la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 17 de agosto de 2010

¿Qué está pasando? / Por Ricardo Díaz-Manresa

Torero alucinógeno / Dalí

"...Se complica la temporada del 2010. Entre los ataques de los antis y las soberanas torpezas de empresarios, toreros y ganaderos dejan cada vez las plazas con menos espectadores..."

Ricardo Díaz-Manresa

16- agosto- 2010
Ando desconcertado al ver, desde lo de Barcelona, algunas cosas y me pregunto ¿qué está pasando? ¿Son los taurinos más torpes y egoístas de lo que pensaba y a los que siempre he echado la culpa de la decadencia del espectáculo?

Aficionados, taurinos y empresa –lo que es el colmo- no supieron o quisieron llenar la plaza el domingo antes de la prohibición y, lo que es todavía peor, el domingo después. Movilice usted a la masa, regale entradas, baje precios, haga lo que sea, eche imaginación, para que los medios informativos que iban a mirar con lupa no encuentren la plaza casi vacía y sentencien : el público no va, no existe afición. No me diga que el cartel “del después de” era flojo. Daba igual. Cualquiera con un poco de amor al espectáculo tendría que haber estado allí. No lloriqueen luego.

Que se entere la afición de toda España los precios del predio de Balañá –Forts y Mombrú- hijo y nieto respectivamente, predio ahora de Matilla, que ver una corrida, sea la que sea, vale 130 € la primera fila del tendido de sombra, 80 una fila 7, una andanada de sombra 30 y una de sol de las últimas filas 23. Y no sigo porque sería muy pesado dar tantos números. ¿Qué les parece? ¿Para animar a la afición catalana?

Así ni con Mesa ni Silla del Toro se arregla nada. Ni la ministra lo va a solucionar teniendo un partido que se lava las manos como el famoso Pilatos o está en contra o hace opinar a otros a favor para que no le falte un detalle a la ensalada, ni tampoco los toreros que reaccionan tan tarde, centrando su actuación en reuniones políticas y no enseñando al pueblo entero, especialmente a los antis, lo que es este espectáculo.

¿Y lo de Palma?. Va la valiente Infanta a arropar el espectáculo y no la arropan a ella. ¿No se pensó que había que llenar la plaza como fuera? ¿Nadie tiene en esto dos dedos de frente?

Vengo escribiendo hace años que la sensibilidad de esta sociedad torcida del siglo XXI está cada día más lejos de la corrida y que el mensaje anti estaba calando y extendiéndose.

Pues bien, el toreo en su conjunto siguió igual de pasota.O peor. Siguen dando espectáculos despreciables y además no tienen el menor empacho en ofrecerlos por televisión. Las corridas de toros que hemos visto en agosto han sido de echarse las manos a la cabeza. ¿Cómo hunden cada día más lo que dicen que quieren defender? ¿Por qué no se tapan, al menos?

Y así, cada vez más despegada la sociedad, con crisis económica añadida, me quedo de piedra leyendo la información de Efe, de los festejos del 15 de agosto, con un solo lleno en un pueblo conocido, en el día más taurino del año en el que abundan las medias entradas, con el verano en todo su fulgor y los pueblos contentos con sus fiestas. Ni por esas cuando antes eran esas las motivaciones para ir a los toros.

Y no puedo creer –aunque lo vea- que la plaza de San Sebastián tenga tanto vacío en sus festejos de apertura y es que ha bajado alarmantemente el abono.Y encima la puñalá de Málaga con la suspensión de un festejo de feria. Y la que pudieron dar unos días antes en el Puerto. En este momento y cuando todos nos miran, no se puede ser más torpe. Estrategia perfecta para hundir el barco.

¿Qué está pasando? Blanco, el del Psoe, el del partido rojo, va a los toros a Pontevedra – festejo al que también asistieron los del partido azul- a apoyar el espectáculo cuando el ayuntamiento de sus siglas ha dado la espalda a la corrida y cuando al día siguiente las Juventudes Gallegas Socialistas anuncian su rechazo a esta manifestación cultural y artística de los toros. Todo muy coherente y limpio.

Golpes y rechazos de los de dentro y los de fuera. Cuento solo los últimos. Me preocupan más las barbaridades de los nuestros. ¿Qué está pasando?
Me huele mal.

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