"...Al parecer, hay un pacto entre los principales organizadores para poner freno a los acuerdos para televisar ferias completas buscando que los aficionados de salón no tengan más remedio que levantarse de los cómodos sillones de sus casas frente a la pantalla y pasar por taquilla..."
Se dice, se habla, se comenta
Carlos Bueno
Burladero/15 de noviembre de 2022
Jesús Hermida fue uno de los periodistas españoles más importantes y uno de los más influyentes en televisión. Una de sus peculiares maneras de introducir nuevos temas era comenzar con su célebre latiguillo “se dice, se habla, se comenta...”. En el mundo de los toros todas las noticias empiezan siendo rumores que en principio nadie parece confirmar hasta que no son una realidad innegable.
Se dice, se habla, se comenta, que uno de los principales problemas que actualmente existe con la retransmisión de festejos taurinos a través de canales de televisión de pago, tiene que ver con el loable propósito de los empresarios de conseguir atraer mayor número de público a las plazas. Al parecer, hay un pacto entre los principales organizadores para poner freno a los acuerdos para televisar ferias completas buscando que los aficionados de salón no tengan más remedio que levantarse de los cómodos sillones de sus casas frente a la pantalla y pasar por taquilla.
Para ello favorecerían a las plataformas que emitan vía streaming, aquellas que oferten la posibilidad de pagar por ver sólo tardes y hasta toreros concretos, no los ciclos totales. Además, subirían el precio de las entradas sueltas y practicarían descuentos especiales a quienes se abonen al serial.
Es una jugada arriesgada. Por una parte se muerde la mano de Canal Toros, que ha sido uno de los principales soportes económicos de la tauromaquia en los últimos tiempos. Gracias al dinero que esta televisión pagaba por los derechos de emisión de las corridas, muchos empresarios han podido echar para adelante sus carteles. Ahora la fórmula parece que ya no interesa y, en caso de no llegar a un arreglo, eso puede provocar que muchos suscriptores se den de baja, que el canal sea deficitario y que se acabe con la gallina de los huevos de oro.
Por otra parte, apostar por el abonado encareciendo los boletos diarios es algo muy temerario en los tiempos que corren, con la inflación desbocada y el poder adquisitivo cada vez más bajo. Que todos los seriales contasen con un elevado porcentaje de espectadores fijos sería tan conveniente como idílico. Lo cierto es que ahora hay mucha gente que no puede permitirse adquirir un pase para toda la feria y que tiene que conformarse con elegir una tarde para ir a los toros. La teoría parece muy buena, pero la realidad indica que subir el precio de las entradas sueltas convierte el toreo en algo para las élites, y es muy dudoso que en estos momentos haya suficientes élites para llenar los tendidos.
Todas estas intenciones tienen que ver con plazas y ciclos de categoría y no afectan a cosos de menor trascendencia ni a festejos unitarios. Sin embargo, el interés de las audiencias se centra en los grandes seriales y las repercusiones de esta estrategia acabarán salpicando a todo el sector.
Se dice, se habla, se comenta, que los carteles definitivos de la próxima feria de San Isidro se harán públicos el 1 de febrero, mes y medio antes de lo habitual. La idea no puede parecer más afortunada. De hecho, es algo que personalmente llevo demandando durante años para Valencia, donde las combinaciones de las Fallas se presentan en febrero, a sólo un par de semanas de abrir taquillas. Dar a conocer el elenco de toreros y ganaderías un mes y medio antes, en diciembre, incrementaría los comentarios y el ambiente taurino, y daría la posibilidad de vender abonos en Navidad. ¿Qué mejor regalo de Reyes para un taurino que un pase para el ciclo fallero?
El empresario de Madrid y el de Valencia es el mismo. Sería de desear que pusiera en práctica idéntica táctica en las dos ciudades. Se dice, se habla, se comenta, que lo que es bueno para una debe serlo para otra, ¿no?
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