La idea era buena pero, se falló en la organización. Lo explico. Movistar, a diario, retransmitía las principales ferias de España, algo lógico y cabal; festejos que nadie discutía porque, sobre el papel, era lo mejor que había en cada feria, algo que los aficionados estaban muy ilusionados porque podían ver los toros desde su casa y, lo que es mejor, admirar las mejores ferias y los toreros postineros. Como siempre dije, promocionar la fiesta por la televisión siempre fue un total acierto. Por el contrario, lo que ha sido un fracaso con estrépito es lo que Movistar ha llevado a cabo con esas corridas infumables que se han televisado que, como dije, más que una reconstrucción ha sido una destrucción en toda regla.
Tras todo lo visto, al parecer, la decisión por televisar dichos festejos aludidos parece que la tomó un neófito en materia porque no puede entenderse de otro modo. ¿A quién se le ocurre mostrar novillitos, toritos moribundos, animalitos para ponerlos en un escaparate, queriéndole decir al aficionado que aquello eran corridas de toros? Como digo, el que tomara aquella decisión de aficionado tiene poco y, como hombre de negocios es toda una nulidad porque, tras lo visto, como me han contado, el número de bajas por parte de los aficionados sigue siendo un clamor porque, ante todo, se han sentido estafados. Otra cosa muy distinta es que Movistar hubiera empezado con estas retrasmisiones parodiando la fiesta de los toros. Lo digo porque, igual, quién sabe, algún que otro ingenuo podría llegar a pensar que la fiesta es lo que nos han mostrado.
Pero no, Movistar lleva retransmitiendo corridas de toros hace muchísimos años y, formar parte de esa parodia que ha rozado el fraude, me parece algo lamentable. Insisto que, estamos hablando de una cadena, la única, totalmente especializada en la materia taurina y, de la noche a la mañana, prendemos la tele, pagamos nuestra cuota mensual y vemos, con cara de estupor, el tipo de espectáculo que nos han envainado. ¿Solución? Darnos de baja todo el mundo y comenzar a leer libros de toros o de la materia que fuere, todo antes que soportar una bazofia como las que nos han mostrado.
Yo entiendo, como aficionado, las corridas de toros de los pueblos; es decir, a estas alturas de mi vida ya lo entiendo todo, pero lo que no puedo hacer es compartir los gustos de los pueblos con la grandeza de la fiesta que, organizada como Dios manda, la tiene, pero en grado sumo. Por supuesto que las exigencias de Navalmoral de la Mata nada tienen que ver con las de Sevilla o Bilbao, tampoco sería lógico. Y es respetable que cada pueblo organice su feria, sus festejos, su merienda, su banda de música para amenizar el espectáculo; todo eso lo entiendo y mucho más si se me apura, sencillamente porque es la fiesta del pueblo, algo respetable y, para los nativos, admirable.
Lo que raya la indecencia no es otra cosa que, los organizadores de tal parodia quieran hacernos ver que, ese tipo de espectáculos son la verdad de la fiesta y, para colmo, que se televisen y, por si faltaba poco, sus comentaristas, a bombo a platillo que ensalcen un espectáculo denigrante porque en dichos festejos no ha habido toros y, como sabemos, sin toros es imposible que haya festejos taurinos.
Una vez más tenemos que ser conscientes de que, el gran enemigo de la fiesta de los toros son sus organizadores; ni siquiera nos hace falta Pablo Iglesias y sus malditas huestes para la destrucción de los toros, algo que haremos nosotros con nuestras malditas acciones y, lo que es peor, con tales retransmisiones que, como dije, lo único que se ha logrado ha sido destruir todavía si cabe mucho más, la fiesta de los toros.
Por el contrario, ha sido emblemático que, una cadena humilde y regional nos haya ofrecido espectáculos de primerísimo nivel en cuando a toros se refiere y, la pregunta es de rigor: ¿Cómo lo han hecho? Lo digo porque el canal CMM en anuencia con varios empresarios que montaron dichos festejos, insisto, han ofrecido a los televidentes auténticas corridas de toros, entre ellas, alguna de Miura o Victorino, al margen de otras vacadas que han sido la admiración de los aficionados. Esta cadena sí que ha logrado el milagro y, lo que es mucho mejor, los organizadores de dichos festejos que, sin apenas gente, sin medios y sin más apoyo que la humilde cantidad que haya aportado CMM, han logrado su propósito de enaltecer la fiesta de los toros desde su origen, el toro.
Al comprobar todo lo que digo, Movistar debería sentir vergüenza por todo lo que han retrasmitido y, ante todo, deberían de pedirle perdón a los aficionados que hemos pagado una cuota altísima para que nos dieran gato por liebre.
A las pruebas me remito y, vuelvo a insistir, si una cadena humilde y en abierto han logrado las hazañas que he contado, ¿qué diablos hace Movistar en el mundo de los toros, promocionar a Rubén Amón con su novia Begoña Villacís? Seamos serios que, como se comprueba, se está jugando con el dinero de miles de abonados que, tras lo comprobado, dudo que final de año quede alguien pagando la cuota.
Ante tamaño engaño, con "refritos" de hace cinco años, y lo que nos ofrecen, por cierto malo, yo ya me di de baja. ¡Engaños, no! y además caros. Menos hablar y más actuar en consecuencia señores.
ResponderEliminarJoseph de la Motta y Rojas. Aficionado antiguo.