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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 26 de febrero de 2021

Atleti, un milagro de 400 millones de euros en panes y peces / por Juan Manuel Rodríguez

Tu objetivo tiene que ser ganar la Liga y la Champions, conseguirlo todo, porque a ti, a diferencia del resto, te pagan por ejemplo casi el doble que a Guardiola y más de dos millones más al mes que a Zidane, que ha ganado tres Copas de Europa consecutivas.

Atleti, un milagro de 400 millones de euros en panes y peces

El otro día escuché a Paco García Caridad decir algo en El Chiringuito que a mí me llamó mucho la atención porque no es nada habitual ver a Paco, que habitualmente es un hombre muy tranquilo y muy reflexivo y muy medido en sus opiniones, ser tan taxativo y tener algo tan claro. Jamás pensé que Paco diría nunca de un entrenador que es un perdedor, así como suena, y menos aún del Cholo Simeone, que vive en una burbuja diseñada por su club (que hace bien en protegerlo si así lo considera oportuno), sus aficionados (que hacen bien en quererlo y no exigirle demasiado, no vaya a ser que se aturulle) y el perioatletismo, tan proclive a arrastrar la lengua por el suelo no ya sólo con Simeone, que al fin y al cabo ha llevado al equipo a dos finales de la Champions, sino con el primer pelagatos que asome por el Wanda Metropolitano.

¿Es, como lleva diciendo varios días García Caridad, Simeone un entrenador perdedor? ¿Y, si lo es, por qué lo es? El Cholo Simeone es efectivamente un entrenador con un discurso perdedor y no hay más que oír sus conclusiones después del 0-1 ante el Chelsea. ¿Qué dijo Simeone? ¿Que el Atleti había sido poco ambicioso? ¿Que siendo como era su equipo el local quizás tendría que haber dado un pequeño empujoncito? Nada de eso. Cuando Susana Guasch le dice a Simeone que, al ver la alineación sobre el papel, todos extrajimos la conclusión de que iba a ir al ataque pero que luego, viendo cómo se colocaban los jugadores sobre el campo, nos dimos cuenta inmediatamente de que aquello había sido una ilusión, Simeone, a la gallega, respondió con otra pregunta: "¿Y qué esperaban?". Pues hombre, el perioatletismo seguro que no esperaba nada porque practica con el técnico argentino eso que di en llamar hace tiempo el periodismo Lewinsky, pero alguien con dos dedos de frente habría esperado que el entrenador mejor pagado del mundo justificase su astronómico sueldo colocando a Llorente en su sitio y no como defensa central y dejando de una vez por todas a Joao Félix que demostrara por qué es el futbolista más caro de la historia del Atleti.

Tú no puedes tener un discurso dentro y otro fuera porque acabas volviendo loco al personal. Quiero decir que tú no puedes decir dentro del vestuario "¡Vamos a por el Chelsea!" y luego colocar al mejor jugador de tu plantilla a tapar al atacante rival. Ni tampoco puedes decir lo que dijo Simeone, eso de que si a él le hubieran dicho en septiembre que iba a ser líder de la Liga y que iba a perder por 1-0 en la ida de los octavos de final de la Champions, lo habría firmado ipso facto. Eso lo puede decir un entrenador mediocre, uno que no cobre los 3,6 millones de euros brutos que cobra Simeone al mes. Tu objetivo tiene que ser ganar la Liga y la Champions, conseguirlo todo, porque a ti, a diferencia del resto, te pagan por ejemplo casi el doble que a Guardiola y más de dos millones más al mes que a Zidane, que ha ganado tres Copas de Europa consecutivas. Si tú, ya sea desde las oficinas del club, desde la grada o con un micrófono en la mano, defiendes que Simeone diga esas cosas es por la sencilla razón de que también eres un perdedor. Si justificas que en otro partido decisivo Simeone juegue con un horripilante 6-3-1 es porque estás comprando ese discurso mediocre.

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