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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 22 de abril de 2023

Sevilla: Escribano, la faena de su vida / por Pla Ventura


"...Hablar de muletazos con sabor, arte, embrujo y encanto estando frente a un toro de Victorino Martín no es cualquier cosa, yo diría que algo extraordinario, por ello, tras la estocada de lujo han ido a parar a sus manos dos legítimas orejas de pura ley. Me alegro mucho por este diestro y por su triunfo porque mariconadas hace las precisas, digamos que ninguna..."

Escribano, la faena de su vida
--Fantástica la reata de Victorino Martín en el día de hoy, Sublime en líneas generales porque le han salido dos alimañas, pero cuatro toros para hacer el buen toreo.


Pla Ventura
Toros de Lidia/22 abril, 2023
Memorable la corrida de Victorino Martin esta tarde en Sevilla, Un festejo que ha marcado la diferencia puesto que, los toros de Galapagar han sido puro encaste, a veces peligro, bondad y, por encima de todo una variedad admirable, lo que soñamos siempre cuando pensamos en una corrida de toros. Al comprobar la lidia de estos toros y lo que han hecho hoy los toreros, inevitablemente, cualquier aficionado decente siente náuseas si compara las dos orejas de El Juli el día de Resurrección con las que hoy ha cortado Escribano en su segundo enemigo. Incluso lo de ayer fue una maldita parodia puesto que si hoy ha reinado el toro, con Roca Rey y demás figuras, el toro no aparece por ningún lado, siempre comparando con lo que entendemos como un toro bravo.

Ha reaparecido El Cid con una dignidad admirable. Su primero era demasiado noble como para ser de Victorino, por ello la faena no ha tomado la importancia que en realidad tenía pero, insisto, Manuel ha estado muy bien. Una aclamada vuelta al ruedo ha logrado el diestro de Salteras que, por encima de todo está muy preparado, otra cosa es que le sigan dando toros que, en realidad, es ahí donde radica el problema. Su segunda faena ha tenido mucha importancia por el lado izquierdo puesto que, los naturales de El Cid nos han recordado al diestro en sus mejores tiempos. Faena bella y bien construida rematada con una estocada concediéndole con todo honor, una oreja.

Manuel Escribano ha tenido la cara y la cruz del festejo pero, por encima de todo, ha firmado su mejor tarde en Sevilla y yo diría que toda su trayectoria. En su primero que ha estado cumbre con las banderillas, el Victorino era la alimaña de rigor que buscaba el cuerpo del torero con ansia desmedida. Manuel se ha jugado la vida de forma literal, lo que no vemos a ningún festejo de las figuras puesto que esos burros descastados que suelen matar, en el supuesto de que un toro coja al torero, el animal, como domesticado, le pide perdón al diestro por haberlo derribado mientras que, los Albaserradas, buscan la carne humana con una fiereza que asusta; pero no a Manolo Escribano que, en eso de jugarse la vida es un fuera de serie. A ese toro tan difícil lo ha matado el diestro de estocada para ser ovacionado. 

Su segundo era hijo de Cobradiezmos y, el animal ha rendido honores a su padre porque yo diría que, incluso le ha superado en bondad. Manolo ha protagonizado un tercio de banderillas inaudito en el que se le ha ovacionado con calor, no sin antes haberle recibido en la puerta de toriles, todo un gesto que le honra por completo. El toro tenía un recorrido inmenso pero, a su vez, se ha encontrado con un auténtico torero que lo ha entendido a la perfección. Muletazos admirables, bellísimos por ambos lados que han hecho crujir a los aficionados porque hoy si los había en El Baratillo. 

No se puede torear más despacio como lo ha hecho este diestro singular que, pese a todo, siempre le ofrecen lo mismo, corridas duras pero que hoy, gracias al destino, le ha tocado un toro para encumbrarle, al menos, en su fuero interno porque ha comprobado lo que él sabía, lo que sabemos todos, que frente a un toro que le embista es un torero inmenso. Hablar de muletazos con sabor, arte, embrujo y encanto estando frente a un toro de Victorino Martín no es cualquier cosa, yo diría que algo extraordinario, por ello, tras la estocada de lujo han ido a parar a sus manos dos legítimas orejas de pura ley. Me alegro mucho por este diestro y por su triunfo porque mariconadas hace las precisas, digamos que ninguna.

Hay que aplaudir a Emilio de Justo desde el principio hasta el final porque, amigos, aquello de estar en la cima de la torería, formar parte de los mejores carteles y no olvidarse de sus ancestros, ello tiene un mérito increíble, tanto como torero como en calidad de hombre. De Justo sabe de sus orígenes y, pese a estar en el primer circuito de los toreros, nunca olvida que su grandeza se la dieron los toros encastados, como en el día de hoy en que, en primero, un Victorino noble pero con mucho que torear, De Justo lo ha entendido a la perfección; no ha sido la faena soñada pero, a ver quién es el valiente que le pone un pero a su labor. Ha tenido momentos fantásticos al natural de la que es dueño y señor en dicho menester, así como con la diestra han surgido momentos de una calidad sublime. Estocada y una oreja con fuerza. 

Su segundo ha sido otro «regalito» de los que suelen salir de esta ganadería. Un animal con el que no se podía hacer el toreo soñado, pero sí lo que ha hecho Emilio, jugarse la vida con una pasión arrebatadora. El bovino buscaba los muslos del diestro con una saña tremenda; faena de mucho mérito porque ante todo, un hombre se estaba jugando la vida. La palabra dicha, de forma habitual, es muy difícil que la empleemos porque aquello de jugarse la vida es cosa de los héroes que, como en el día de hoy, hasta han ejercido de artistas. Fijémonos como ha sido la faena que, pese a todo, de haber acertado con la espada hubiera cortado la oreja.

Fantástica la reata de Victorino Martín en el día de hoy, Sublime en líneas generales porque le han salido dos alimañas, pero cuatro toros para hacer el buen toreo, siempre partiendo de la base de la emoción que producen estos toros que no necesitan del fervor de los comunicadores porque su casta y bravura convence a todo el mundo. Insisto, compara uno estos toros y sus lidias con lo de Roca Rey, Manzanares y demás diestros famosos y, todo lo que aquellos hagan es pura ofensa hacia el toreo y, sin duda, a los grandes diestros que se juegan la vida de verdad y, en ese ínterin, hasta crean una obra de arte como lo ha hecho Manolo Escribano.

1 comentario:

  1. Después del simulacro de ayer con los toros de Núñez del Cuvillo y sus correspondientes mataburros con sus faenas de cartón piedra, hoy han venido a poner las cosas en su sitio una señora corrida de toros de Victorino y tres auténticos tíos, tres toreros de verdad para que no olvidemos la verdadera esencia de este espectáculo, verdad, emoción, riesgo, autenticidad y todo ello regado, como no, con arte, para hacer de la corrida algo que no debiera dejar de ser, algo imprevisible.
    Pablo Galán Espadas.

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