-Fotografía: Andrew Moore-
"...El malagueño Jiménez Fortes, hijo de torero y torera, ha jugado siempre la carta del valor impávido, vertical, estoico. Ha sufrido ya varios percances graves (uno de ellos, en el pasado San Isidro, cuando la corrida tuvo que suspenderse por cogidas de los tres diestros)..."
Drama en San Isidro
La dramática cornada de Jiménez Fortes se ha producido en la faena de muleta al último toro, «Droguero», colorado chorreado, deSalvador Domecq, cinqueño, de 640 kilos. Al llamarlo por la izquierda, el toro se ha vencido, lo ha empalado por la entrepierna y, en el suelo, lo ha buscado: ha parecido que le hería en el cuello y lo levantaba. La sensación ha sido de máxima gravedad, lo han llevado corriendo a la enfermería, entre la consternación de los toreros. Comosíntoma esperanzador, la hemorragia no parecía excesiva y el diestro daba la impresión de estar consciente, levantando una mano. De todos modos, la atmósfera era de gran angustia; podía verse a algunos de sus compañeros rezando, a la puerta de la enfermería. [Así lo hemos contado en directo]
El malagueño Jiménez Fortes, hijo de torero y torera, ha jugado siempre la carta del valor impávido, vertical, estoico. Ha sufrido ya varios percances graves (uno de ellos, en el pasado San Isidro, cuando la corrida tuvo que suspenderse por cogidas de los tres diestros). Sin abandonar esa línea, últimamente parecía haber alcanzado una mayor madurez: en Fallas tuvo una seria y buena actuación. No le contrataron para Sevilla y esta tarde de San Isidro era crucial para su carrera.
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