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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 2 de mayo de 2015

"EL TONTO NO DESCANSA": Goytisolo, el Cervantes que odia España.



Premio al complejo antiespañol


Goytisolo encarna como nadie ese odio visceral a la España histórica que tanto daño ha hecho a la cultura de nuestro país. Una interpretación que ha hecho suya la izquierda.

Goytisolo, el Cervantes que odia España

  • No debieron ganar los cristianos, sino los musulmanes. No debió ganar Roma, sino los protestantes. No debieron ganar los “blancos”, sino los moros o los gitanos. Cada rezo es una mueca grotesca, cada batalla ganada es una miserable carnicería, cada verso encierra un insulto, cada palabra de amor enmascara un complejo sexual. Caín era el bueno y Abel, el malo. Isabel la Católica era una atroz madrastra de cuento y más nos valdría habernos quedado con los Omeyas.

JOSÉ JAVIER ESPARZA
Hubo un momento en el que la izquierda española decidió que su enemigo no era sólo Franco, ni los ricos, ni la Corona, ni siquiera Dios. Hubo un momento –pongamos 1970- en el que la izquierda española decidió que su enemigo era, simplemente, España; una España idealizada –vale decir diabolizada- como encarnación histórica de todos los males, a saber, el oscurantismo, la cerrilidad, el analfabetismo, la arrogancia, la prepotencia, la violencia, el fanatismo, la injusticia. De repente toda la vieja literatura del “malestar de España”, que antaño tuvo un afán regeneracionista (incluso en un odiador como Azaña), se condensaba ahora en una execración sumaria y sin paliativos, una condena global que iba más allá del tiempo y del espacio. Ese día la izquierda empezó a pensar que romper España era un acto revolucionario. En semejante operación tuvo un cierto peso el autor al que ahora el Gobierno del PP ha concedido el premio Cervantes: Juan Goytisolo.

No debieron ganar los cristianos, sino los musulmanes. No debió ganar Roma, sino los protestantes. No debieron ganar los “blancos”, sino los moros o los gitanos. Cada rezo es una mueca grotesca, cada batalla ganada es una miserable carnicería, cada verso encierra un insulto, cada palabra de amor enmascara un complejo sexual. Caín era el bueno y Abel, el malo. Isabel la Católica era una atroz madrastra de cuento y más nos valdría habernos quedado con los Omeyas. La “Reivindicación del conde Don Julián” de Goytisolo es la mayor obra de odio a España –a la España real- jamás escrita. Y esa sensibilidad –más que la obra en sí- terminó permeando a una, dos, tres generaciones de progresistas españoles. Sus efectos perduran en la cultura española, sobre todo en la educación. Nada más lógico que verla ahora premiada por el acomplejadísimo Gobierno Rajoy.

El Cervantes suele darse a un autor por el conjunto de su obra. Pero lo de Goytisolo no es una obra; lo de Goytisolo es un complejo o, más precisamente, un montón de complejos puestos uno encima de otro y revueltos en sórdida mezcolanza.

Complejo del niño que se queda sin madre en un bombardeo y que crece junto a un padre franquista al que detesta (porque le falta la madre). Complejo de niño bien que, por acomodado, siente una especie de simpatía reactiva hacia el pobre, al que desea redimir por el narcisista procedimiento de hacerse pasar por pobre también. Complejo de una sexualidad culpable e indefinida –siempre la falta de la madre-, de una homosexualidad vergonzante, de una heterosexualidad ocasional que se desmiente para volver a la pederastia. Complejo de blanco malo frente al moro bueno, complejo de español que no quiere serlo porque en España ve al padre que le sobra y a la madre que le falta. Complejo de burgués que se hace comunista para lavar su conciencia y que después, descubierto el podrido pastel estalinista, abraza una existencia de turista universal para predicar nihilismo desde una bonita casa en Marrakech. Juan Goytisolo es todo eso. Como no podía ser de otro modo, recaló en El País, depósito inagotable de ese plúmbeo izquierdismo que desde hace largos años descarga sobre España su despotismo intelectual. También por esto le han premiado los chicos de Rajoy.

Hace seis años, para Goytisolo fue precisamente el último premio importante que otorgó el Gobierno Zapatero: el de las Letras Españolas. Ahora el de Rajoy le concede el galardón más relevante de la literatura en español. Todo cobra sentido.

P.S.: Ya sé que el Cervantes, nominalmente, no lo concede el Gobierno, sino un docto sanedrín. Pero, créanme, conozco el paño: los jurados de designación gubernamental (o de órganos satélites) tienen suficiente peso como para determinar el fallo. Este ha sido un premio gubernamental. Y eso es precisamente lo más preocupante.

7 comentarios:

  1. Por mucho periodista que se precie no siempre se cuenta la verdad, a veces es fácil confundir lo cierto con el deseo de que fuera cierto. Esto antiguamente se podía conseguir, hoy afortunadamente hay muchos medios tanto visuales como de lectura donde tenemos la oportunidad de conocer a cada uno y saber de su trayectoria ideológica conociendo perfectamente su perfil de donde viene y a donde quiere llegar.

    El caso de José Javier Esparza es muy significativo, sabiendo donde echo sus raíces: ABC, Ya, vinculado políticamente al Partido Popular fue director del gabinete del Secretario de Estado de Cultura durante el último gobierno de José María Aznar. Dirigió el diario digital elmanifiesto.com antes de incorporarse a la cadena COPE. Desde 2010 pasó a formar parte del equipo del Grupo Intereconomía dirigiendo y presentando el telediario de Intereconomía TV con Pilar García Granja y Eduardo García Serrano.

    Especializado en la divulgación histórica, está relacionado con la denominada Nueva Derecha francesa y europea. Se formó con la obra de Ernst Jünger. Vinculado al entorno de la derecha cultural española, ha apoyado públicamente a los objetores de conciencia a la asignatura Educación para la Ciudadanía, los movimientos pro vida y la Fundación para la Defensa de la Nación Española.

    Los telepredicadores de la derecha más a la derecha en esencia pura en aquella Intereconomía. Jefes e inspiradores: Julio Ariza (propietario y presidente de Intereconomía), Rouco Varela (presidente de la Conferencia Episcopal española), Eduardo García Serrano (tertuliano), Antonio Jiménez (conductor de El gato al agua), Ana Gugel (presentadora en Intereconomía), José Javier Esparza (tertuliano) y José María Aznar (ex presidente del Gobierno). Ilustración: OFGMS.

    El 21 del agosto de 2011 dos Papas santificaron el centro de Madrid. En Cibeles, como una estrella pop, Joseph Ratzinger se manifestó a las masas enardecidas. Dos kilómetros más al norte, mucho más solitario, un Juan Pablo II de granito saludaba, como todos los días y sin ánimo cismático, a los trabajadores de Intereconomía. Con una leyenda tallada en la peana: “No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo”. “Lo puso ahí el dueño, Ariza, para contentar a Rouco”, dicen en la redacción. Dentro, en Castellana 37, lo que puso en su despacho el director de La Gaceta, el diario de Intereconomía, Carlos Dávila, fue un pulpo. O más exactamente varios. Sucedió en mayo de 2011, durante las elecciones municipales y autonómicas. A rebufo del éxito mediático del pulpo Paul, Dávila decidió que otro vidente cefalópodo era lo que sus lectores necesitaban para madurar los resultados de las elecciones. El problema: que por una mala alimentación o por lo que fuera, los pulpos profetas morían a las pocas horas. “Y veíamos a Dávila salir del despacho, cagándose en todo: ‘¡Se me ha muerto el pulpo! ¡Traedme otro!”, relata un extrabajador de Intereconomía.

    Nada extrañó a una redacción acostumbrada ya a cierto pintoresquismo ibérico. Un ejemplo: “Nos llegan casi todos los días cartas de abuelillos, escritas a mano, enviadas desde, por ejemplo, Talavera, con un billete de 10 euros dentro y frases como: ‘Ánimo, sois los mejores”, cuentan. Algunos trabajadores de La Gaceta tuvieron problemas para cobrar el pasado mes de agosto, pero aún se recuerdan las últimas cenas de Navidad a todo trapo, con tarjetas regalo de Zara y El Corte Inglés, y sorteos de relojes de pulsera XXL, pantallas planas y hasta un coche, reminiscencia del mítico piso en Torrevieja del Un, dos, tres. En la última, entre lo cómico y lo surreal, se buscaba entre los presentes, para sacar de una urna el nombre del agraciado con el coche, “una mano inocente”. En la mesa presidencial estalla una carcajada: Mario Conde, 15 años en prisión por desfalcar miles de millones de Banesto en los años 80, se levanta y ejerce, con una sonrisa irónica, de “mano inocente”.

    Pues si señores este es el personaje que dice con su razón, repito SU RAZÓN, que “Goytisolo, el Cervantes que odia España”.

    Miguel Bernal

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  2. Por mucho que escriba este otro personaje que firma como Bernal habría que preguntarle si lo que escribe J. Esparza sobre este premio Cervantes es verdad o mentira.
    Luis F V.

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  3. Abundando en el comentario de Miguel Bernal tengo que añadir que la extrema derecha hay que situarla dentro de la España democrática en Radio Intercontinental que ha revolucionado el panorama de medios en España con un lema agresivo: la derecha sin complejos. El auge del Grupo Intereconomía -dos emisoras de radio, dos canales de tele, un diario, un semanal y una editorial- es innegable. La Gaceta, comprada por el grupo en 2009, ha conseguido arañar lectores a los periódicos de derecha, mientras que Intereconomía TV estuvo entre las cadenas de TDT más vistas (y en ocasiones puntuales, en comunidades como la de Madrid, superaba a Cuatro o La Sexta).

    ¿Quién era el responsable de todo esto? Julio Ariza. “Pues un iluminado, un tipo muy cercano al Opus Dei. Tanto que, al menos antes, se llevaba a su gente a meditar a Torreciudad [el santuario de la Obra en Huesca], de convivencia. Es muy Opus, pero de los de “a Dios rogando y con el mazo dando” de lunes a viernes nos puteaban y el fin de semana se iban a confesar, explica un periodista que estuvo a sus órdenes en Época. Así define a Julio Ariza -navarro y ex diputado popular, 32 sociedades registradas a su nombre- alguien que trabajó a sus órdenes. “Es un tipo muy déspota con sus subordinados y sobre todo muy pegado a los barones del PP, que son los que le sostienen”.

    “En una ocasión, en la redacción, Ariza le llamó la atención a una chica porque se le veía el tanga al final de la espalda. Le pidió que se vistiera de una forma decente. A otra, por ejemplo, la metió en el despacho y le preguntó, muy serio, ¿Tú estás casada o sólo vives en pareja?. Ella se negó a contestar, le dijo que eso no era de su incumbencia, que qué le importaba. Y le supo mantener el tirón, porque lo cierto es que aún trabaja con él. “Intereconomía da imagen de cachondeo por las tertulias, con todos pegándose gritos a ver quién la dice más gorda, pero saben muy bien lo que hacen, son una secta muy sutil”. Contraataca el jefe de prensa del grupo, Rafael Miner: “No somos tan extremistas como se dice, aunque a veces a alguno se le haya ido un poco la mano”.

    Se trata, en definitiva, de hacer ruido. Por más que, en cifras reales, la cadena no llegue más que al 3% de audiencia, el éxito, resucitando todos los fantasmas de la derechona, parece innegable. Según su catón, Pau Gasol es un “peligroso antiespañol” por apoyar al 15-M; la película catalana Pa negre gana en los Goya “apoyado por el poderoso lobby gay”; y una consejera de la Generalitat es una “zorra” y una “puerca” por informar a los adolescentes sobre sexo. En la antología no debe faltar una pieza del telediario en que el redactor explicaba las razones por las que “los condones no están hechos para África”. “Hay que guardarlos en lugares frescos y secos, pero no existen esos lugares en África. Hay que abrir el envoltorio con cuidado; sin embargo, África no destaca por su manicura, tienen manos que pueden no ser aptas. Además, hay que leer bien el prospecto, y en África no saben leer”. Para rematar informando de “la doctrina de la Iglesia: no a la promiscuidad, y que en toda relación primen los sentimientos”.

    Incluso votantes de otros espectros políticos acaban subyugados por la estrábica agresividad de los argumentos y los telepredicadores intereconómicos, que funcionan por dos vías paralelas: convenciendo a los convencidos, y como alocado espectáculo serie B para los demás. “Están entre la derecha oficial del PP y otra derecha más extrema, eventualmente democrática hoy, pero que podría no serlo mañana. Respetuosa con la ley, pero que podría no serlo”. La opinión es del, para muchos, padre putativo de esta explosión mediática conservadora. La voz que incendió las ondas desde la Cope en la segunda mitad de los 2000, y cuyo impacto abrió ese nuevo caladero: Federico Jiménez Losantos. “En realidad, Intereconomía ha estado cinco años haciendo lo mismo, erre que erre, y sólo cuando se han puesto los demás a criticarles es cuando se han consagrado, cuando han tenido éxito”, dice el periodista a ROLLING STONE.

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  4. Losantos apunta al caldo de cultivo que ha generado la situación: “La sociedad española, y no sólo ella, está en un momento de caos impreciso, de incertidumbre total, y el periodismo es de las áreas que más sufre eso: nada ha cambiado tanto como el periodismo en estos años”. La correa de transmisión que proviene del poder está en plena transformación: “Son los partidos, al final, los que controlan la concesión de licencias y el cotarro en general. Y lo que quiere un candidato es que le apoyen. Quien no le apoya, aunque sea de la misma ideología, acaba en la calle si de ese político depende: siempre hay un momento en que no eres lo suficientemente obediente. Ellos no sólo controlan qué medios existen, sino la publicidad institucional. Mientras sea así, los medios, o son muy de partido, o son muy partidistas, que no es lo mismo”.

    Losantos, autor de alguna intervención estruendosa en Intereconomía TV -“el Orgullo Gay insulta a los gays, que en realidad son católicos y les gusta la familia”, dijo-, pone música a la canción del periodismo militante. El estribillo cada vez más de moda en los medios y propio, según algunos, de las sociedades en decadencia. Por ejemplo, la argentina. Habla Gisele Sousa, redactora del diario de referencia allá, Clarín: “La militancia es necesaria en Argentina, te preguntan de qué lado estás. En las ruedas de prensa los políticos, en vez de criticarse entre ellos como era habitual, acusan de mentir directamente a periodistas, con nombre y apellidos. Dicen: ‘Fulanito de tal es un mentiroso’. El clima es irrespirable”. “Sin embargo, el periodismo militante es algo que está muy en la base histórica de los periódicos españoles”, interviene en el debate otro de los todopinadores de referencia del conservadurismo mediático, el singular César Vidal: “Desde que empieza el negocio de la prensa al comienzo del siglo XIX, los periódicos son muy pero muy militantes. Y ahora los medios lo están siendo también, sí”.

    Una fuente dentro de La Gaceta explica cómo “dentro de la casa se asume que el seguidismo respecto al PP es absoluto, aunque con diferencias. Los grandes apoyos de Ariza son los barones regionales: Feijoo [Galicia], Alicia Sánchez-Camacho [Cataluña], Fabra en Alicante… El gran apoyo dentro de Génova es Federico Trillo, uno de los que ha llevado las riendas durante estos años de travesía por el desierto. Con Rajoy, ni frío ni calor. “Pero es que, con Rajoy, ni frío ni calor todo el mundo”, asegura una fuente. Además, dentro de la casa se le atribuyen a Ariza amistades “muy cercanas” con Jaime Mayor Oreja -bastión de la derecha ortodoxa dentro del PP- y con el procesado Jaume Matas, que siempre ha cuidado con esmero su relación con los medios. Las mismas fuentes cuentan que UPyD, el partido de Rosa Díez, “no existe en los medios de Intereconomía, esa es la consigna”, y que el presidente del grupo desayuna “con alguna frecuencia” con José Blanco, ex portavoz del Gobierno y ex Ministro de Fomento.

    “Nunca ha faltado tampoco la publicidad institucional de Esperanza Aguirre”, explican. ¿Y qué puede pasar con este nuevo cambio de gobierno en la Moncloa? ¿Se agradecerán los servicios prestados? “No es seguro qué puede hacer Rajoy en su política de medios ahora que está en el poder”, dice César Vidal. “Y no lo es teniendo en cuenta la experiencia de Aznar. Uno de los primeros periodistas que le apoyó fue Antonio Herrero, y uno de los primeros de los que se quiso deshacer Aznar cuando llegó a Moncloa fue Antonio Herrero”. La dependencia periodística respecto del poder es tal que, por ejemplo, mientras se escriben estas líneas, la rumorología coloca nubarrones sobre Público, lanzado por el empresario Jaume Roures al calor del zapaterismo y, ahora, en concurso de acreeedores, necesitado de encontrar su camino después de él.

    Continuara

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  5. La explosión de webs y canales de TDT, y la condición de casi chiringuitos de muchos medios son sólo otro apéndice de la situación. “Ariza siempre ha llevado un mantra encima allá por donde ha pasado: sinergia, sinergia, sinergia”, dice alguien que trabajó a sus órdenes en Época. “Yo he escuchado después por todas partes lo de unir el papel e internet, pero él ya lo decía en 2003”. Las redacciones de los medios de Intereconomía están casi totalmente integradas, dando pábulo al corolario de periodismo-patera con que muchos se refieren a estos soportes.

    La endeblez del panorama actual la ha vivido en sus carnes Jiménez Losantos, que dejó la Cope en 2008 para embarcarse en su propio proyecto, Esradio: “Me he quedado en la séptima parte de lo quecobraba, así de claro. A ver, si no tienes casas en el extranjero, ni te lías con ninguna famosa, ni tienes hijos conflictivos, pues puedes funcionar”, se ríe: “¡Total, hay que hacer dieta de todas las maneras!”. El periodismo español está en estado de ERE constante: sólo en Madrid, en 2011, se acumularon casi 3.000 despidos. Cada semana cierran publicaciones y se anuncian nuevas regulaciones.

    Los medios de Ariza, en todo caso, siempre han vivido en una cierta frugalidad. Padre de seis hijos y militante carlista en sus años mozos, no falta quien le atribuye la condición de miembrode la orden del Temple, una especie de secta antaño enfrentada a los masones. Templario o no, sus medios juegan a las cruzadas, emprendiendo campañas para defender el español, luchando contra el aborto o resucitando un “peligro rojo” más propio de la Guerra Fría. En su ideario, público en la web, se declaran defensores de “la familia” e identificados con “las raíces cristianas”.

    La querencia por un pasado imperial español, esa nostalgia de ribetes franquistas, forma parte del aroma. Los Reyes Católicos -que “no reconocerían esta España”, dice César Vidal- forman parte de la foto de familia. Uno de los reporteros estrella de la cadena, José Javier Esparza, estaría vinculado según algunas fuentes con la llamada “nueva derecha europea”, una suerte de facción ultra post Le Pen que busca cambiar el envoltorio extremista por una cara más amable. Esparza, que luce un parche que le tapa un ojo en todas sus intervenciones en la cadena, es autor de novelas que explotan un hipotético pasado excalibur patrio, como La gesta española y La España épica. El ABC, la Cope y cuatro años como jefe de gabinete en la secretaría de Estado de Cultura en la época de Aznar figuran en su currículo.

    En el otro lado, un trabajador del grupo muy crítico con la línea editorial explica cómo “se cuida muchísimo que no se nos relacione con nada que tenga que ver con la extrema derecha, se ha llegado a borrar una cruz gamada de una foto sólo por eso”. Además, matiza su visión desde dentro: “Con su línea editorial o no, lo cierto es que han logrado abrir debates que están en la sociedad, pero en los que los medios muchas veces se la cogen con papel de fumar. Por ejemplo, las encuestas dicen que una mayoría de españoles está contra el aborto, pero los medios tradicionales lo obvian. Estos no. No hacen periodismo para periodistas, sino para la gente de la calle, la que charla en el bar. La Gaceta busca ser un Marca de la política. Lo tienen muy claro”.

    Alfredo Vizcaíno

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  6. Estimado Sr Luis F V, soy el que firma como Bernal. Mire señor F V, para nada voy a entrar “si lo que escribe J. Esparza sobre este premio Cervantes es verdad o mentira”. Pero si voy a decirle que si los hombres tenemos que tratar de imitar a alguien, ese es Jesucristo.

    En la Biblia hay un pasaje donde Jesucristo llego al templo y encontró a los capitalistas dentro del templo haciendo cambios de monedas y transacciones bursátiles, Cristo tomo su látigo y saco a los capitalistas a latigazos del templo, Cristo les llamo ladrones "Han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones" les dijo Cristo a los capitalistas en el templo.

    También hay otro pasaje bíblico en el libro de Echos de Pedro, donde dice, que las primeras comunidades cristianas vivían en comunidad repartiéndose los bienes unos a otros según su necesidad y eran felices de corazón, así os dice la Biblia, podemos decir entonces que las primeras sociedades cristianas practicaban de algún modo el comunismo.

    Hay otro pasaje donde Cristo estaba en una aldea y un joven burgues se le acerco y le dijo que quería irse al cielo, Cristo le respondió al capitalista que vendiera sus bienes y se los repartiera al pueblo, el burgues se puso triste porque tenia muchas posesiones, aquí hay una prueba contundente del socialismo cristiano, es un marxismo inspirado en Cristo. El nos dice deja todo y sígueme.
    ¿Jesús de Nazaret fue el primer comunista?

    Desde lo personal pienso que el comunismo no es una religión ni como lo plantean algunos un "sistema económico" sino es una ideología que trata de organizar una sociedad justa para todos ya sea por medio de la abolición ala propiedad probada, igualdad en los ingresos, etc. Es verdad que tiene coincidencias con Jesucristo porque justamente el nos dice que todos somos iguales antes los ojos de Dios. No se si podemos llamarlo comunista o no pero si que ambos tienen grandes coincidencias.

    Reconozcamos a Jesús en el rostro de los necesitados. Una vez, el papa Juan Pablo II escribió: “Las necesidades de los pobres tienen prioridad sobre los deseos de los ricos.” La pobreza multigeneracional, medida por la cantidad de personas que atraviesan dificultades económicas y cuyos padres, abuelos, e incluso quizás, bisabuelos, también sufrieron inestabilidad económica grave, es un problema muy serio. Las secuelas de todo esto sobre la dignidad humana, la estabilidad familiar y la salud general de las comunidades son incalculables.

    Los Evangelios nos muestran que nuestro Señor Jesucristo dispensaba un amor especial a los necesitados; reconocía su sufrimiento y era compasivo ante su soledad y sus temores; jamás pasó por alto sus aprietos ni se comportó como si no le importaran. Nuestro Señor siempre estuvo al lado de los pobres, consolándolos en sus tribulaciones, sanando sus heridas, y nutriendo sus cuerpos y sus almas.

    Todos los discípulos de Jesucristo están llamados a amar a los pobres tal como él lo hizo. Recibimos la invitación y el desafío de ver a los pobres, de llamar la atención en cuanto a la realidad de la pobreza y de responder con corazones transformados.

    Creemos que todos los seres humanos han sido creados a imagen y semejanza de Dios; que cada vida es sagrada, desde la concepción hasta su muerte natural y que la dignidad humana proviene de quiénes somos como personas, en lugar de por lo que hacemos o lo que poseemos.

    Creemos que todas las personas deberían disfrutar de una calidad de vida proporcional a las exigencias de la dignidad humana. Es por ello que las enseñanzas sociales de nuestra Iglesia dan la bienvenida a los pobres y a los oprimidos como miembros de la familia de Dios que merecen tener voz y voto en cuanto a su futuro. Cristo nos enseñó que debemos atender primero a aquellos que están más necesitados. A través de sus palabras y de su ejemplo nos enseñó que atender a los necesitados es una cuestión tanto de justicia como de caridad.

    Seguiré…

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  7. Juan Goytisolo escribió recientemente en El País un buen artículo sobre La Chanca, ¡De La Chanca, y a mucha honra!. Es un barrio de Almería en donde plantea un dilema entre “la fascinación estética y la indignación moral” Describe muy bien el misterio de La Chanca: el contraste entre “la belleza del conjunto y el horror del detalle”.

    La belleza y miseria del barrio almeriense de La Chanca han atraído siempre la mirada ya puramente estética, ya compasiva o indignada del contemplador. Bombardeada por la flota de la Alemania nazi durante la Guerra Civil, La Chanca se hundió en el olvido en los años más duros de la posguerra. La hambruna que azotó España en aquella época se cebó con su población hasta límites difíciles de imaginar. En los archivos de la Diputación Provincial de Almería se conservan docenas de fotografías tomadas por los llamados Servicios Sociales de la Falange, la única institución que podía hacerlo sin riesgo de ir a la cárcel. Las imágenes que reproducen nos remiten a otras más recientes de India o de los países del Sahel: chiquillos desnudos y hambrientos, hombres legañosos y esqueléticos, mujeres cubiertas con harapos. Una desesperanza sin límites embebe aquellos cuadros de la vida diaria en los que la belleza agreste y violenta del lugar no asoma por ningún lado. Solo indigencia, sordidez y desolación.

    Cuando me adentré en La Chanca en 1959, ignoraba que un gran fotógrafo almeriense, Carlos Pérez Siquier, había recorrido discretamente el barrio y captado con su cámara las pendientes, cuevas y casuchas que descubría en mi ascenso de la rambla a la pendiente escarpada y acribillada de hoyuelos: la boca de las covachas que amadrigaban a decenas de familias sumidas en una existencia degradada y sin horizontes. El cineasta Nonio Parejo, en su excelente documental titulado El regreso, reproducía estampas sobrecogedoras tomadas por los mencionados Servicios Sociales falangistas en los años cuarenta y fotos de Pérez Siquier en las que la belleza del ámbito captada con su sensibilidad de artista no excluye una indignación ética ante el submundo social que contempla.

    Desde el tránsito a la democracia bastantes cosas han cambiado por fortuna en La Chanca. La labor admirable del arquitecto Ramón de Torres, del maestro del colegio público chanqueño Juan José Ceba y de Pepe el Barbero y la Asociación La Traíña, con su defensa incansable de los derechos de sus habitantes a una vida digna y una educación decente, ha introducido variaciones notables en el barrio antaño maldito sin alterar en exceso esa singularidad que, ayer como hoy, fascina. La Chanca sigue siendo La Chanca, y las condiciones de existencia de su población han mejorado de forma sensible.

    Hay unas fotos de Cecilia Orueta Carvallo se enfrentan con éxito, en el nuevo contexto de La Chanca del presente siglo, al dilema que me atenazó hace 50 años: conjugar en una mirada única el paisaje físico y el paisaje moral. Ya no hay hambre, analfabetismo y tracoma en La Chanca, pero su marginación –la frontera invisible que separa el barrio del resto de la ciudad– perdura. Las casitas desparramadas como dados que se descubren desde la atalaya de la Alcazaba, las escenas de vida familiar al aire libre, de las chozas que sirven de antesala a las cavernas excavadas en la roca, inducen a interrogar y a interrogarnos sobre la dura realidad que nos brindan.

    ¿Está condenada La Chanca a la exclusión y a la indigencia? La belleza que siempre nos deslumbra, ¿debe convivir para siempre con un subdesarrollo inaceptable? Estas imágenes nos fuerzan a reflexionar. No da respuestas fáciles, sino que plantea preguntas y más preguntas. En ello reside, sin duda, su carácter ejemplar.

    Me llamo poderosamente la atención en el dormitorio de una casa particular un busto de Camarón de la Isla, un icono para muchos habitantes de La Chanca. Dice Goytisolo.

    Miguel Bernal

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