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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 3 de noviembre de 2019

El pasado criminal del PSOE: hablemos de las mujeres violadas por socialistas / por Javier Paredes


Sede del PSOE
Sede del PSOE en Madrid

No puedo estar más de acuerdo con Santiago Abascal en este punto, porque los mismos, exactamente los mismos argumentos que él utilizó para probar su acusación contra el PSOE los había escrito yo unas semanas antes en esta sección de Hispanidad.

El pasado criminal del PSOE: hablemos de las mujeres violadas por socialistas.
  • A lo que hay que añadir los asesinatos... que siempre eran obra de descontrolados. El partido, o el régimen, nunca tenían nada que ver.

Ese lema electoral, que pregona el presidente del Gobierno, de que el PSOE es el remate de la democracia y el no va más en la defensa de los derechos de la mujer, es todavía más falso que lo de su tesis doctoral. Más acorde con la verdad de lo sucedido es lo que dijo el líder de VOX, cuando afirmó en Vista Alegre II que el PSOE tiene una historia criminal.

No puedo estar más de acuerdo con Santiago Abascal en este punto, porque los mismos, exactamente los mismos argumentos que él utilizó para probar su acusación contra el PSOE los había escrito yo unas semanas antes en esta sección de Hispanidad. Pero como lo importante para el bien común no es quién lo dijo primero, sino poner en evidencia al mentiroso de Pedro Sánchez, para que no siga gobernando en España un personaje, que está al frente de un partido con una historia criminal, hoy vamos ampliar la información para demostrar que hay acontecimientos de un pasado, no muy lejano, que muestran a las claras los atentados del PSOE contra la democracia y contra los más elementales derechos de la mujer. Entre ellos el derecho a no ser violada.

Santiago Abascal ha acertado al hablar
 del "pasado criminal del PSOE" 

Ya he contado en esta sección de este periódico que el PSOE no siempre ha dado cobijo en sus Casas del Pueblo a la cultura y a la convivencia. Así, por ejemplo, el socialista Genaro Arias Herrero, alias El Patas, convirtió la Casa del Pueblo de Pola de Somiedo (Asturias) en una checa, donde encerró a tres enfermeras católicas durante toda una noche y  animó a los socialistas a que las violase quien quisiera, antes de fusilarlas a la mañana siguiente.

Tres enfermeras católicas fueron retenidas en la Casa del Pueblo de Pola de Somiedo para que fueran violadas por todo el que quisiera. Al amanecer las fusilaron

También he relatado cómo dos enviados desde Madrid reclutaron a una partida de individuos de la UGT en el manchego pueblo de Villanueva de la Jara, para asesinar a Valentín Gamazo, Fiscal General de la Segunda República, junto con tres de sus hijos, por haber pedido 30 años de cárcel para Largo Caballero por sus responsabilidades en el golpe de Estado de 1934.

Y no vale argumentar que en este cuádruple crimen no tuvo nada que ver Largo Caballero y que todo fue obra de unos descontrolados, porque no haya aparecido un papel escrito por el líder socialista, dando la orden de que los asesinaran. Como es sabido, los criminales no acostumbran a facilitarnos el trabajo a los historiadores proporcionándonos pruebas documentales.

Sin embargo, los hechos muestran a las claras la responsabilidad del PSOE como institución. Los llamados “descontrolados” se cuentan por miles en las filas del socialismo, el partido les facilitaba todos los medios materiales para cometer sus crímenes, sus asesinatos eran celebrados como la “eliminación de los indeseables fascistas” y los autores no fueron perseguidos ni castigados.

Concretamente en el caso del asesinato del Fiscal General de la Segunda República y de sus tres hijos, el cabecilla de los asesinos, cuando volvió a Madrid asaltó y robó la casa de Valentín Gamazo y pregonó a los cuatro vientos, en una de las checas de las que era uno de los responsables, que iba vestido con los trajes de su víctima.

Los llamados “descontrolados” se cuentan por miles en las filas del socialismo, el partido les facilitó todos los medios materiales para cometer sus crímenes, sus asesinatos fueron celebrados como la “eliminación de los indeseables fascistas” y los autores no fueron perseguidos ni castigados

Y eso que lo sabía todo Madrid, también lo tuvo que saber Largo Caballero, que entonces tenía todo el poder en el PSOE y en el Gobierno, para perseguir ese crimen y no hizo nada ni en ese asesinato, ni en los miles que se estaban cometiendo delante de sus ojos en la retaguardia. Pues Largo Caballero, además de ocupar a la Secretaría General de la UGT durante dos décadas, entre los años de 1918 a 1938, fue presidente del Gobierno desde el 4 de septiembre de 1936 hasta el 17 de mayo de 1937, cuando le cogió el relevo Juan Negrín.

Y tampoco es de recibo justificar los crímenes socialistas como males adheridos a esa crispación producida por la revolución industrial, que hacinaba a los obreros en las ciudades y les explotaba. No, eso no es cierto, el PSOE es responsable desde los crímenes cometidos contra los más altos cargos de la judicatura, como el caso de Valentín Gamazo, o de la política, como el del jefe de la oposición, Calvo Sotelo, hasta de las mayores atrocidades cometidas en los pueblos perdidos de España, como sucedió en un rincón de Guadalajara.

Tamajón es una aldea de Guadalajara, que hoy no llega ni a los 150 habitantes, pero que en 1936 rondaba los 600. Esta localidad ha pasado a la historia, porque allí en el siglo XIX ejerció como cura el malogrado Matías Vinuesa, al que encarcelaron los liberales en Madrid en 1821 y una vez en prisión le reventaron la cabeza con un martillo, herramienta que es uno de los símbolos de la Masonería, que dispensa esa peculiar fraternidad a sus enemigos. Los masones son otros que pretenden pasar por ser unos benefactores de la Humanidad, a pesar de tener también un "pasado criminal".

Matías Vinuesa, al que encarcelaron los liberales en Madrid y una vez en prisión le reventaron la cabeza con una martillo,  herramienta que es uno de los símbolos de la Masonería 

Pues bien, en 1936 había en Tamajón un alguacil, que se llamaba Casimiro Corral Oliva. Tenía 46 años entonces, estaba soltero y era uno de los dirigentes de la UGT en su comarca. Como no quiero añadir nada de mi cosecha, me limitaré a transcribir los datos de archivo: “Intervino en robos, saqueos, y requisas en las casa de personas de derechas; también intervino en la detención de la Señorita Antonia Alonso Heras, la cual fue trasladada desde esta villa, al inmediato pueblo de El Vado, y en su trayecto la despojó de sus vestidos y del dinero que llevaba, habiéndola tenido detenida en el Cuartel de Milicias de dicho pueblo del Vado tres días, siendo más tarde asesinada en el mes de diciembre de 1936. Intervino en la quema y destrucción del templo parroquial y de pueblos limítrofes, siendo el principal dirigente”.

Se entiende así el empeño de los socialistas por tapar la boca de los historiadores con multas y cárceles, mediante la ley de memoria histórica, para que no se conozca el pasado antidemocrático del PSOE y las violaciones y los asesinatos que los socialistas cometieron con monjas y laicas por odio a la fe. 

Es un insulto a la inteligencia de los electores insistir en lo de los 140 cuarenta años de honradez, como ha hecho un candidato socialista en un debate de televisión en esta campaña electoral. Se entiende así el empeño de los socialistas por tapar la boca de los historiadores con multas y cárcel, mediante su ley de memoria histórica, para que no se conozca el pasado antidemocrático del PSOE y las violaciones y los asesinatos que los socialistas cometieron con monjas y laicas, por odio a la fe. Pero Pedro Sánchez y sus cómplices tienen la batalla pérdida, porque aunque pocos, todavía hay algunos en España que hemos perdido el miedo a que los socialistas nos hagan lo mismo que hicieron con Calvo Sotelo. 

Javier Paredes

Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá.

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