues miren Uds., creo que no lo está. Puede emitir un juicio, pero muy superficial, no basado en argumentos sólidos, reales y razonados, sencillamente porque no tiene los suficientes conocimientos sobre lo que es una pandemia, lo que es la Epidemiologia, la Virología, la Medicina Preventiva, etc.

El Dr. Cavadas si lo está, porque es médico y tiene amplios conocimientos sobre Microbiología, Virología, Epidemiología y, en definitiva, Medicina Preventiva, y cualquier médico también lo está, con toda seguridad más capacitado que Dª. Mercedes, para juzgar lo que ha hecho como médico y como gestor de la pandemia, don Fernando Simón. Igual que ella está más capacitada que los médicos, para juzgar un aspecto periodístico.

Dª Mercedes debería saber que muchos destacados epidemiólogos y científicos reconocidos, así como colegios médicos, han pedido retirar a don Fernando Simón de ese puesto, y nombrar un Comité serio, que dirija la gestión de la Covid 19, con rigor científico. Resulta difícil aceptar que todos esos médicos y organizaciones, estén equivocados, y la Sra. Milá, que del tema no sabe nada, está en lo cierto. 

Finalmente, solo recordar la reflexión del gran filósofo colombiano, don Nicolás Gómez Dávila: “Nada más irritante que la seguridad con que opina (de cualquier tema) el que ha tenido éxito en algo”. Dª Mercedes, no podemos negarlo, ha tenido cierto éxito en TV., aunque, especialmente, en programas de los llamados, “Televisión basura”. No sé si también en otros; no lo recuerdo, pero tampoco la he seguido mucho. Puede que hace muchos años, pues debe estar rondando los setenta, hiciera algo más serio en TV. Ahora bien, si se presentara a un concurso de soberbia, tal vez, obtendría uno de los primeros premios. La ignorancia es muy atrevida, por eso, “el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”(Aristóteles).

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