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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 13 de agosto de 2010

Concepto del toreo de Manuel Domínguez "Desperdicios"

Concepto del toreo

El señor Manuel Domínguez tenía un alto concepto de lo que debe ser un auténtico torero. Por eso, cuando en cierta ocasión le pidieron su opinión sobre Curro Cúchares, se expresó así:

--Mataba una ganadería en diez minutos. Pero eso no es arte.

Luego se extendió en estas consideraciones, muy enjundiosas, por cierto.

--Si en el toreo no hay riesgo y el hombre no demuestra inteligencia y valor cara a cara y con arreglo al arte, el toreo es una pamplina. Yo, por dar gusto a los públicos, me he expuesto muchas veces, porque el que paga por ver torear no debe uno engañarle.

Fiel a su concepto y su carácter, este célebre personaje de Gelves dictó:


Las reglas del toreo según Manuel Domínguez:
1- El cobarde no es hombre y para el toreo se necesitan hombres.

2- Más cogidas da el miedo que los toros.

3- La honra del matador se encuentra en no huir ni correr jamás delante de los toros teniendo muleta y espada en las manos.

4- El espada no debe nunca saltar la barrera después de presentarse el toro, porque esto es ya caso vergonzoso.

5- Arrimarse bien y esperar tranquilamente la cabezada, que el toro ciega al embestir y con un nada se evita el derrote.

6- El torero no debe contar con sus pies, sino con sus manos, y en la cara de los toros debe matar o morir antes que volver la espalda o achicarse.

7- Parar los pies y dejarse coger: éste es el modo en que los toros se asientan y se descubren para matarlos.

8- Más se hace en la plaza con una arroba de valor y una libra de inteligencia que al revés.

Biografía de Manuel Domínguez "Desperdicios"
Nació en Gelves, Sevilla, el 27 de febrero de 1816. Comenzó su aprendizaje en el matadero de Sevilla y fue alumno de la Escuela de Tauromaquia.
En 1835, actuando de media espada, tuvo un enfrentamiento con Juan León que le perjudicó en su incipiente carrera taurina, este incidente motivó su marcha a Montevideo.
Después de 16 años, en 1852, regresa a España y reanuda su antigua profesión. Toma la alternativa, en Madrid, el 10 de octubre de 1853, en donde Julián Casas El Salamanquino le cedió el toro Balleno, de don Vicente Martínez, completando la terna Cayetano Sanz y Lavi.
Su carrera se vio truncada el 1 de junio de 1857, cuando toreaba, alternando con El Tato, en la plaza de El Puerto de Santa María, Cádiz, en donde el toro Barrabás, de la ganadería de Concha y Sierra, le dio una cornada que le vació el ojo derecho. El globo ocular le quedó colgando fuera de la órbita, pero él entró por su pie a la enfermería, tapándose la cuenca del ojo con un pañuelo. Se dice, y de ahí su apodo, que al entrar a la enfermería les dijo a los doctores: “Esto no son más que desperdicios”.
A los tres meses estaba repuesto y reapareció, tuerto, en Málaga, para la ocasión exigió que el ganado fuera de Concha y Sierra, obtuvo un clamoroso éxito, pero su carrera ya no remontaría el vuelo. Siguió toreando pero cada vez eran menos los contratos y, aunque nunca anunció su retirada oficial de los ruedos, dejó de torear cuando no tuvo ninguno compromiso que cumplir. Falleció en Sevilla el 6 de abril de 1886.

1 comentario:

  1. En esta biografía hay un error de imprenta. Si en 1852 reanuda su profesión, no es posible que trás 101 años tomara la alternativa con 137 años.

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