-Fotografías de Andrew Moore-
"...Afortunadamente, el milagro se produjo. A pesar de tener dos cornadas en el cuello, la yugular y la carótida han sido solamente contusionadas y no seccionadas. Por ello, Fortes ha salvado la vida. Hablan del capote de San Fermín, tampoco es malo el de San Isidro. En realidad a Jiménez Fortes se le acaba de aparecer toda la corte celestial en pleno.l..."
LA MUERTE RONDÓ LA PLAZA
Domingo Delgado de la Cámara
El sexto de la tarde, con su embestida descompuesta, había arrebatado la muleta a Jiménez Fortes en el inicio de la faena de muleta. Al intentar una segunda serie, Fortes fue empalado por el toro y acto seguido recibió un derrote en el cuello. Sangraba copiosamente y todos nos dimos cuenta de la gravedad de la cornada. Había sensación de tragedia. Cuando menos se espera, la muerte irrumpe en el ruedo. Y es que como dijo Mazzantini al actor Julián Romea: la diferencia entre usted y yo, es que usted se muere de mentirijillas todas las tardes en el escenario, mientras que yo en el ruedo, puedo morir de verdad. Por esto son tan admirables los toreros, y su aura heroica y mítica es incomparable. Aura que nunca tendrán los ídolos del balompié por mucha presencia mediática que tengan y por mucho dinero que ganen.
Afortunadamente, el milagro se produjo. A pesar de tener dos cornadas en el cuello, la yugular y la carótida han sido solamente contusionadas y no seccionadas. Por ello, Fortes ha salvado la vida. Hablan del capote de San Fermín, tampoco es malo el de San Isidro. En realidad a Jiménez Fortes se le acaba de aparecer toda la corte celestial en pleno. Ahora hagamos votos por una recuperación corta y satisfactoria.
A su primero Fortes le cortó una oreja a base de valor. Fue a portagayola para dejar claras las intenciones. Con la muleta estuvo muy firme a pesar de que el aire no dejaba parar quieta la muleta. Después de unas bernadinas muy apretadas y de una buena estocada, le dieron una oreja en premio a casta y pundonor. En realidad la faena fue inexistente, porque aunque el toro era noble, el viento hacía imposible el manejo de la muleta. Todo lo resolvió Fortes a base de quietud y coraje. Este es de los pocos que quiere ser torero de verdad. Y hablando de valor, también hay que consignar un quite por gaoneras de Fortes al quinto, lleno de exposición.
Uceda Leal se quitó de delante deprisa al toro que hirió a Jiménez Fortes. La verdad es que Uceda ha tenido el santo de espaldas toda la tarde. Su primero fue un remiendo de Fidel San Román muy manso y rajado. Además el viento no dejó dar al torero madrileño ni un solo muletazo. El cuarto, es el típico toro deslucido que cuando le bajas la mano, se cae; pero cuando le llevas a media altura, derrota y cabecea. Hubo algún muletazo suelto de buena factura. La noticia de esta lidia fue el mitin que dio Uceda con el estoque y el verduguillo. Cosa insólita, porque el torero madrileño es el más seguro del escalafón con los aceros en la mano. Teniendo en cuenta los muchos desgarramantas que van a torear dos tardes en San Isidro, es injusto que Uceda solo comparezca una vez en la Feria. Todos sabemos sus limitaciones, pero tiene más clase y es mejor torero que la mayoría, aunque ayer no tuviera suerte. Por las mismas razones, también merecía estar en San Isidro Curro Díaz.
Diego Silveti, tuvo la suerte de intervenir cuando el aire molestaba menos. Además, tuvo un lote facilón, que se dejó torear. El problema del mejicano es el codilleo, y por tanto, el muletazo de corto trazo. Su muletazo es breve y sin mando, por eso no cuaja los toros, aunque le ponga voluntad. Y hablando de mejicanos, sí que es cierto que los diestros mejicanos ya no protagonizan los ridículos de sus compatriotas en los sanisidros de los años ochenta y noventa. Pero no es menos cierto, que ninguno es capaz de cuajar un toro y triunfar ruidosamente. Por ello, en el próximo San Isidro hay que reducir la presencia mejicana, porque al aficionado madrileño nada le dicen unos nombres que únicamente están en la Feria por cuestiones de política taurina. Hay que traer menos mejicanos, con dos basta. Y estos dos, que sean debutantes y tengan el beneficio de la novedad. No se puede volver a anunciar a señores que ya llevan bastantes cartuchos quemados sin triunfos convincentes. Esto último también debe ser aplicado a un montón de toreros españoles, que nadie se explica porqué siguen estando en las ferias.
Por último, hay que hablar de la mala presentación de los toros de Salvador Domecq. Tercero, cuarto y quinto eran absolutamente impresentables. El tercero era una cabra, chiquitísimo aunque fuera veleto y cinqueño. El cuarto te daba antes con el hocico que con los pitones. Y el quinto era un novillete, nadie se cree que pesara 590 Kilos. Pues bien, un lote tan indecoroso apenas fue protestado. No me cabe duda ninguna de que si estos torejos los matan Ponce, Juli y Manzanares, los del tendido Siete queman la plaza. Por tanto, Madrid no es tan torista como puede parecer, depende del cartel y de las ganas de incordiar del respetable. Si existiera un mínimo de coherencia, hoy se tendría que haber montado una bronca muy gorda. Sin embargo, no han dicho ni pío.
Otro elemento que hay que tener en cuenta es el día de la semana en que se celebra el festejo. El fin de semana, cuando la gente no viene de la oficina, el ambiente es menos crispado. Y ayer también, se anunciaba un fin de semana largo, con tres días de fiesta, sin tener que ver la cara del jefe. ¿En circunstancias tan idílicas, quien se va a enfadar por la mala presentación de los toros? Madrid es una plaza esquizofrénica con mil personalidades distintas, un día habrá que hacer un estudio sociológico serio sobre la que dicen primera plaza del mundo.
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