ABC / Palomo Linares, junto a Concha Azuara y Salvador Victoria
"La Comunidad de Madrid a Sebastián Palomo Linares, en recuerdo de aquel 22 de mayo de 1972, en el que le fueron concedidas las dos orejas y el rabo del toro Cigarrón de la ganadería de Atanasio Fernández".
Al lado de Manuel Benítez «El Cordobés»
Palomo Linares ya tiene azulejo en Las Ventas
Día 22/05/2015.-
El veterano matador de toros Sebastián Palomo Linares tiene desde hoy un azulejo en el "pasillo de la fama" de la plaza de toros de Las Ventas, que recuerda aquella histórica tarde del 22 de mayo de 1972, cuando cortó las dos orejas y el rabo del toro "Cigarrón", de la ganadería de Atanasio Fernández.
El mosaico dedicado al maestro de Linares se encuentra emplazado justo al lado de quien fue su gran rival y compañero por aquellos años setenta, Manuel Benítez "El Cordobés", en la pared adyacente a la puerta de arrastre, en las galerías de los tendidos bajos de la plaza de Las Ventas.
En la leyenda del azulejo, obra de la empresa Cerámicas San Ginés de Talavera de la Reina (Toledo), se recuerda la gesta: "La Comunidad de Madrid a Sebastián Palomo Linares, en recuerdo de aquel 22 de mayo de 1972, en el que le fueron concedidas las dos orejas y el rabo del toro Cigarrón de la ganadería de Atanasio Fernández".
Con esta distinción, Linares pasa a formar parte de ese elenco de toreros así recordados como Manolo y Pepe Luis Vázquez, Curro Romero, Diego Puerta, Antonio Ordóñez, Rafael Ortega, Ruiz Miguel, El Litri, Andrés Vázquez, Paco Camino, El Viti, César Rincón, Manuel Vidrié, Julio Aparicio, Luis Miguel Dominguín, Marcial Lalanda, Antonio Bienvenida, Nicanor Villalta y Domingo Ortega.
El homenajeado, visiblemente emocionado, tuvo palabras de recuerdo a quienes fueron los artífices de su éxito, a su equipo de trabajo, capitaneado por los hermanos Lozano en el apoderamiento, a su familia, a partidarios y detractores, a Madrid, pero, sobre todo, a su "Chata", la antigua plaza de toros de Carabanchel, la que le vio nacer como torero y la que le dio su "primera oportunidad".
Palomo Linares recordó también las tardes más importantes de una trayectoria encumbrada a lo más alto en la década de los setenta, gracias a su "ambición de querer llegar a ser figura del toreo" y, también especialmente, "a la buena dirección" con la que le llevaron los que "siempre" estuvieron a su lado.
"Una figura del toreo no se hace sola, necesita también de gente que confíe en ti. En ese sentido soy un afortunado, porque siempre me he rodeado de los mejores. Aliviaban mis miedos, frenaban mis impulsos y creían ciegamente en mis posibilidades. Yo no opinaba, solamente tenía que pensar en prepararme y en el toro", ha enfatizado.
Como torero, Linares fue un portento, un hombre comunicador y "mediático" pero, a su vez, con una técnica y una torería que le llevaron a la cúspide del toreo, con dos tardes fundamentales en su vida, ambas en 1972: la que ahora es motivo de homenaje y la protagonizada en la Monumental de México, donde cortó también el rabo del toro "Tenorio", de la ganadería de Garfias.
"Estas dos tardes en Madrid y México han sido los dos hitos de mi carrera, tanto que hasta conservo aún los dos rabos en mi casa. Fue lo más grande de mi vida, los dos puntos de expansión de una carrera en la que he logrado también triunfos rotundos en innumerables plazas de España y América", ha recordado.
"Mi vida ha sido muy complicada, pero gracias a Dios también me supo recompensar. Este homenaje que brinda hoy Madrid reconoce a una persona ambiciosa, e incluso molesta, en ocasiones, en el ruedo. Fuitorero de raza y de no entablar amistades, pero ahora siento como nunca el cariño y el respeto de toda la familia taurina", ha apostillado.
El acto de descubrimiento del azulejo ha estado presidido por el Consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, que también ocupa el cargo de presidente del Centro de Asuntos Taurinos, cuyo director gerente, el escritor Carlos Abella, fue el encargado de presentar y moderar.
Acompañando también a Palomo Linares han estado su actual pareja, Concha Azuara, su hijo Miguel Palomo Danko, el periodista y amigo Federico Sánchez Aguilar, los que fueron sus apoderados, Pablo y Eduardo Lozano, y el torero mexicano Eloy Cavazos, entre otras muchas personalidades del mundo del toro que han abarrotado el aula cultural Antonio Bienvenida de Las Ventas.
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