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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 30 de abril de 2023

SEVILLA–13ª DE ABONO: La tarde de Ginés / por Jorge Arturo Díaz Reyes


No se agotó el papel. Gines desoreja el toro de la tarde. Morante batallador corta una y Cayetano y el rejoneador Telles en blanco. Encierro de poco juego...

La tarde de Ginés
Jorge Arturo Díaz Reyes
CrónicaToro/Cali, IV 29 2023
Sin ser lo que se llama una gran tarde, por el juego deslucido de los de El Torero, hubo momentos de notable significado en ella. Uno, y quizá el más inexplicable, que no se agotó el papel para ver a Morante reapareciendo cuatro días después de su histórica faena a “Ligerito” en este ruedo.

Y para colmo, tras una lidia superlativa y una estocada imperfecta, con el segundo, el presidente don José Luque Teruel (quien valga recordar le había otorgado el rabo del miércoles), hubo de forzar el reglamento y darle a motu propio una oreja de petición evidentemente minoritaria. Y, como reprochando, de nuevo la enconada porfía de José Antonio con el descompuesto y parado quinto del que al final se deshizo con media espada baja saliéndose de la suerte. Y entonces, la concurrencia como diciéndose ¡Qué hemos hecho! no pidiéndole la oreja del anterior, quisieron hacer contrición sacándolo al tercio, pero él serio y digno se limitó a saludar la ovación idólatra con una mano y una sonrisa displicentes.

Otros. La clásica y sobria lidia del sexagenario rejoneador portugués, Antonio Ribeiro Telles ignorada por el público y deslucida con el rejón de muerte. El alegre quite de Cayetano al tercero, cuatro mecidos delantales una lánguida larga y una brionesa precisa. Los tercios de banderillas, cuarto y sexto, de Antonio punta, Manuel Larios en cada uno y Fernando Pérez en ambos.

Pero el hecho que marca la corrida fue la faena de Ginés Marín al bravo cuarto “Espárrago”, negro salpicado, cuatreño número 36, el más liviano del encierro con sus 521 kilos. No fue bello el lanceo de recibo, solo eficaz. Pero si mejores las tres verónicas y media del quite intermedio entre los dos puyazos bajos de Ignacio Garrido. Tras la ovación a sus banderilleros, brindó al público y comenzó a desgranar un muleteo de distancias, alturas y terrenos acertados, adobado con templanza, secuencia y dibujada caligrafía. Por la derecha y sobre todo en las tandas naturales. El toro iba y venía con codicia y la obra cogió unidad y tono emocional a son de pasodoble. Serio de rostro y de plantas el jerezano se echó la plaza al bolsillo. Ni un dislate manchó la extensa plana. Dos naturales, un molinete, uno de pecho, un cambio de mano, una derecha y otro de costado fueron el epílogo antes de un volapié de padre y señor mío y una espada hasta la bola que obtuvo las dos orejas. La del público y la del presidente.

Con el sexto, ya querían la Puerta famosa, para luego ir a contar y provocar envidias con el manido ¡La vimos, estábamos allí! Pero nada, fue manso, cabeza loca y soso, su padre se lo dejó crudo. Peor. Marín insistió abusando de la paciencia presencial y televidente y del tiempo reglamentario porque le tocaron aviso. Lo pinchó y luego lo estoqueó al hilo de las tablas completamente rajado.

El Torero, como tantas ganaderías en esta feria se ve salvado del desastre por un solo toro, que también como en las ocasiones anteriores encontró la muleta y la espada que merecía
  • FICHA DEL FESTEJO
Sevilla. Sábado 29 de abril de 2023. Plaza de la Real Maestranza de Caballería. 13ª de abono. Sol, calor. Casi lleno. Siete toros, el primero despuntado para rejones de Passanha repetidor y seis para lidia de a pie de El Torero, parejos de romana, diversos de juego, ovacionados 3º y 4º.

Antonio Ribeiro Telles, (rej), silencio.
Morante de la Puebla, oreja y saludo en tablas.
Cayetano, silencio tras aviso y silencio.
Ginés Marín, dos orejas y saludo tras aviso.

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