"...público jóven en los tendidos que animaron a una terna de lujo encabezada por Morante de La Puebla, Sebastián Castella y José María Manzanares. Pero también protestaron por el escaso trapío, la invalidez y descastamiento de la corrida de El Vellosino..."
CASTELLA SALVA LA TARDE EN LA PRIMERA DE LA FERIA DE SAN PEDRO REGALADO
MANZANARES VOLTEADO SIN CONSECUENCIAS
Santos García Catalán
Llenazo histórico en el coso del Paseo de Zorrilla en el primer festejo de la feria de San Pedro Regalado, con tarde veraniega y abundante público jóven en los tendidos que animaron a una terna de lujo encabezada por Morante de La Puebla, Sebastián Castella y José María Manzanares. Pero también protestaron por el escaso trapío, la invalidez y descastamiento de la corrida de El Vellosino.
El francés de Beziers sorteó el mejor lote de una infumable corrida de El Vellosino cortando dos orejas, lo que le permitió la salida en hombros por los miembros del Aula de Jóvenes Taurinos de Valladolid.
Castella puso la emoción de la tarde por su predisposición y valentía, primero con un buen recibo capotero y quites por chicuelinas que merecieron la gran ovación que le tributó el público pucelano. Con la muleta se fue a los medios y desde allí citó a sus oponentes enjaretando al toro tres pases cambiados que pusieron el ay en el graderío. Es decir: el torero de Beziers puso la emoción al lote más potable del encierro.
Luego vino un toreo en redondo con mucha firmeza, circulares y adornos que embellecieron ambas faenas. En el quinto más de lo mismo, pero cuando el astado se apagó y se rajó Sebastián se metió en terrenos de cercanías pegándose un arrimón. Luego los pasaportó de forma eficaz y contundente, al segundo lo pinchó, consiguiendo una oreja de cada astado. Castella convenció en Valladolid.
Manzanares cortó un apéndice de su primero en faena intermitente y falta de ajuste, pero con pasajes interesantes y la plasticidad que luce el alicantino. Intentó la suerte de recibir, pero el toro hizo caso omiso.
Con el que cerraba plaza, que sufrió un volteretón, nada pudo hacer por su invalidez. El toro fue muy protestado por el público que salió desencantado.
Morante de la Puebla pechó con dos toros descastados e imposibles, pero hubo pasajes bellos que sólo es capaz de lograr el de la Puebla, tanto con el percal como con la franela, sobre todo las medias y trincherillas.
Tras el festejo se entregaron los trofeos San Pedro Regalado que concede el consistorio a los mejores de la feria de septiembre. Morante, el picador vallisoletano Pedro Iturralde y el novillero también pucelano Ricardo Maldonado fueron los merecedores de los galardones.
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